Texto de la alocución de Josu Puelles, el 11 de marzo de 2011, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, reclamando articular «herramientas internacionales de control, evaluación y respuesta» para dar a conocer la realidad del terrorismo en España.
Intervención de Josu Puelles
Sr./a presidente/a,
Desde la Fundación para la Libertad advertimos con enorme satisfacción lo expuesto por la Alta Comisionada en su Informe sobre la protección de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo cuando, en el punto 43 de su capítulo de conclusiones y recomendaciones, dice: «las actividades de la sociedad civil son esenciales para incrementar la sensibilización acerca de las amenazas del terrorismo y hacerles frente con mayor eficacia».
Igualmente, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su resolución 19/63 de 20 de diciembre de 2010 reconoce la importancia de la sociedad civil en la sensibilización acerca del desafío terrorista y el fundamental papel de las víctimas del terrorismo en su lucha contra el mismo y valora los discursos de oposición abierta a ideologías violentas y extremistas. En esta resolución se anima a la cooperación con la sociedad civil y se abre el camino para incorporar el criterio de que las violaciones de Derechos Humanos cometidas por agentes no estatales (bandas terroristas) sean objeto del control de las Naciones Unidas.
Hoy reiteramos ante este Consejo que la fuente primordial de agresión a los Derechos Humanos en España la constituye la existencia y actuación criminal de la banda terrorista ETA.
Que ante la mera existencia de tal organización criminal en un contexto democrático deberían articularse desde este Consejo herramientas internacionales de evaluación y respuesta.
Hoy, la sociedad española afronta el reto de la derrota de ETA. La Sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos debe ser una herramienta imprescindible para calibrar el nivel de exigencia democrática al que deben someterse quienes hasta hoy han servido de brazo político y agentes de socialización del terror. En este escenario de derrota de ETA no debe olvidarse que para que la misma sea completa, debe excluirse cualquier atisbo de impunidad para los terroristas y recordar que la derrota de la banda deberá ser también la de su pretensión política que, como el propio Tribunal de Estrasburgo puntualiza, no sólo es intolerante, sino intolerable para cualquier sociedad democrática.
Por ello, reiteramos nuestra propuesta de designación de un Relator Especial que conozca sobre la promoción y defensa de los Derechos Humanos de las personas amenazadas por organizaciones terroristas en las sociedades que padezcan esta lacra.
Muchas gracias.
…Y en inglés:
Mr/Ms president,
From Foundation for Freedom, we notice with enormous satisfaction the findings shown by the High Commisioner in her Report on the protection of Human Rights and fundamental freedom in the fight against terrorism when, in point 43 of her chapter of conclusions and recommendations, she says: » the activities of the civil society are essential to increase the awareness of the threats of terrorism and to face up to them with greater efficiency «.
Moreover, the Security Council of United Nations in its resolution 19/63 of December 20, 2010 recognizes the importance of the civil society in the awareness of terrorist challenge and the fundamental role of victims of terrorism in their fight against it and values the speeches of opposition open to violent and extremist ideologies. In this resolution it encourages cooperation with civil society and a way is constituted to incorporate the criteria that violations of Human Rights committed by non state agents (terrorist groups) are to be controlled by the United Nations.
Today we repeat before this Council that the basic source of aggression against Human Rights in Spain is carried out by the existence and criminal action of the terrorist group ETA .
The fact of the mere existence of such a criminal organization in a democratic context demands from this Council the articulation of international tools of evaluation and response.
Today, the Spanish society is confronting the challenge of ETA’s defeat. The Judgment of the European Court of Human Rights must be an essential tool to evaluate the level of democratic demands to which those who, up to now, have served as the political arm and the agents of socialization of terror must surrender. In this scene of ETA’S defeat one must not forget that if this defeat is to be complete, any sign of impunity must be excluded for the terrorist and it must be remembered that the defeat of the terrorist group will also have to be that of its political pretensions, which as specified by the Court of Strasbourgh, not only are they intolerant, but intolerable for any democratic society.
For the above reasons, we repeat our suggestion to name a Special Relator who has knowledge of the promotion and defence of the Human Rights of people threatened by terrorist organizations in those societies that suffer this scourge.
Thank you very much for your attention.
Fundación para la Libertad, 11/3/2011