Una rueda en el camino (on the road)
Gran homenaje el que ayer rindió el Real Madrid a su presidente de honor, Amancio Amaro, el grandísimo Amancio. Fue un partido electrizante, la madre de todas las remontadas. Te lo dice alguien que estuvo a punto de irse a la cama después de la pifia de Courtois. Dos a cero en el minuto 14 que acabaron convirtiéndose en 2 a 5. Qué gran partido hizo el Real Madrid. Y qué impresionante lo de Vini.
Volvió a brillar como suele la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, capullito de Abenójar recrecida como flor en Puertollano. No hay manera de que esta pobre se avenga con el refranero. Ayer instó al principal partido de la oposición a “no poner ruedas en el camino”. Con toda probabilidad quiso decir ‘palos en las ruedas’ aunque no parece que tuviera intención de ahorcar al PP en la silla eléctrica, como le deseaba María a Sherman McCoy en ‘La hoguera de las vanidades’.
La incomparable Rosewelz se asombraba y con razón de que Laporta convocara una rueda de prensa sin preguntas para anunciar que pronto convocará una rueda de prensa para explicarlo todo: “Estamos haciendo una investigación interna y pronto haremos una rieeda de prensa donde facilitaremos toda la información que tengamos. No permitiremos que manchen nuestra historia”.
Habíamos visto ayer la última estupidez de Pam(fila) sobre la no existencia de violencia de género cuando el agresor se ha autodeterminado mujer. Teresa Sorribes apuraba el argumento: Mi consejo como abogado es que todos los hombres soliciten la rectificación registral de la mención relativa a su sexo y por qué: porque ahora con la ley trans ser mujer es solo cuestión de solicitarlo y una vez que te conviertas en mujer te beneficias de todas sus ventajas. Además, si todos lo hombres solicitan la rectificación registral y se convierten en mujeres todos volveremos a ser iguales ante la ley.
Louella Parsons: Consecuencias de unos trenes mal diseñados: dimisiones. Conseencias tras más de 500 rebajas a agresores sexuales: ninguna. El Gobierno más feminista de la historia.
Luigi: Ana Pardo de Vera dice que la dimisión de su hermana, ha sido provocada por los túneles franquistas que se oponen a las medidas decretadas para los trenes por el Gobierno progresista.
Maroto es un hombre pegado a su hemeroteca y una hemeroteca incomprensible para ser número dos de Feijóo:
“En la política hay que tener muchas cualidades, pero hay dos que son esenciales para mí, que son la dignidad y la ejemplaridad y yo creo que en el final de su carrera política , Rita Barberá no ha ejercido ninguna de las dos. Hoy en España muchísima gente estará pensando si es o no es lógico que se aferre a un puesto en el Senado solo por mantener el AFORAMIENTO. Yo creo que no la va a entender nadie. Yo no lo entiendo, no creo que lo entiendan en Valencia, no creo que lo entiendan en el Partido Popular Nacional y sobre todo, y eso lo subrayo, creo que los millones de votantes y simpatizantes no entienden esas cosas. En su comunicado de ayer ella decía no querer hacer daño al partido ni a las instituciones (…) no cero que la foto del final de su carrera política tenga que estar entre un senador de Bildu y un senador de Compromís. Sinceramente creo que no se lo merece ella ni se lo merece el partido “. (Hay que aclarar que sería el partido el que la enviara a los escaños de arriba, donde mandaba Irene a la ex de Pablo Iglesias)
Ramón Arcusa nos trae una buena aportación de Roberto Santamaría-Betancourt contra el lenguaje inclusivo. (Idioma sin idiomo):
Se ha extendido una manía
entre parlantes ladinos
de acuñarle el femenino
a quien nunca lo tendría,
si no tiene «dío» el día,
y el trigo no tiene «triga»,
ni existen las «gobernantas»,
tampoco las «estudiantas»,
ni «hormigo» entre las hormigas.
Aunque lo intenten, comprar
con millones y «millonas»
un trono no tiene «trona»
ni «jaguara» has de llamar
a la hembra del jaguar,
y aunque el loro tenga Lora,
y tenga una flor la flora
mi lógica no se aplaca:
no tienen «vacos» las vacas
ni los toros tienen «toras».
Aunque las libras existan
con los libros no emparejan,
y tampoco se cotejan
suelos, que de suelas distan,
por mucho o «mucha» que insistan
mi mano no tiene «mana»,
no tiene «rano» la rana
y foco no va con foca,
ni utilizando por boca
al masculino de Ana.