Javier Elorrieta-Editores
Una descripción atinada la de Isabel San Sebastián denunciando que se presente como «derrota» de ETA el intercambio del cese de la acción directa terrorista por la  la permanencia de su proyecto totalitario y presencia política. Sin ruptura, crítica, y compensación de todos sus crímenes.
Habiéndose, además, eliminado en gran parte del territorio del País Vasco por asesinato, exilio o amedrentamiento la articulación partidista del constitucionalismo democrático. Cuando ETA asesinaba y HB estaba legalizada se estuvo a punto de conseguir el triunfo de la alternativa constitucionalista. Después, tras la negociación, la publicidad triunfalista del cese de la violencia, cuando ETA ya estaba derrotada, no sirve más que para apoyar  un resultado político, como trampa argumental para edulcorar la traición del PSOE al constitucionalismo.
La indecencia del argumento de periodistas al servicio del Sanchismo «retroprogre» de que lo que se les exigía era no matar y hacer política ya se consiguió, es un argumento tan falaz como necio. ¿Cómo si no hicieran política cuando asesinaban y estaban en las Instituciones?. Entonces   eliminaron la presencia pública de opciones democráticas a base de terror. Semejante y desquiciada argumentación por los publicistas del sanchismo, sólo es posible por la mala fe argumental, que no sirve para suavizar su mercenaria conciencia y su quehacer para el asentamiento de una política repugnante que comenzó con ZP.
Fue con el PSE-PSOE , a través del que me comprometí como independiente en aquel proyecto constitucionalista que se traicionó, cuando se inició el proceso de blanqueamiento de ETA. Lógicamente me he sentido, también,    «personalmente traicionado» tras aquella ruptura de los Pactos de Estado con el PP y sus compromisos, no sólo con nacionalismo institucional y el nacionalismo terrorista, que se conformó en un frente explícito como el Pacto de Lizarra (Estella). Que es lo que ha  definido las políticas más disparatadas del PSOE desde esa ruptura hasta hoy.
Ni siquiera el paréntesis de la generosidad del PP de darle la Lehendakaritza a Patxi López, el cual mostró y muestra más inquina a quienes le proporcionaron la Lehendakaritza (y la presidencia del Congreso después) que a los que asesinaron a compañeros suyos, ha conseguido que se atisbe en el PSOE una posibilidad de renovación hacia la decencia política.
Dejo en esta secuencia la horrorosa gestión de un Rajoy que desperdició la mayoría absoluta que permitía un enderezamiento de aquella disparatada política de ZP.
De ahí mi opinión de que los medianamente informados de esta evolución, que es innegable, sólo apoyen a este Gobierno más que por subjetividad afectiva partidista de siglas. Porque por lo vivido personalmente, yo tengo que considerar  que se acercan más a la inmoralidad política que a la simple equivocación o error.
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