Pablo Ojer-El Debate

ENTREVISTA

La rendición de Sánchez ante los herederos de ETA

  • El hermano del dirigente socialista asesinado por ETA, Fernando Buesa, arremete contra la excarcelación de su asesino

El año pasado ya vio cómo uno de los asesinos de su hermano, el portavoz parlamentario y secretario general del PSOE de Álava, Fernando Buesa, salía de prisión beneficiado por el tercer grado, con el que tan solo tiene que acudir a dormir a prisión de lunes a viernes. Esta semana ha visto cómo sucede lo mismo con el otro asesino y el fiscal ni tan siquiera recurre esta decisión.

El economista y colaborador de El Debate, Mikel Buesa, arremete duramente contra el Gobierno por sus pactos con Bildu.

— ¿Qué sensación le queda después de todo lo ocurrido esta semana?

— Me queda una sensación fundamentalmente de desamparo completo porque realmente se toma una decisión, en mi opinión, de manera irregular, sin tener en cuenta los requisitos que establece las leyes penales para la concesión de los terceros grados. Y además, todo eso se complementa con que tenemos al ministro del Interior diciendo falsamente que esto es una decisión tomada por un juez o avalada por un juez, cosa que es mentira porque se trata de una decisión puramente administrativa. Y luego tenemos al fiscal de la Audiencia Nacional que dice que no va a recurrir, seguramente porque tiene instrucciones bien precisas al respecto. Por otra parte, tenemos también ese acuerdo que han adoptado entre el Gobierno y Bildu con respecto a la llamada Ley mordaza… Pero bueno, es todo lo mismo, ¿no?

— Además, en este caso, el tercer grado lo ha concedido una consejera del mismo partido que su hermano

— Es que el problema fundamental de todo esto es que las decisiones que ha tomado el Partido Socialista a través de la consejera de Justicia del País Vasco. Va en contra de las normas jurídicas porque, además de saltarse la ley a la torera, de mentir diciendo que estos tíos se han arrepentido y cosas por el estilo, cosa que es radicalmente falsa, incluso han mentido diciendo que habían avisado a la familia, cosa que también es radicalmente falsa… Pero también se ha saltado las normas éticas a la torera, porque han enterrado literalmente la doctrina que defendió en su día el Partido Socialista. Y mi hermano Fernando fue precisamente un portavoz destacado de esa doctrina según la cual no había ninguna acción política que hacer con relación a la puesta en libertad de los presos de ETA. Y menos aún, como señaló también mi hermano, cuando estos presos ni habían pedido perdón a las víctimas de sus acciones, ni habían resarcido los daños, ni habían colaborado con la justicia. Nosotros nunca hemos reclamado que les fusilen o que les metan en un agujero, que no les den de comer o cosas por el estilo. Simplemente hemos reclamado que se haga justicia en cumplimiento estricto de la ley.

— ¿En algún momento le han mostrado a usted como víctima una de esas cartas de petición de perdón?

— A mí no me han enseñado ningún papel. Y además, esto de firmar un formulario diciendo cuánto lo siento, ya voy a ser bueno y tal… Esto no es pedir perdón. Y hay que tener en cuenta que el perdón se otorga. No hay derecho al perdón. Y yo, desde luego, perdonar no perdono de ninguna manera. Pero independientemente de que yo tenga esa actitud, puede haber otros que incluso han perdonado ya a sus víctimas. Esto es una cuestión personal, no es una cuestión que se resuelve burocráticamente. Además, el arrepentimiento es equivalente a la delación, es colaborar con la justicia para esclarecer los hechos delictivos. Y esto no ha existido en ningún caso, y menos aún con Luis Mariñelarena, el asesino de mi hermano, que me afecta a mí y a mi familia.

— ¿Qué les queda a las víctimas? ¿A qué clavo les queda agarrarse?

— Yo, como soy una persona bastante realista, procuro que este tipo de acontecimientos me afecten lo menos posible desde el punto de vista psicológico. Cuando me preguntan esto yo siempre cito a Albert Camus, que en una de sus obras, refiriéndose a las víctimas del terrorismo que se derivaron de la guerra de Argelia, concluyó que «las víctimas llegan al colmo de sus desdichas. Se fastidian». Pues esto es en lo que estamos. Nos tenemos que fastidiar porque no tenemos ningún instrumento que nos ampare desde el punto de vista institucional. Yo no puedo recurrir los actos de la administración penitenciaria, yo no puedo ir a los tribunales a ver si un juez me ampara en esto porque la ley me lo impide.

— Con el tercer grado a Mariñelarena, los dos autores materiales del asesinato de su hermano ya están en la calle.

— Mi previsión es que como la legislatura dure tres años, como quiere que dure Pedro Sánchez, en estos tres años próximos veremos a la totalidad de los presos de ETA en la calle, También a Txapote que es quien ordenó el asesinato de mi hermano. ¿Los sacarán de manera ilegal? Les importa un rábano. Porque al parecer no tiene demasiado coste político o los beneficios políticos de los acuerdos con los herederos de ETA son superiores a los costes políticos que pudieran tener este tipo de acciones.