Gabriel Sanz-Vozpópuli
¿Alguien se imagina a un diputado condenado por asesinar a su pareja presentando una Ley contra la Violencia de Género a bombo y platillo?… pues extrapólenlo a lo sucedido con la ‘Ley Mordaza’

Durante la larga noche del franquismo y en los albores de la democracia, por vergüenza o por ilusión sincera de un cambio de actitud en pareja que nunca llegaba, maltratadas con signos físicos más que evidentes respondían a la pregunta de sus parientes y amigas ¿Cómo le aguantas esto? con un balbuceante resignado “me pega lo normal”.

Aunque hoy nos parezca increíble, se llegaron a hacer chistes casposos del evidente síndrome de la maltratada que demuestra semejante actitud de sumisión, una variante del Síndrome de Estocolmo -afinidad con el secuestrador- presente en tantas víctimas de cualquier cautiverio que se haya prolongado varios meses en el tiempo.

No he podido evitar que me venga a la memoria esa imagen sumisa estos días en que, por la debilidad parlamentaria del Gobierno de Pedro Sánchez -y solo por eso-, tenemos que ver a nuestro gobierno, al de todos, tragar con impostada normalidad cómo Bildu anuncia el enésimo intento de reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza… ¿Alguien se imagina a un diputado condenado por asesinar a su pareja presentando una Ley contra la Violencia de Género a bombo y platillo? Pues extrapolen lo que están pensando al asunto que nos ocupa.

La norma la impuso Mariano Rajoy en 2015 para “reforzar la autoridad” (sic) de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en un vano intento por frenar la resaca de conflictividad sociopolítica que trajo consigo la brutal crisis económica tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria (2008).

Si la Ley Mordaza continúa vigente es solo porque a Sánchez y su gobierno “de izquierdas” les ha convenido; les ha venido muy bien para multar a cientos de miles de díscolos y negacionistas del COVID que se saltaron el confinamiento (2020/2021) y para expulsar a miles de inmigrantes ilegales en caliente hacia Marruecos

Veníamos de aquel impugnatorio ‘Rodea el Congreso’ que había deslucido la investidura de Rajoy (2011) y que dio paso a cuatro años de manifestaciones secuela del 15-M casi diarias en contra del alza brutal del paro; y, políticamente, había abierto la puerta a Podemos, por la izquierda del PSOE, y a Ciudadanos por la izquierda del PP; Un PP y un Rajoy que veían acollonados cómo estaban perdiendo la calle a meses de las elecciones de 2015, se lanzaron aprisa y corriendo a aprobar un texto que nueve años después sigue en vigor.

Pues bien, es hora de decir que sí la Ley Mordaza continúa vigente es solo porque a Sánchez y su gobierno “de izquierdas” les ha venido muy bien para multar a cientos de miles de irresponsables díscolos y negacionistas del COVID que se saltaron el confinamiento (2020/2021) y para expulsar a miles de inmigrantes ilegales en caliente; de vuelta desde la misma frontera de Ceuta o Melilla a Marruecos sin dejarles en España a la espera de resolución judicial.

Marlaska traga

Aspectos de la norma que para el presidente y su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska eran intocables hasta antes de ayer: seguir usando pelotas de goma contra los manifestantes o poder seguir expulsando en caliente, han dejado de serlo por “necesidades del guión” de la legislatura; lo mismo que el destape lo fue para que muchas actrices jóvenes sobrevivieran en las películas de las postrimerías del franquismo, años 70… Por tragar, estamos dispuestos a tragar en silencio -Marlaska no ha dicho esta boca es mía- con el cuestionamiento de la autoridad policial en caso de conflicto callejero.

Hay que dar sensación de que gobernamos, hay que atraerse a los nuestros en el Congreso, aunque eso suponga el escarnio a cientos de miles de Policías, Guardias Civiles, Ertzainas y Mossos de Esquadra, y a sus familiares, durante medio siglo víctimas de ETA (insisto: 850 asesinados, 2.600 heridos, 90 secuestrados y miles de exiliados del País Vasco en silencio), de ver cómo Bildu anuncia una reforma que afectará de lleno a su trabajo diario… Con un par, Pedro.

Nada que reprochar a un Gobierno que quiere reformar una ley que ha provocado excesos policiales, pero ¿Tenía que presentarla Bildu? ¿No podían hacerlo el PNV, Sumar, o ERC, cuyos votos son igual de indispensables?… Si me apuran: ¿No podía haberla presentado el portavoz socialista y ex lendakari Patxi López, que no gana para Omeprazol de tanto sapo indigesto?

Nada que reprochar a la legitimidad de un Gobierno que quiere reformar una ley de signo conservador que, sin duda, ha provocado excesos policiales; está en todo su derecho… Pero, ¿Tenía que presentarla Bildu? ¿Cabe mayor acto de sumisión enfermiza de este PSOE hacia quien fue su agresor durante décadas, alguien que mató cargos y militantes socialistas con saña, y que, además, ahora se vanagloria de explotar su debilidad?

¿No podía, en un arranque de dignidad, haber dejado que esa reforma la presentaran el PNV, Sumar, ERC, partidos de indudable marchamo democrático y cuyos votos son igual de indispensables para aprobarla que los de la formación del ex miembro de ETA Arnaldo Otegi? Si me apuran: ¿No podía haberla presentado el portavoz del Grupo Socialista, el ex lendakari Patxi López, que no gana para Omeprazol de tanto sapo indigesto para su memoria?

Acabo: ¿Puede un Gobierno que se tenga respeto a sí mismo dejar que un cambio que los sindicatos policiales juzgan peligroso porque “desprotege” a los agentes, sea anunciado por la hoy portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurúa, condenada nada menos que por apología del terrorismo en los años de plomo desde las páginas de los diarios Egin y Gara?

Si el drama del maltrato a miles de españolas no fuera tan grave, la extraña relación de dependencia de Sánchez y los suyos con los de Otegi daría para acuñar incluso un nuevo chiste casposo: Bildu me maltrata “lo normal”; de momento, solo da para preguntarse: ¿Hay alguien ahí?… En La Moncloa, digo

Si el drama del maltrato a miles de españolas no fuera tan grave, la extraña relación de Sánchez y los suyos con los de Otegi daría para acuñar incluso un nuevo chiste casposo: Bildu me maltrata “lo normal”; de momento, solo da para preguntarse: ¿Hay alguien ahí?… En La Moncloa, digo.

Por último, habrán observado que no he mencionado el lío montado por el PP porque, dice, el pérfido Sánchez se la ha colado y ha votado junto al resto del arco parlamentario -también Vox- a favor de que ningún delincuente que cumple pena en el extranjero -tampoco los etarras- pague doble condena cuando sea trasladado a cárceles españolas.

No he querido. Allá el PP con sus errores… Me parece mucho más grave que este Gobierno someta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado al escarnio de ver cómo quienes hasta hace nada eran sus verdugos, Aizpurúa entre otros, dictan las normas por las que deberán regirse a partir de ahora.