Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo

No soy bueno en la interpretación de signos. Como arúspice hubiera pasado hambre y como oráculo hubiese necesitado la ayuda de Koldo o la de Aldama para conseguir algún contrato. Ellos sí que son buenos… Pero hay algo en la actitud del PSOE que me causa extrañeza, o quizá mejor, que me sorprende sobremanera. Cuando empezaron los líos de nunca acabar, la respuesta unánime de la Nomenklatura fue: aquí no hay nada, todo es fango y bulos, así que todo se archivará en los juzgados con pena y sin gloria para los demandantes. Sin embargo, la semana pasada cambió el discurso que pasó a ser un responsable «El que la hace, la paga», dando a entender que alguien cercano y desaprensivo la había hecho y debía pagarla. El fin de semana la cosa se puso peor. Cuando el PP, en un arrebato que habrá encantado a los más cafeteros, se lanzo a presentar una demanda por financiación irregular, cohecho y tráfico de influencias, la respuesta del PSOE me dejó estupefacto.

Primero por quien la dio. El mal trago lo tuvo que pasar la portavoz del partido que no sé qué lugar ocupa en el escalafón pero seguro que no es uno de los primeros. Luego, por lo que dijo: «El PP sobreactúa». Es decir, en su opinión es lógico que actúe, pero ¿se pasó en la intensidad de la actuación? En resumen, hemos pasado del ‘aquí no hay nada’, al ‘lo hay, pero que lo asuma quien lo ha hecho’. Para terminar con un terrible ‘parece que todo es cierto, pero tampoco hay que exagerar’. En esas estamos. Lo de un Pedro Sánchez desconectado y ausente no nos puede sorprender pues es lo habitual, lo que suele hacer cuando el color marrón tiñe la actuación de su Gobierno.

Pero si piensa que de esta sale manteniendo la boca cerrada, se equivoca. La oposición todavía tendrá que exigirle explicaciones unas cuantas veces más, pues ya sabemos que es lento a la ira. Pero al final tendrá que darlas. La única duda es el lugar donde las dará. ¿Será en el Congreso? ¿Será en la Moncloa? ¿O será en los juzgados? Por otra parte, la maniobra del PP es arriesgada. Tiene que estar muy seguro de que los hechos conocidos o por conocer merecen esta respuesta, de tan grave contundencia. Se columpiaron groseramente con la inaudita ‘colada’ de las penas de los terroristas y la dirección no podría resistir otro fallo de semejantes proporciones en un periodo tan corto de tiempo. Esto va para largo, pero da la impresión de que no habrá que esperar mucho para tener los datos suficientes para conocer lo sucedido.