Eduardo de Rivas-El Debate
  • Llegaron para poner a los violadores en la calle y para reducir las penas con una ley de la que hoy se podría beneficiar Íñigo Errejón

La nueva política la llamaban. Igual que Sánchez venía a nuestras vidas para salvarnos de la corrupción, Pablo Iglesias y los suyos llegaban para inculcarnos los dogmas de una generación que era mejor que la anterior, más digna, más pura, más de izquierdas. Tanto, que uno tardó poco, menos y nada, en cambiar su vida de barrio por la de un capitalista de Galapagar, y su buen amigo Íñigo Errejón nos enseñó los valores de una sociedad feminista para acabar acusado de agresión sexual.

Los que se empeñaban en señalar las malas conductas ajenas, han acabado cayendo condenados por sus propios baremos. Eran ellos, por ejemplo, los que trataban de cancelar a Plácido Domingo sin que hubiera una sola denuncia contra él. Eran ellos los que defendían a capa y espada que había que tomar como cierta la palabra de una mujer en casos sexuales y condenar al hombre sin necesidad de pruebas ni juicios. Eso es lo que está sufriendo hoy el que será siempre el niño de Podemos, por mucho que ya calce 40 tacos: ya ha sido señalado y ya es culpable aunque la Policía aún no haya intervenido. Y no digo que no lo sea —que no lo sé—, sino que quien debe determinarlo es un juez.

Lo que sí hay que cuestionarse es por qué ha tardado más de un año en salir a la luz todo lo ocurrido. Si dentro del partido se conocía, ¿por qué se tapó? Si había rumores, ¿por qué Yolanda Díaz designa a Errejón como portavoz de Sumar? Si de verdad era la comidilla de todas las conversaciones, ¿por qué nadie decía nada? ¿Nadie se acordó de los dogmas profeministas de la izquierda y de la defensa de las víctimas? No habrá sido por falta de tiempo, porque los supuestos hechos ocurrieron en septiembre de 2021. Era el momento, además, del Gobierno más feminista de la historia y de la ministra de Igualdad que más y mejor ha velado por las mujeres. La misma que puso a miles de violadores en la calle y que aprobó una ley para que hoy Errejón pase menos tiempo en prisión si es que es declarado culpable.

Pero estén tranquilos, que nadie pedirá explicaciones. Se montará una campaña anti Errejón, se le estigmatizará y se cerrará el debate con una mera reflexión sobre que las cosas se deben hacer mejor. Y a mirar para otro lado, no vaya a ser que alguien se dé cuenta de verdad de lo que es la izquierda y se le ocurra votar lo equivocado.