Editorial-El Correo

El Gobierno vasco más amplio desde la aprobación del Estatuto de Gernika, con 15 departamentos -cuatro más que en la anterior legislatura- a los que hay que sumar la Lehendakaritza, ha aumentado en un 17% los puestos de designación directa. Dispone de 324 entre altos cargos y asesores, sin contar los dependientes de organismos autónomos y sociedades públicas. El incremento se explica en parte por el desdoblamiento de carteras. Aun así, resulta pertinente cuestionarse si su magnitud responde exclusivamente a necesidades objetivas para garantizar una gestión más eficiente de las políticas públicas dentro de la nueva estructura del Ejecutivo de Imanol Pradales o también a un deseo de los partidos que lo forman -PNV y PSE- de reforzar sus respectivas consejerías con la colocación de más personas afines. No se trata tanto de una cuestión económica -el gasto adicional apenas representa 5 millones de euros en un Presupuesto de 15.700- como de un gesto poco ejemplar en un contexto en el que el Gobierno tiene por delante exigentes prioridades y unos recursos limitados para hacerles frente. Esta medida deja un flanco fácil de crítica a la oposición.