Pablo Sebastián-Vozpópuli
Frente al riesgo Trump y a sus poderosos alfiles empresariales tenemos que ofrecer más unidad en Europa y más democracia
La culpa es de Joe Biden y de su doble error: intentado, primero y a pesar de su deterioro físico y mental, ser candidato para renovar la Presidencia en los EE.UU.; y, luego y ya tarde, imponiendo a una débil Kamala Harris frente a un aguerrido Donald Trump, con el argumento de que era mujer y negra, pero sin liderazgo. Y que ahora, tras haber sufrido una severa derrota y se despidió diciendo que: ‘a veces la lucha lleva tiempo’.
Sí, pero ‘largo nos lo fiáis’, mientras Trump regresa el 20 de enero de 2025 a la Casa Blanca con un renovado ímpetu autoritario y ganas de venganza. Lo que abrirá un tiempo muy incierto y peligroso para las democracias y el resurgir del populismo neofascista en Occidente.
El punto de inflexión llegó cuando el pasado 20 de junio Biden perdió la cabeza en el debate con Trump y el republicano le dijo: ‘no le he entendido nada de lo que acaba de decir, y puede que usted tampoco’. Y ahí acabó el debate quedando en evidencia la flagrante debilidad mental (además de la física) de Biden. Lo que, desde hacía más de un año, intentaban ocultar en La Casa Blanca, escribiéndole tarjetones al presidente para no equivocarse y poniéndole un ‘telepronter’ para que leyera sus declaraciones. Pero sin mucho éxito como se apreció cuando, al término de un discurso en Connecticut, Biden declaró, ante el estupor de los presentes: ‘Dios salve a la Reina’.
Kamala Harris, que reunía experiencia como vicepresidenta, no tenía liderazgo político y social ni y tampoco un discurso potente sino muy limitado sobre el aborto y la nueva generación de políticos en USA
Pero tras su fracaso en su debate televisivo con Trump, Biden cometió otro gran error al anunciar su retirada demasiado tarde el 21 de julio e ‘imponer’ a Kamala Harris como la candidata a la presidencia de EE,UU. impidiendo así que la Convención del Partido Demócrata tuviera tiempo para proponer un buen y firme candidato a la Presidencia USA frente a Trump. No en vano Kamala Harris, que reunía experiencia como vicepresidenta, no tenía liderazgo político y social ni y tampoco un discurso potente sino muy limitado sobre el aborto y la nueva generación de políticos en USA, de la que ella decía ser la abanderada.
Lo que nos anuncia una segunda y turbulenta presidencia de Trump, que agitará las relaciones internacionales y de manera especial: el curso de las guerras de Ucrania y Oriente Próximo; las políticas comerciales (que se prepare China), el renacer de la industria petrolífera frente a la renovable, la desconfianza el ámbito de las finanzas y el cerrojazo a la inmigración.
Sánchez ha felicitado a Donald Trump subrayando la ‘cooperación estratégica’ entre España y los EE.UU. En alusión a la OTAN y al ‘escudo anti misiles’ que los EE.UU. tienen desplegado en la base naval española de Rota
Asimismo, la victoria de Trump refuerza el vuelco ultra conservador que se había iniciado en las primeras naciones de la UE y, especialmente, en Italia, Francia y Alemania con el resurgir de los nacionalismos y el populismo.
Victoria de Trump que también tendrá incidencia en la política española una vez que la diplomacia de Pedro Sánchez se ha enfrentado a Israel (donde están eufóricos con la victoria de Trump) y a la Argentina de Javier Milei, al tiempo que este gobierno amparaba el régimen dictatorial de een Venezuela. No obstante, Sánchez ha felicitado a Donald Trump subrayando la ‘cooperación estratégica’ entre España y los EE.UU. En alusión a la OTAN y al ‘escudo anti misiles’ que los EE.UU. tienen desplegado en la base naval española de Rota.
Pero hay algo más que identifica a Pedro Sánchez con Donald Trump como es el desprecio de ambos a la vida democrática (el español invadiendo las instituciones y el americano el Capitolio), ambos dos con problemas judiciales y familiares y atacando a la prensa y a los jueces.
En fuga se puso Sánchez cuando fue insultado y agredido en Paiporta por ciudadanos indignados mientras los Reyes Felipe VI y Leticia sufrieron y aguantaron con dignidad la tensión que se generó con esas visitas oficiales
De la misma manera hay similitudes entre la derrotada Kamala Harris y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo por la escasez de liderazgo de estos dos. Lo que en el caso español debería conducir a la convocatoria de un Congreso del Partido Popular donde tendría muchas opciones Isabel Díaz Ayuso. Y la que un José María Aznar, sorprendente, le ha lanzado una advertencia para que no le dispute a Santiago Abascal la relación con Trump diciendo: que ‘algo pasa en los Estados Unidos cuando sus ciudadanos eligen a un presidente que es responsable de un asalto al Congreso y de un intento de golpe de Estado’.
Mientras tanto, y cuando el Tribunal Supremo acaba de imputar a Ábalos, hemos asistido al desastre de la gestión estatal de la Dana de Valencia con un presidente en fuga que eludió su responsabilidad y obligación de decretar el ‘Estado de alarma y emergencia’, para endosar al valenciano Mazón un enorme desafío que el político del PP tampoco supo gestionar. Y en fuga se puso Sánchez cuando fue insultado y agredido en Paiporta por ciudadanos indignados mientras los Reyes Felipe VI y Leticia sufrieron y aguantaron con dignidad la tensión que se generó con esas visitas oficiales, sin duda temerarias, que llegaron tarde y cuando ya se había desatado la indignación general por la ausencia y tardanza de las ayudas oficiales a los damnificados del diluvio que ha destrozado la zona afectada y causado la muerte de 220 personas,
Los PGE y la extrema izquierda
Todo esto aumenta el desprestigio del presidente Sánchez que utilizará a Trump para agitar el fantasma de la extrema derecha en España mientras desde su extrema izquierda le exigen que rompa relaciones con Israel para aprobarle los PGE de 2025. Los que Sánchez ha querido endosar al PP con la desvergonzada maniobra de condicionar las ayudas económicas a los damnificados de la Dana -de 10.000 millones de euros- a la aprobación de los PGE de 2025, lo que es innecesario, y lo que nunca aceptará Feijóo.
El que, dicho sea de paso, no logró que Mazón (que destruyó las opciones del PP en las elecciones de 2023 anunciando en plena campaña su pacto de gobierno con Vox) se opuso a la declaración del Estado de emergencia que había pedido Feijóo, desobedeciendo a su líder nacional. Que fue lo mismo que hizo Ayuso cuando se negó a acudir a La Moncloa, como se lo pidió Feijóo, para hablar con Sánchez de la financiación autonómica que el presidente ya había pactado en secreto con ERC.
De ahí la necesidad de un Congreso del PP como alternativa al 41 Congreso del PSOE de finales de este mes cuando el buque del ahora agotado régimen autoritario de Sánchez hace agua, desvencijado, y navega sin un rumbo fijo y a la espera de que el autócrata español, como Trump en USA, se recupere y se logre rehacer aprovechando la debilidad del PP.
Y frente al riesgo Trump y a sus poderosos alfiles empresariales tenemos que ofrecer más unidad en Europa y más democracia. Y también una Red Social europea para competir con la ‘X’ de Musk, y puede que una gran empresa en el sector del comercio electrónico y la distribución como la alternativa al Amazon de Bezos que maniató y humilló a The Washington Post.