- Sánchez, que por ley tenía que haber tomado las riendas frente a la catástrofe, puede salir indemne una vez más mientras la derecha pica con el cebo de Mazón
Reconozcámoslo: no existe en España máquina de manipular más eficaz y potente que el PSOE. Hablamos del partido que en 1934 promovió una revolución contra la II República y que ahora la mitifica. Hablamos del partido que eligió como lema «cien años de honradez» y que ha robado hasta del papel del BOE, del dinero de los huérfanos de la Guardia Civil, de los fondos de los parados andaluces, del material sanitario de una mortífera pandemia… El partido que rubricó el saqueo de fondos públicos más voluminoso de nuestra historia, los ERE, y que se ha permitido además el lujo de indultarlos de facto desde un Tribunal Constitucional dominado por sus peones.
El PSOE, que se apellida ‘Español’ y que apoyó con armas en las calles de Barcelona la proclama independentista de Companys. El partido que asaltó el poder en 2018 encamándose con quienes habían dado un golpe de Estado separatista solo un año antes. El partido felón con España que ha indultado y amnistiado aquellos delitos solo porque su ególatra y débil líder se quedó corto de votos.
El PSOE, cuyo actual jefe tomó el poder en 2018 con solo 85 escaños invocando la regeneración democrática, pero que hoy tiene imputados a su hermano, su mujer, el hombre fuerte con el que trepó de ganchete hasta la Moncloa y su fiscal general.
Nadie manipula como el PSOE, nadie. Hoy este periódico publica un informe jurídico elaborado por Julio y Antonio Naranjo que establece sin lugar a dudas que Sánchez estaba obligado por ley a tomar el timón frente a la catástrofe de la DANA. No lo hizo. Despreció el dolor de las víctimas con su displicente «si quieren ayuda, que la pidan». Y además lanzó a su aparato y a sus medios a la cacería del presidente valenciano, mientras él se lavaba las manos. El PSOE, cuya vicepresidenta competente en materia hidrográfica estaba escaqueada en Bruselas, porque le interesaba más forrarse con su sueldazo como comisaria que el dolor de valencianos y manchegos (su secretario de Estado se encontraba de gira por Colombia y la directora de Protección Civil, en Brasil, porque en el sanchismo nos encanta el turismo a cargo del dinero de todos).
Dejemos de hacer el panoli. Dejemos de mirar al dedo (Mazón) en lugar de a la Luna (el execrable comportamiento del presidente del Gobierno).
La derecha mediática y política, que salvo Vox arrastra un inexplicable complejo de inferioridad frente a la izquierda, se apresta a hacerse el harakiri con Mazón porque llegó dos horas tarde a una reunión. ¿Se habría organizado una manifestación como la del sábado en Valencia si ese error hubiese sido de un gobierno autonómico de socialistas y nacionalistas? Por supuesto que no. Nadie manipula y mueve la calle y las redes como la izquierda.
¿Qué se estaría diciendo si el que se ha puesto de canto fuese un presidente de derechas? ¿Qué se diría si ese gobernante de derechas hubiese huido como un conejo ante una protesta vecinal dejando tirados a los Reyes? Toda España estaría reclamando la dimisión inmediata de ese mandatario (incluidos muchos medios y políticos supuestamente de derechas). Pero aquí el irresponsable, negligente y cobarde ha sido un socialista, Sánchez. ¿Qué ocurre entonces? Nada. Toda la culpa es de Mazón y su comida. No hay más tema.
Dejemos de hacer el canelo y de comprar las consignas de la izquierda. Espabile también el líder de la oposición, y en lugar de transitar medio escondido y como un alma en pena, cuente a los españoles la verdad, que Sánchez estaba obligado por ley a ponerse al frente de una catástrofe brutal, que afectaba a cinco comunidades, y que se inhibió primero y después huyó cobardemente ante un envite de los que muestran de qué pasta está hecho un gobernante.
Hay que dar la batalla contra la doble moral de la izquierda, que convierte sus cagadas en notas a pie de página y las de los demás en escándalos mayúsculos que incluso hacen caer gobiernos. Hay que dejar de enredarse una y otra vez en los guiones que escribe la factoría de propaganda de la izquierda y el separatismo. Hay que recuperar la verdad, la importancia de la letra de la ley y el valor de los hechos. Hay que combatir con todas nuestras fuerzas a una izquierda orwelliana que ha decidido que la realidad no existe si contraviene sus intereses. En resumen: hay que dejar de hacer el pánfilo ante el PSOE.