¿Feijóo o Ayuso?

Es el elefante en la habitación del PP: ¿Feijóo o Ayuso? Está ahí, pero por ahora optan por hacer como que no existe. Se trata de un debate aparcado acertadamente por ese partido, pues la división interna resulta estricnina en las urnas. Sin embargo, viviríamos en Marte si ocultásemos que el asunto aparece de manera indefectible en cuanto tienes una charla larga o una comida con amigos y conocidos que están hasta las meninges de Sánchez.

Los ayusistas suelen pronunciarse así: «Ella tiene mucha más pegada que él, llega más a la gente y habla muchísimo más claro. Además tiene más ideología y es más de derechas y más liberal. Ella sí da la batalla de las ideas, cosa que él no hace, con lo que conseguiría mejor resultado electoral, porque captaría voto de Vox. Ayuso es más joven, ofrece una imagen más moderna que él e incluso en estos tiempos le beneficia el hecho de ser mujer. También forma mejores equipos, porque no le importa rodearse de gente más preparada que ella. El PP tiene a su política más carismática desaprovechada. Ayuso es ahora mismo un Ferrari guardado en el garaje. Feijóo estaba bien para Galicia, pero se ha visto que la liga nacional le queda grande. Con todo lo que tiene encima Sánchez no acaba de acorralarlo, es increíble».

Los feijooístas lo ven de manera diametralmente opuesta: «Ella es un fenómeno madrileño y España es algo más grande. Fuera del cogollo de Madrid gusta más Feijóo, que es más moderado, tranquilo y experimentado. Tiene más rodaje en la gestión y lo hizo muy bien en Galicia. Es menos arrebatado que Ayuso y España necesitará un poco de tranquilidad después de Sánchez. Como candidato nunca ha perdido unas elecciones y tiene un récord de cuatro mayorías absolutas seguidas en Galicia, que es algo único. Él capta el voto de desencantados de centro-izquierda, algo que Ayuso no haría. Feijóo sería además mejor presidente que ella, entre otras cosas porque acumula mucha más experiencia, dirigió Correos, el Insalud y una comunidad autónoma durante 13 años. Ayuso en cierto modo es una especie de tertuliana metida a política a la que en realidad todavía le queda mucho por demostrar».

Todo esto lo he escuchado aquí y allá repetidamente. Ustedes también lo habrán oído o esgrimido muchas veces en su ámbito particular. El debate, por lo tanto, existe. Pero no es el momento. Al haberse impuesto en los comicios de julio de 2023, aunque fuese de manera insuficiente, Feijóo tiene derecho a volver a intentarlo en 2027 (y olvídense de que Sánchez caiga antes, pues es un chollo para los separatistas, solo se irá si el caso Ábalos arroja una bomba, que podría ser).

Si Feijóo pincha en las próximas generales —es decir, si no se alcanza una mayoría alternativa para echar a Sánchez—, sí llegará el momento de debatir el relevo. El PP tendría que elegir entonces entre Ayuso o el sorayismo bajo en calorías ideológicas de Bonilla (que se encanta y también sueña con el liderazgo supremo). Pero por ahora es el momento de Feijóo, al que ciertamente le hace falta un poquito de claridad, peso ideológico y mejores equipos. Pero eso es otra historia, y está a tiempo de parchear tales carencias si las asume y se aplica a solventarlas.

Quedo expectante a la espera de sus jugosos comentarios, que imagino que manejarán este ameno asunto con menos galleguidad de la que uno estila…