Resumen de situación: Cada día se le estrecha un poco más el cerco. Teresa Ribera, la flamante vicepresidenta europea que ha impulsado Sánchez, ya la ha pifiado por vez primera; al primer tapón zurrapas. Resulta que no hace todavía dos meses que la entonces vicepresidenta tercera del sanchismo explicó su idea de poner un tasazo a las basuras que sería de obligado cumplimiento para los ayuntamientos, en aplicación de una de sus leyes estrella, la Ley de Residuos. Interpelada por el PP, respondió que el tasazo obedecía a la aplicación de una normativa comunitaria. Mentía, claro. El PP preguntó por el tema a la Comisión Europea en el Parlamento de Estrasburgo y la Comisión respondió que la aplicación del «tasazo» no es, en absoluto, un dictamen de la Unión Europea. Qué raro que una ministra de Sánchez mienta. Eso no es un comienzo, es un empiece. Y lo mismo ha pasado con Oscar López, ese fenómeno que va a acabar imputado en la misma causa que el fiscal general y su jefa de Gabinete. Y que Ion Antolín, que va a tomar posesión con la metedura de la secretaría de Estado filtrando por error a los periodistas el argumentario que tendrían que haber enviado a Pilarín Alegría para que no se perdiera ante las preguntas de los periodistas. La virgen, qué cuadrilla.
Y hablando de esta tropa, no hacía ayer más que darme vueltas en la cabeza el intento de vacilar al juez Peinado por parte de la catedrática al presentar el saldo de diez cuentas bancarias que era de 40,25 euros. Al final di con el precedente de un fiasco análogo en la comisión de un delito. Mutatis mutandis, por supuesto. Lo contaba Truman Capote en ‘A sangre fría’: dos delincuentes, Dick Hickock y Perry Smith deciden atracar a la familia Clutter en Holcomb, Texas, en la creencia de que tienen mucho dinero en una caja fuerte y acabar con los cuatro miembros de la familia para no dejar testigos. Efectivamente los matan, pero no había caja fuerte y todo lo que se llevan de la granja fue 42 dólares. La analogía está en el fiasco y en el botín, no en la naturaleza del delito, claro.
Javier Gómez de Liaño publicaba ayer una espléndida tribuna en Libertad Digital, ‘Réquiem por Pedro Sáanchez’. Animo a todos los oyentes a que la busquen y lean. Por añadidura está muy bien escrita: “Pedro Sánchez es hoy un rey Lear sin más familia que un hermano y una cónyuge imputados por llevárselo crudo. (…)
“Sabe que está solo hasta de enemigos porque los ha matado a todos. Pedro Sánchez ha dejado de ser él para iniciar el camino del olvido. Es un presidente agónico que a lo largo de seis años y pico no ha creado nada y lo bueno que había lo ha destruido. Únicamente ha levantado un ensamblado sistema de intereses a imagen y semejanza de una sociedad mercantil limitada, que no anónima. (…)
“Tengo para mí que está usted de cuerpo presente en La Moncloa. Adiós al tanatorio del Gobierno. Adiós al palacete neoherreriano. Todo va terminando. Ha gobernado usted difundiendo engaños como se distribuyen folletos de casas de lenocinio. Excelentísimo señor, usted sabe que, como dice Trapiello, está muerto. De la mano del tiempo se va yendo. Pero no es sólo usted quien fallece. También su memoria.”
Recordarás la cantidad de titulares que en estos días han proliferado sobre que Aldama ha acusado si pruebas: La Sexta, El País (Aldama detalla la corrupción en Transportes y extiende sospechas sin pruebas a medio Gobierno). Jabois consideraba “una vergüenza que haya salido en libertad tan pronto sin aportar presuntamente ninguna prueba de lo que ha declarado”. Hasta el ABC titulaba ayer “Aldama aún no ha entregado una sola prueba de las que prometió”. Citaba el ABC fuentes de la Fiscalía, pero tal vez deberían haber contenido la impaciencia un poco, porque hoy es un clamor que Aldama ha entregado las primeras pruebas, 37 folios, de chanchullos varios. “Presuntas pruebas” las llama El País. Hace ya una semana que Libertad Digital y otros medios titulaban: “El juez ya tiene pruebas contra Sánchez dadas por Aldama.
Además de corruptos son unos discapacitados. ¿A quién se le ocurre que un mafioso no guarda pruebas de cada palabra que le has dicho, de cada carta que le has enviado, de cada euro que te ha dado? Y luego solo un detalle: el abogado de Aldama es José Antonio Choclán, uno de los mejores penalistas de España. El fue el artífice de la condena de Baltasar Garzón ante el Supremo. El abogado de Begoña Gómez es Antonio Camacho, no hace falta decir más. Bueno, sí, recordar la promesa de Aldama a Sánchez: “no se preocupe, tendrá pruebas”. Un mafioso suele decir la verdad cuando amenaza.