onnntos14/1/25
Hoy, gran campanada sobre el mapa judicial de España. El Tribunal Supremo da por probada la guerra sucia: la Fiscalía envió el correo del novio de Ayuso a Presidencia. Y considera apuntalados todos los indicios contra el fiscal general del Estado.
La resolución del Alto Tribunal también destaca que la Moncloa pasó el email a Juan Lobato para que lo usara «con una clara finalidad política».
El auto del magistrado Ángel Hurtado, establece que «Con salida de la Fiscalía General del Estado (FGE) y destino Presidencia del Gobierno, circuló el mismo correo y de ahí al medio de comunicación elplural.com»; a la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, conocida en el arte como ‘la Cianuro’; y al ‘número dos’ de la Secretaría Técnica de la FGE, Diego Villafañe, para que declaren como imputados el 29 de enero, el 30 de enero y el 5 de febrero, respectivamente.
El mote que pusiste el otro día al fiscal general de ‘el buzo que se ha tragado la escafandra me ha traído a la memoria un titular, igualmente surrealista, con que el se anunció la salida de la revista ‘Por Favor’ aquel 1 de marzo de 1974 y que decía: “Perece un ascensor atrapado por la cabeza de un rector magnífico”.
Froilán I de España: “Si le quitas los casos de corrupción que afectan a su hermano, a su mujer, a “su” fiscal general, y varios fiscales de alto grado, a Barrabés, a Ábalos, Koldo , Armengol, Torres, Marlasca y a Tito Berni o a la trama de Delcy, Pedro Sánchez y su Gobierno están completamente limpios”.
Nicolás Redondo da cuenta de que el ministro Albares dice que ellos, el Gobierno, son partidarios de una negociación entreMaduro y la oposición. Primero appoyarpon al tirano. Luego, cín9camente, piden que los venezolanos pierdan siu dignidad y legitimen al dictador”.
The Objective estaba allí y tenía la foto: “Varios embajadores se quedaron dormidos mientras Albares intervenía durante una hora en la conferencia anual celebrada en el Ministerio de Exteriores”.
HERQLES La pseudoperiodista Ana Pardo de Vera dice que al llamar ‘gorila’ al reportero negro Bertrand Ndongo no lo insultaba porque ella es animalista y antirracista y por tanto, ese término al usarlo ella no es insulto”.
Gonzalo Miró, ese impresionante todólogo, opinaba sobre la filtración del fiscal general del Estado: “yo tengo mis dudas de que una institución no se tenga que defender de las mentiras”. Jun Soto Ivars le atizaba sin despeinarse un guantazo clarificador: “ojalá gobernara el Partido Popular para que lo entendieras, compadre”.
Benjamín López da cuenta de que Pedro Sánchez felicitó a José Luis Ábalos por la noche de Delcy Rodríguez en Barajas. El whasapp decía “Fue positivo. Evitaste un cristo diplomático”.
Mel cuenta en X que “la alcaldesa de Valencia revela,-lo ha hecho desde Bruselas-, que el Gobierno no ha solicitado el Fondo de Solidaridad para la reconstrucción de la dana a pesar de que aseguró haberlo hecho”.
La cadena SER daba una noticia que esconde una revelación de carácter: “Un experto en Memoria Democrática advierte sobre la asuignatura pendiente en los institutos: “Hay que aprender a combatir a la extrema derecha”. Fran Rumbo lo traducía al román paladino: “O sea, hay que meter en los colegios la ideología de extrema izquierda, para después poder ganar en las elecciones a los señalados como extrema derecha ¿es así?” fectivamente, así es.
Gabriel Albiac abre su columna a porta gayola, rebautizando lo que el Gobierno ha llamado «Proposición de Ley Orgánica de garantía y protección de los derechos fundamentales frente al acoso derivado de acciones judiciales abusivas», y a la que propone llamar como la ha bautizado el pueblo llano, mucho más sencillamente, ‘Ley Begoña’ . Dice que es, desde su título,-no sé cuál de los dos,-una ofensa a la judicatura española y ya, puesto, clava este párrafo definitivo:
“Es verdad que muchas cosas inmundas hemos visto en la política de estos duros años. Pero ninguna tiene la dimensión de voladura de los cimientos constitucionales que ésta de ahora busca consumar. No, no es una ley «de garantía o protección» de derechos fundamentales. Es una ley de protección y garantía para dos parientes del presidente del gobierno. Una ley que destruye, así, las bases mismas de la igualdad jurídica, al hacer impunes los delitos que a la parentela presidencial pudieran concernir”. Pues eso. Y mañana más que se me ha quedado una cosita sobre Silvia Cuartel de Intxaurrondo, la bien pagá, que se ha dejado los dientes en su demanda contra Joaquín Manso y el diario El Mundo. Ella empezó a ser la bien pagá el día que hizo aquella lamentable entrevista a Alberto Núñez Feijóo. Pagará las costas.