Jesús Cuadrado-Vozpópuli

El Gobierno sanchista nunca podrá cumplir porque sus socios anti-OTAN se lo impiden

Madrugó Pedro Sánchez para retar a Donald Trump. Una semana antes de la toma de posesión del nuevo presidente de EEUU celebrada este lunes, en la Conferencia de Embajadores en Madrid, se postuló como condotiero mundial contra la “internacional reaccionaria”. Él, felicitado por los terroristas de Hamas y con relaciones conocidas con la dictadura de Maduro y Delcy Rodriguez. ¡Qué mentecato! En un acto institucional, ante los diplomáticos españoles, en un tono mitinero, ignoró que no estaba ejerciendo como jefe del PSOE, sino como presidente del Gobierno de España. Para salir del pozo, todo le sirve.

Al “doctor” le salió un tono cómico involuntario que, en ese contexto, recordaba el cantinfleo del genial actor Mario Moreno Cantinflas en el hilarante discurso de la película “Su Excelencia”, el de “ideítas e idiotas”. En una hora de puro “sanchinfleo”, con su insensatez habitual, Sánchez soltó una conferencia anti-OTAN y anti-USA en línea con los ministros comunistas del Gobierno. Cuando el secretario general de la Alianza Atlántica, el neerlandés Mark Rutte, está advirtiendo de la necesidad de “cambiar a mentalidad de guerra”, él se ofreció para detener “la carrera armamentista”. China, Irán y Rusia se lo agradecerán.

Poco le importará el contenido del último informe anual del Real Instituto Elcano que advierte sobre la debilidad de España ante la nueva realidad geopolítica que se abre con la presidencia Trump. En vez de preservar los intereses del país en el marco de una estrategia común que la Unión Europea está obligada a configurar, declara la guerra, no al fascismo planetario, ni al nuevo presidente, sino a los EEUU de América. Señalado por una política exterior y de defensa contraria a las posiciones de la comunidad atlántica, desprecia las exigencias del nuevo marco geoestratégico para el interés nacional. Va a lo suyo y sacrifica las relaciones exteriores del país para aliviar su situación política interior desesperada.

Sánchez despreció el valor para los españoles de la “seguridad colectiva”, de la que depende absolutamente la defensa de España, inviable hoy sin la participación de EEUU en la organización OTAN

Disparates propios de un gobierno basura en el que la organización del Estado la deciden independentistas y la Seguridad y Defensa, los del “OTAN no, bases fuera”. Con Sánchez, el PSOE abandonó definitivamente la posición atlantista, contra la que hacía tiempo trabajaban los comunistas que se habían ido incorporando al partido, especialmente desde la Fundación Alternativas. Hoy es un hecho que estos se han impuesto, en contradicción con la opinión muy mayoritaria de los españoles, que no son comunistas. En el Partido Socialista, de la lealtad a los compromisos con los aliados, hoy no quedan ni las raspas. Hasta Javier Solana se ha aquietado y no dice ni mu.

Pacifismo a la soviética, es decir, orientado a atacar a EEUU. En su intervención ante los embajadores, Sánchez despreció el valor para los españoles de la “seguridad colectiva”, de la que depende absolutamente la defensa de España, inviable hoy sin la participación de EEUU en la organización OTAN. Diplomáticos y militares saben que, por ejemplo, el Sistema de Defensa Antimisiles que nos protege, ubicado en Polonia, Rumanía y Rota, en España, no tiene alternativa y no sería viable sin la participación del país del que a partir de este lunes Trump es ya presidente.

Señor líder planetario del movimiento ultraderechista, se llama seguridad colectiva y está definida en el artículo 5 del Tratado de Washington que compromete a España: si atacan a uno de los aliados es como si atacaran a todos. Debería comprenderlo quien es denunciado en cada reunión de la Alianza como recalcitrante incumplidor del compromiso de gasto en defensa que afecta a los 32 países. España está obligada por el acuerdo reiterado en la Cumbre de Vilna a casi duplicar su actual presupuesto anual. ¡Y va de chulo!

Independencia judicial

Esta resolución de la Cumbre del año pasado iba dirigida a Sánchez para que se diera por aludido: “Celebramos que más de dos tercios de los aliados hayan cumplido su compromiso de destinar al menos el 2% del PIB al gasto anual en defensa”. Hoy todos saben -Trump, el primero- que el Gobierno sanchista nunca podrá cumplir porque sus socios anti-OTAN se lo impiden. Conviene recordarlo, porque un futuro como parte de una alianza transatlántica es la manera de garantizar libertad y seguridad a los españoles. Pedro Sánchez demostró en la Conferencia de Embajadores que él es más del chavista “yankis al carajo”.

Eso, a la vez que imita a Trump en sus ataques a la independencia judicial, a la prensa crítica y a todos los contrapesos imprescindibles en las democracias liberales. Paradojas del sanchismo-leninismo.