Con cero títulos académicos, Miriam Nogueras i Camero (Dosrius, Barcelona, 44 años) es la diputada con más poder del Congreso del Reino de España. Pone de rodillas a Pedro Sánchez con solo chascar los dedos; lo último que le dijo es que «moviera el culo y cumpliera con lo acordado» con su señorito de Waterloo. Esa expresión unida a la pronunciada por Puigdemont en el verano de 2023 mientras se negociaba la investidura amenazando al candidato a presidente de que «iba a mear sangre» para conseguir sus siete preciados votos, invita a pensar en algún trastorno escatológico en la cúpula de Junts. O tal vez fisiológico.

La noche del pasado lunes y la mañana del martes, la separatista negoció sin tregua con Bolaños y María Jesús Montero para que el decreto ómnibus se fileteara y se introdujera la inservible tramitación de la moción de confianza del jefe de Moncloa y avales para proteger a los propietarios de pisos okupados. Tan poderosa es Miriam, que ella y Puigdemont lograron que el presidente aplazara el Consejo de Ministros de ese martes dos horas hasta que la negociación in extremis concluyera. Mientras ella se pavoneaba de su predicamento ante los emisarios de Sánchez, los ministros tuvieron que esperar en una sala de Moncloa para que el jefe colgara el teléfono con el huido. De hecho, los miembros del Gabinete terminaron aprobando un microbús de 29 medidas (tras tirar a la papelera el ómnibus de 80) sin saber lo que avalaban. Eso sí, estaban seguros de que el microbús lo conducían Miriam y Carles. Of course.

Virreina plenipotenciaria de Puigdemont, Nogueras ha sido parlamentaria durante las dos últimas legislaturas y portavoz de Junts en la Cámara desde la marcha de la imputada Laura Borràs. Hija de una familia acomodada del textil catalán, sus padres la mandaron durante toda su adolescencia a aprender inglés a un país anglosajón. A lo visto por su deficiente castellano, le costó más normalizar la lengua oficial de su país que el idioma de Shakespeare. Nogueras estudió en Cataluña en una escuela catalanista y laica, pero el único título que sacó fue el de defensa del equipo de fútbol de su lugar de residencia, Cardedeu, donde sigue practicando este deporte en el grupo de veteranas. Llegó a matricularse en Comunicación audiovisual pero no terminó. Así que fue desde camarera a carnicera pasando por comercial textil, puesto del que le rescató Jordi Turull para incluirla en la lista electoral de 2015. Fue concejal por el PDeCAT desde su fundación hasta que se pasó a Junts en 2020. Desde entonces es la guardiana del legado de un forajido.