Carlos de Habsburgo-Lorena-El Debate
  • Tras la llamada telefónica realizada el 12 de febrero entre el presidente Putin y Trump se evidenció que la estructura en la que se asentó nuestra libertad occidental ha sido erradicada. A los ojos de dos presidentes de pensamiento totalitario, ahora el que impone la ley es el derecho de la potencia más fuerte

Todos recordamos aún con horror la retirada de las tropas norteamericanasy aliadas de Afganistán. Había personas colgadas de las ruedas de los aviones de transporte que murieron al caer, y miles de afganos y sus familias, que habían ayudado a Estados Unidos como traductores y en otras tareas, aunque se les había prometido, en vano, una vida futura en Estados Unidos, en realidad fueron perseguidos y asesinados por el régimen de Kabul.

Todo esto parece un destino verosímil actualmente para Ucrania en el futuro. Hemos visto en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania cómo el ocupante trata a la población, con genocidio físico y cultural, unido a secuestros de miles de niños para su «reeducación» y tortura.

Sin embargo, lo que ocurre en Ucrania nos afecta a los europeos de un modo mucho más directo: La guerra rusa contra Ucrania no es una guerra entre países y potencias, sino entre una ideología liberal occidental y una mentalidad criminal sumamente totalitaria impulsada por Rusia.

La situación se ha visto profundamente agravada después de que el presidente de Estados Unidos se pusiera de parte de Rusia hasta el punto de utilizar todos los falsos argumentos rusos para su propio discurso.

En este tercer aniversario de la invasión en toda regla de Ucrania por parte de Rusia nos enfrentamos a graves consecuencias, no solo para nuestro ordenamiento jurídico internacional, sino también para nuestra estructura de seguridad europea. Tras la llamada telefónica realizada el 12 de febrero entre el presidente Putin y Trump se evidenció que la estructura en la que se asentó nuestra libertad occidental (basada en el Estado de Derecho, el respeto de las fronteras soberanas y los verdaderos principios democráticos) ha sido erradicada. A los ojos de dos presidentes de pensamiento totalitario, ahora el que impone la ley es el derecho de la potencia más fuerte. Si Putin y Trump se ponen de acuerdo en algo, el resto del mundo tiene que callar y obedecer.

¿Cuáles son las consecuencias inmediatas? Todos los Estados totalitarios, como Corea del Norte e Irán, obtendrán y prepararán de inmediato bombas nucleares, ya que pueden entender que el argumento nuclear es ahora el argumento definitivo en todas las disputas. Si Ucrania no hubiera renunciado a sus dispositivos nucleares en 1994 a cambio de una garantía de seguridad que nunca se materializó, la guerra actual no habría acontecido. Las décadas de negociaciones y argumentos internacionales sobre la no proliferación nuclear han caído en saco roto.

¿Qué implica la fatídica llamada telefónica del 12 de febrero para una importante institución de derecho internacional como la Corte Penal Internacional (CPI), reconocida y apoyada por 125 países miembros de todo el mundo? Sus empleados del área jurídica están siendo acosados por instituciones estadounidenses y sometidos ilegalmente a sanciones por hacer su trabajo.

Pero, ¿qué significa la llamada del 12 de febrero para Europa? Si los europeos no unimos nuestras voces, nos quedamos marginados y dejamos de estar presentes en la escena mundial. Esperamos que esa llamada del 12 de febrero actúe como un toque de atención para Europa: crear un verdadero Ministerio de Asuntos Exteriores para la UE y adoptar a toda prisa una Iniciativa Europea de Defensa Integrada que funcione.

En contra de lo que pretende el presidente Trump, Europa en su conjunto ha sido el mayor contribuyente financiero a la seguridad en Ucrania. Además, cuenta, sin ninguna duda, con los medios necesarios para contrarrestar de forma creíble las amenazas de Rusia, y no sólo en el ámbito convencional, sino también en el nuclear, gracias a las fuerzas de Francia y el Reino Unido ¡si actúa unida y decidida!

Donald Tusk, el primer ministro polaco con amplia experiencia en el papel totalitario de Rusia, va al grano en sus recomendaciones: Sin tener en cuenta las maniobras de EE.UU.

• Debemos utilizar los activos rusos congelados para financiar nuestra ayuda a Ucrania;

• Reforzar nuestra vigilancia aérea, el Baltic Sentry y las fronteras de la UE con Rusia;

• Adoptar rápidamente nuevas normas fiscales para financiar la seguridad y la defensa de la UE

• ¡Y hagamos todo esto sin demora!

En este tercer aniversario de la invasión criminal de Ucrania debemos hacer un llamamiento a la unidad de todas las fuerzas positivas que creen en la libertad, la democracia y el Estado de Derecho. Todo esto no sólo existe en Europa, sino también en muchos otros lugares del mundo. Tengan la completa seguridad de que todos los países, desde Taiwán a Corea del Sur, pasando por Georgia, Moldavia, Groenlandia y Panamá, están observando con la máxima atención lo que está ocurriendo en estos momentos con nuestros valores occidentales.

  • S.A.I.R. el Archiduque Carlos de Austria es el jefe de la Casa Imperial de Austria y Real de Hungría