- Mejor no seguir engañándonos: sumar los hipotéticos escaños de PP y Vox en las encuestas es un error puesto que el PP no piensa alcanzar tal alianza
Osea, hay gente que no puede instalar mesas informativas. No poder significa aquí algo grave y fáctico, no opinable: todas las formaciones políticas, desde los albaceas de la ETA hasta el PP, señalan a unos apestados. Son los enemigos del pueblo, tan insistentes con su hallazgo de la bacteria que contamina el agua. ¡Con la de problemas que eso causaría si se airea! No habiendo leído a Orwell, tampoco creo que Feijóo haya visitado a Ibsen, así que cuéntenselo ustedes. O no, tampoco iba a hacer efecto. Es el caso que el ministro de la Oposición y líder del PP calla. Los señalados aún no pueden creer lo del apoyo del PP a una amenaza redactada por sombríos beneficiarios de quienes asesinaron a sus concejales y parlamentarios. Los señalados recuerdan los tiempos en que formaban parte del PP, cuando se disparaba en la nuca a sus concejales y parlamentarios. Los señalados, que se juegan la piel en cada carpa, pensaron que tanta infamia era impensable, y que el concejal del PP en Rentería, donde el balneario de Ibsen, sería desautorizado. Si no, el PP devendría lo PP. Los señalados esperaban mentís inequívocos, sin ambigüedades viscosas a lo Évole, desaprobaciones en cadena que brotarían de cargos provinciales, autonómicos y nacionales sin esperar al pronunciamiento de Feijóo. Y luego el de este (aunque siempre tarde) sería nítido; llegaría en forma de expulsión por el insulto de uno de sus concejales a los mártires del PP en el que un día estuvieron todos unidos. ¿Cómo llamamos a avalar el señalamiento de unos verdugos?
Lo PP. De un lado, los cargos orgánicos e institucionales del partido, como un solo hombre encogido, han esperado a ver qué decía Feijóo. Y Feijóo no ha dicho nada. En consecuencia, es el PP, y no un concejal asilvestrado con síndrome de Estocolmo, quien firma lo que dicta la ETA tuneada. Es un irreconocible PP el que propicia el acoso, los insultos, las amenazas de muerte, la exhibición de odio de una piara salvaje contra Vox. Al comprender esta triste realidad, he visto la luz: todas las previsiones sobre la España posterior a unas elecciones están basadas en una premisa falsa, y es urgente que se tome conciencia, mejor no seguir engañándonos: sumar los hipotéticos escaños de PP y Vox en las encuestas es un error puesto que el PP no piensa alcanzar tal alianza. La actitud del PP con Vox, su cordón sanitario en Bruselas, no son propios de un previsible aliado sino de quien persigue tu exterminio como partido. (Habrán resbalado en el exterminio simbólico, de ahí lo de Bildu). El PP piensa gobernar con el apoyo externo del PSOE, con tiempo para borrar a Vox del mapa como hizo con Ciudadanos, valiéndose de la plural USAID española que unta a los medios hasta dejarlos como un sándwich de miel del oso Yogui. Hay que votar informado, dejen de soñar con un pacto que repugna al PP más que Bildu. Su papeleta pone PP-PSOE.