- Damos por descontado que la izquierda feminista pondrá a parir al PSOE, por el sórdido machismo de Ábalos, y también a Podemos por encubrir a dos babosos
El sábado llegará la jornada ritual del 8-M. Hace cinco años la manifestación fue sonada. El «Gobierno feminista» lo dio todo y la alentó cuando ya poseía datos de que el coronavirus estaba disparado. La causa era más importante que las vidas de las personas (de hecho Sánchez decretó el estado de alarma inconstitucional solo seis días después de la gran marcha).
La mismísima Bego, hoy cuádruple imputada, sostenía la pancarta canturreando lemas feministas entre saltitos, a la vera de Marisu y Nadia (fenómena premiada con un chollazo europeo que nos aseguraba entonces que la covid no se notaría en la economía, prefacio de la mayor toña del PIB de toda la OCDE). En otra protesta paralela desfilaba el podemismo. Al frente iba Irene Montero, promocionada en política por un dedazo de su barbada pareja, que vestía una camiseta morada con el lema «solo sí es sí». Algunas pancartas se choteaban de la covid, que mataría a miles de españoles: «El verdadero virus es el patriarcado».
Qué gran jornada de lucha el 8-M de 2020. Pero la causa del feminismo izquierdista, lo que ya se conoce como el «charismo», no puede dormirse en los laureles. Tenemos que seguir luchando. En fechas recientes han sucedido hechos que nos obligan a reaccionar y que a buen seguro marcarán las manifestaciones del sábado.
Imagino, compañeras, que ya estaréis preparando las pancartas poniendo a parir a Irene, pues su gloriosa ley del ‘solo sí es sí’, nacida al calor de la Manada de Pamplona, acaba de servir para rebajar las penas de la mismísima Manada, mostrando la pericia jurídica que adorna a la hacendada de Galapagar.
Damos por descontando que la izquierda feminista será en las manifas extremadamente dura con Sánchez, por colocar como número dos del «Gobierno feminista» a un ministro salido de los astracanes de Esteso y Pajares —con perdón para los esforzados cómicos—, que contrató a una pro en dos organismos del Estado, que se la llevó a una docena de viajes oficiales por medio mundo y que le pagaba sus cosas con fondos de una trama de mordidas. ¡Viva el feminismo casposo del PSOE!
Estamos seguras de que el «charismo» le arrerá también duro a las traidoras a Ione, Irene y Yolanda. Además de rebajar las penas de casi mil violadores con su burramia legislativa, resulta que estas pájaras se hiceron las longuis cuando llegaban las quejas contra los baboseos de Errejón y Monedero, que al parecer estaban más salidos que una fila de coches aparcados en triple fila. La cúpula de Unidas Podemos y Sumar calló para protegerlos. Traición en toda regla a la causa.
Esperamos también un camponcillo para la muy feminista Begoña, por recurrir al enchufe heteropatriarcal del bueno de Peter para que le consiguiese un chollo en la Complutense, poniéndole además el presidente y camarada a una funcionaria de la Moncloa a su servicio, como si esta mujer, fuerte y libre, no se valiese por sí sola.
Imaginamos que el sagaz «charismo», de acendrado espíritu crítico, se habrá percatado ya de que el feminismo de Sánchez es un camelo. Pues en realidad desde que llegó al poder su persona de confianza, su vicepresidente a efectos reales, es siempre un gachó, primero Ábalos y ahora Bolaños, y su núcleo duro monclovita es modelo pandi de chicos.
Amigas, camaradas, compañeras… el feminismo del PSOE y Podemos ha resultado al final más falso que un Trolex del top-manta. Así que estamos convencidos de que no tendréis el menor reparo en denunciarlo, porque por supuesto los derechos de las mujeres los situáis muy por encima de vuestras filias sectarias (¿o no?).