- Pedro Sánchez por fin se ha acordado de llamar a la Moncloa a Alberto Núñez Feijóo. Lleva quince meses sin hablar con él de nada. Y no será porque no haya nada de qué hablar. Pero aún así nos cuentan todo el tiempo que PP y PSOE son la misma cosa. Qué ojo clínico
Es buenísimo que los europeos por fin nos hayamos caído del guindo y ahora admitamos que debemos tener nuestro propio Ejército. Llevamos más de un siglo gorroneando a los norteamericanos sus Fuerzas Armadas para garantizar la estabilidad y las libertades en la parte de Europa que estaba hasta ahora aliada con Washington. En ambos partidos norteamericanos ha habido a lo largo de los años relevantes dirigentes partidarios del aislacionismo, pero como ya se ha comentado aquí, lo que representa Trump es la antítesis de lo que fue Ronald Reagan: Reagan priorizaba el libre comercio y las libertades de los ciudadanos y Trump antepone el uso de los aranceles –al menos para negociar– y le da igual si su interlocutor es una dictadura. Le es indiferente la democracia europea frente a la tiranía moscovita o pequinesa.
En este contexto Pedro Sánchez por fin se ha acordado de llamar a la Moncloa a Alberto Núñez Feijóo. Lleva quince meses sin hablar con él de nada. Y no será porque no haya nada de qué hablar. Pero aún así nos cuentan todo el tiempo que PP y PSOE son la misma cosa. Qué ojo clínico. ¿Por qué Sánchez requiere ahora a Núñez Feijóo?
Éste de Sánchez es uno de los ejercicios de poder más patéticos de la historia de la democracia en Occidente. A pesar de intentar escaparse por cualquier alcantarilla con el compromiso de incrementar los gastos en defensa ahora que no hay la garantía de un apoyo de Estados Unidos frente a Rusia, ahora todos los europeos menos Víctor Orbán parecen estar de acuerdo en que hay que progresar hacia un ejército común europeo. Albricias. Tuvimos que pasar una enésima guerra en los Balcanes de casi una década resuelta por Estados Unidos y no movimos un dedo por paliar la falta de capacidad propia de defensa. Ni aunque dos de los estados independientes resurgidos de esa guerra sean hoy miembros de la UE: Croacia y Eslovenia. Y en 2014 Rusia se quedó con Crimea, como antes lo había hecho con otros territorios de la antigua Unión Soviética, y no hicimos nada. Y en 2016 Trump llegó a la Casa Blanca por primera vez advirtiendo que él no estaba en el escenario de pagafantas. Y Europa no hizo nada. Y ahora las prisas son tales que hasta Sánchez tiene que ver cómo viste el santo. Cómo será la cosa que se ha inventado esa paupérrima declaración de que llegar al 2 por ciento del PIB en gastos de defensa, objetivo que había programado para 2029, debe adelantarse. Así, genéricamente. Sin más. No dice ni cuándo ni cómo.
Con la responsabilidad que corresponde al jefe de la oposición, Núñez Feijóo ha aceptado reunirse con Sánchez. Lo fabuloso es que lo que pretende Sánchez es que, como carece de una mayoría –que según dice le dieron los españoles en las últimas elecciones– ahora tiene que ser el PP quien le otorgue esa mayoría. Es decir, el partido que ganó las elecciones tiene que mantener en el poder al partido que quedó segundo porque si no, éste no puede sacar adelante leyes vitales. Y dos huevos duros.
Y no sólo es eso. Cabe suponer que Sánchez, para que España pueda proveer la ingente cantidad de dinero que se requiere, pretenderá sacar adelante unos presupuestos generales del Estado. O ¿de dónde va a salir el dinero para incrementar el gasto en defensa? Cree alguien que Junts, PNV, ERC o Bildu van a aprobar el notable incremento presupuestario para el Ejército de España. Es que me da la risa. Sánchez sabe que lo que le exigen nuestros socios europeos es inviable con la mayoría que tiene. Pero como no está dispuesto a renunciar a su puesto en ninguna circunstancia porque lo cree una propiedad adquirida a perpetuidad, le veremos circular por Europa diciendo que no puede contribuir lo que debe porque el PP no quiere hacerlo.
Y esperemos a ver si lo que quiere no es que se agrave la situación militar para no convocar elecciones en 2027 con la excusa de que tampoco Churchill las convocó en 1944. Lo dejo dicho aquí el 9 de marzo de 2025. Tiempo al tiempo.