• El principal analista de Eurasia Group asegura que a partir del castigo del 34 % de los aranceles de Trump, el gigante asiático, prácticamente, sufre los mismos efectos que con porcentajes mayores

China se acerca a un escenario en el que no tiene «nada que perder». Dan Wang, director para China de Eurasia Group, lo afirma sin dudar y lo razona: imponer aranceles del 125 % a las importaciones chinas en Estados Unidos tiene, prácticamente, el mismo efecto para el gigante asiático que aplicarle entre el 35 y el 40 %. Dicho de otro modo, en ambas situaciones supone la ruptura de relaciones comerciales.

«El margen de beneficio del sector exportador chino (para sectores con alto valor añadido) ronda el 30 % o el 40 %. Si EE.UU. impone aranceles superiores al 35 %, estaría eliminando la mayor parte de sus beneficios. Que el arancel sea del 70 % o del 100 % no tendrá importancia porque básicamente ya impide que China comercie, al menos directamente, con Estados Unidos», señala en un informe, al que ha tenido acceso Efe, el experto Dan Wang, director para China de Eurasia Group.

Según Wang los exportadores chinos optarán por buscar mercados alternativos, especialmente en el Sur Global, y reducir los envíos directos a Estados Unidos. Y es que, para sortear tasas, muchas empresas chinas reexportaban sus productos a través de países como Vietnam.

Si el yuan se mantiene estable frente al dólar, los estadounidenses soportarán costes más altos que los exportadores chinosDan WangDirector para China de Eurasia Group

«Pero si el yuan, la moneda china, se mantiene estable frente al dólar, los consumidores estadounidenses acabarán soportando costes más altos que los exportadores chinos», agrega.

Pekín insiste en que no cederá ante Trump en materia de política comercial y respondió a los aranceles del 34 % a los productos chinos anunciados por el presidente Donald Trump el 2 de abril con la imposición de ese mismo porcentaje a los bienes estadounidenses.

Tras el contraataque chino, el republicano amenazó y aplicó un 50 % adicional, lo que eleva el total de gravámenes sobre los bienes chinos al 104 %, antes de subir su ofensiva ayer y elevarlo hasta el 125 %. En este escenario, la escalada en la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo sigue su curso ascendente a un ritmo extraordinario.

En un tono despectivo, Trump se adelantó y aseguró que Pekín quiere un acuerdo sobre aranceles «desesperadamente», pero según el presidente de Estados Unidos, no sabe «cómo empezar» a negociar. Dicho esto, destacó que la Casa Blanca espera la llamada del presidente chino, Xi Jinping. El matiz, quizás, invita a pensar que, en realidad, Trump necesita una excusa que le permita dar marcha atrás y ceder con su genuino adversario comercial para no perjudicar más a los estadounidenses.

En este contexto, el presidente de Estados Unidos se burló de los países que le llaman para renegociar los aranceles y calificó el gesto como un acto de adulación: «Me están besando el culo.» (sic)

De telón de fondo, en las futuras e inevitables conversaciones, asoma el futuro de la aplicación TikTok en EE.UU., Trump exige desligar de su matriz a la china ByteDance, para poder operar en territorio estadounidense. Es decir, que su control y gestión esté en manos de Estados Unidos.