Editorial-El Correo

En un momento en el que el descalabro provocado por Donald Trump ensombrece el futuro económico inmediato, Pedro Sánchez anuncia un acelerón en Defensa para que España alcance este año el 2% del PIB en este capítulo, que absorbe ahora el 1,4%. Con los Presupuestos Generales del Estado prorrogados desde 2023 y sin respaldo para presentar un nuevo proyecto, el presidente asegura que el aumento de la inversión en seguridad, de 10.470 millones -con un horizonte total de 33.000 millones- no repercutirá en el gasto social, ni en el déficit, ni exigirá mayor presión fiscal. En la comparecencia prevista en el Congreso, el jefe del Ejecutivo deberá detallar este enorme esfuerzo, exigido por las obligaciones de la pertenencia a la Unión Europea y a la OTAN, las amenazas a las que pretende responder y hasta qué punto ayudarán a financiarlo el crecimiento que augura el FMI o la expectativa de mecanismos europeos. Cabe exigir tanto al Gobierno como a la oposición que esmeren la pedagogía hacia la ciudadanía. Y en el caso de las fuerzas políticas opuestas a la compra de material bélico, dentro y fuera del Gobierno, argumentos más ambiciosos que el eslogan de una camiseta.