Ana Martín-El Debate
- España se quedó en la oscuridad y el presidente fue incapaz de explicar en todo el día qué hay detrás
- Ocho comunidades solicitaron el nivel 3 de emergencia con el recuerdo de la DANA presente
La cuarta economía de la zona euro, la que la semana pasada presumía de ser la única -de entre las grandes- que se había librado de las revisiones a la baja del FMI por la guerra arancelaria, se quedó este lunes a oscuras. Como si fuese Cuba. Pero en el corazón de la UE. Y con Marruecos y Francia acudiendo al rescate para que el norte y el sur de España, al menos, recuperan la electricidad cuanto antes.
Un insólito apagón general registrado a las 12.33 horas sumió toda España y también Portugal en tinieblas durante horas, provocando un desconcierto general alentado por la tardanza del Gobierno en comparecer y por la escasez de explicaciones. Pedro Sánchez hizo una primera comparecencia ante la prensa a las 18.00 horas en la que se limitó a pedir a la ciudadanía que no especulara y que se informara por los «canales oficiales», y una segunda a las 23.00 horas en la que únicamente señaló cuál había sido el origen, pero no la causa: una súbita pérdida de 15 gigavatios de energía, el equivalente al 60 % de la demanda de energía en ese momento. «Se están analizando todas las causas potenciales sin descartar ninguna hipótesis, ninguna posibilidad», fue todo lo más que explicó.
No obstante, el presidente prometió que los españoles sabrán lo sucedido, aunque los escenarios que se abren delante de él son muy distintos en función de lo que sea que haya pasado. Si los técnicos descubren que fue un fallo imputable a la red española de suministro, Sánchez deberá dar muchas explicaciones. Si por el contrario se trató de un ciberataque o de un sabotaje, el presidente no dudará en utilizarlo en beneficio de su plan unilateral de rearme. Porque si de algo ha hablado en estos meses es de las «amenazas híbridas», como insistió el pasado martes en la Moncloa, al presentar ese gasto extra de 10.147 millones de euros en defensa.
Nivel 3 de emergencia en ocho regiones
Para cuando Sánchez compareció anoche, ya hacía horas que los presidentes del Congreso y del Senado habían suspendido toda la actividad de las Cortes durante lunes y martes, y ocho comunidades autónomas habían solicitado declarar el nivel 3 de emergencia al Gobierno, al verse sobrepasadas por los problemas de movilidad y conectividad generados por el apagón. Y, sobre todo, al tener demasiado vivo el recuerdo de lo ocurrido en Valencia con la DANA, cuando el Ejecutivo central rehuyó la posibilidad de declarar la emergencia de interés nacional para que Carlos Mazón asumiera en solitario el desgaste de tamaña tragedia.
Rompieron el hielo la Comunidad de Madrid, Andalucía y Extremadura y después se fueron sumando Murcia, La Rioja, Galicia, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. «Es increíble que España se pueda quedar literalmente a oscuras», señaló la presidenta madrileña en una entrevista en Telecinco, en la que además lamentó que el país se haya dejado llevar por «la ideología y el sectarismo para no tomar reformas profundas». El mando único queda en manos del Ejecutivo central y de su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Cuando se produjo el apagón, el presidente y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, se trasladaron al centro de control de Red Eléctrica Española para saber qué estaba pasando. Dos horas y media después de la incidencia, a las 15 horas, Sánchez convocó en la Moncloa una primera reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad Nacional. En ella participaron las vicepresidentas María Jesús Montero y Sara Aagesen, así como los ministros de Asuntos Exteriores, Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Defensa, Interior, Transportes, Industria, Sanidad, y Transformación Digital, así como el jefe del Estado Mayor de la Defensa, la directora del CNI y la del Departamento de Seguridad Nacional.
A esa hora reinaba el caos en las estaciones de tren, aeropuertos y carreteras de toda España, y pudo haber sido peor de no ser porque los hospitales y otras infraestructuras críticas siguieron funcionando gracias a sus sistemas eléctricos de contingencia. Y por el despliegue de unos 30.000 policías nacionales y guardias civiles, más los efectivos de las policías municipales y autonómicas, así como de los bomberos y de Protección Civil movilizados por los ayuntamientos, las diputaciones y las comunidades.
El Gobierno aseguró estar en contacto con el Rey, las comunidades autónomas, los grupos parlamentarios y sus socios europeos y de la OTAN. No obstante, Alberto Núñez Feijóo deslizó que el Ejecutivo no estaba proporcionando información suficiente y Vox directamente denunció que con ellos no se había puesto en contacto. «Es muy importante que al apagón eléctrico no se sume un apagón informativo del Gobierno», sostuvo el líder de la oposición en una declaración facilitada a los medios. En ella, Feijóo ya anticipó que el Gobierno no podrá correr un tupido velo sobre un hecho de tanta gravedad. «El paso siguiente será hacer balance de lo que ha ocurrido y de responder al antes y después que necesariamente tiene que ser esta emergencia nacional», añadió.
A las 19 horas se produjo una segunda reunión del Consejo de Seguridad Nacional. Para entonces, el país iba recuperando muy lentamente el suministro eléctrico, que no la normalidad. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habló con Sánchez para ofrecerle ayuda ante un apagón insólito en la UE. También el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. «Durante los años de guerra y ataques rusos contra nuestro sistema energético, Ucrania ha ganado una importante experiencia sobre problemas eléctricos, incluidos apagones», escribió éste en X.
Este miércoles a las 9 horas habrá en la Moncloa una nueva reunión del Consejo de Seguridad Nacional, la tercera en 24 horas. En esta ocasión, presidida por Felipe VI, que ha suspendido el viaje que él y la Reina Letizia tenían previsto a Jaén. El presidente confió anoche en que toda España tenga luz este martes. A él le toca arrojar luz sobre lo sucedido. Mucha.