Antonio Jiménez-El Debate
  • Portavoces como Gabriel Rufián, no solo no afea a Sánchez el hedor que se desprende de su muladar sino que le advierte sobre un imaginario «golpe de Estado blando» del que está siendo víctima por parte de jueces, policías y medios para que les ponga firmes

Dios los cría y ellos se juntan. Y !vive Dios que se juntaron, vaya que sí! Pedro, José Luis, Koldo y Santos, los cuatro del Peugeot, hicieron las Españas para asaltar la Secretaría General del PSOE, a golpe de kilómetros, urdiendo la metamorfosis de un partido socialista devenido en ‘sanchista’ al servicio del César Pedro con licencia para dinamitar consensos de Estado y pactar, con el fin de conseguir el poder, con los golpistas que pretendieron romper España y con los que jalearon a los terroristas que habían sembrado de víctimas inocentes, también socialistas, los días de la Transición, hasta bien entrado este siglo.

Y una vez instalados y atrincherados en el partido y en el Gobierno, ¿qué se podía esperar de una banda pillada «in fraganti» con una urna camuflada para dar un pucherazo que la aupara a la dirección del partido, sino toda suerte de ejercicios trileros, mangancias y medidas despóticas y autoritarias para lucrarse personalmente y perpetuarse en el poder a costa de socavar libertades y democracia? Que es lo que están haciendo.

Y, por supuesto, podíamos esperar todo lo que la justicia investiga en relación con el nepotismo, el tráfico de influencias y la prevaricación que rezuman los casos de Begoña, la mujer del César que aprovecha su influencia y poder para desarrollar actividades y negocios privados con asistencia de una secretaria pagada con presupuesto público, y de su hermano David, el enchufado hermanísimo, con los dos pies en el banquillo de los acusados.

Y luego están los mariachis del Peugeot que conducía el «último aizkolari socialista, un referente contra las políticas de la derecha», como definió Pedro a Koldo, y su lugarteniente en el partido, Ábalos, su brazo armado para ejecutar órdenes y marcar a los barones discrepantes que osaran cuestionar sus infames pactos con el independentismo y los bildutarras, como revelan los whatsapps publicados.

A José Luis y Koldo les cundió vivaquear a la sombra del poder del César para llevárselo calentito con las mascarillas o con el rescate de Air Europa , mientras hacían del Ministerio de Transportes su finca particular para colocar sobrinas, viajar y patrimonializar Paradores, como cualquier dictadorzuelo bananero. El cuarto en discordia de la «banda del Peugeot», ahora también conocida como la del Galgo de Paiporta, es Santos Cerdán, el fiel correveidile del César que en su nombre se ha puesto de hinojos ante Puigdemont, en Suiza y Waterloo, tantas veces como ha hecho falta para conseguir su apoyo y permitir que el jefe de la banda siga morando en la Moncloa.

A Santos , actual lugarteniente de Sánchez, la UCO, Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, también le señala como cobrador de supuestas mordidas y comisiones de la trama. Si las pruebas que la UCO entregará al Supremo en un voluminoso y documentado informe le comprometen tanto como se está sugiriendo, ¿hará que un Sánchez cercado también por la presunta corrupción de su actual número dos en el partido y por las sospechas que se desprenden del rescate presuntamente irregular de Air Europa, arroje la toalla y decida poner fin a la legislatura?

La pregunta puede ser oportuna pero definitivamente retórica y se contesta por sí misma dependiendo de un trilero como Sánchez. No hay la menor duda de que seguirá encastillado en la Moncloa por más acorralado que se vea por las investigaciones judiciales en marcha. A su favor cuenta con el apoyo servil y vergonzante de la Fiscalía, como se ha visto en el caso de su hermano, devenida en una prolongación del Gobierno que preside y en abogado defensor de sus cuitas familiares e intereses políticos. Y sobre todo cuenta con el favor de un nutrido aparato de propaganda y medios con TVE ,convertida en la «gaceta de Ferraz y Moncloa», al frente del «equipo de opinión sincronizada» que actúa , prietas las filas, con la prontitud y disciplina que les marcan los voceros monclovitas.

Sin olvidar el silencio cómplice y connivente con la corrupción sanchista, del entramado Frankenstein que le apoya en el Congreso y no expresa reproche o crítica alguna sobre las presuntas tropelías y desmanes que se están publicando en paralelo a las investigaciones judiciales. ¿Dónde están los podemitas, peneuvistas, indepes o bildutarras que acosaban a Rajoy por los trajes de Camp o por el enriquecimiento de Bárcenas y ahora callan como difuntos sobre las andanzas de Begoña Gómez, ética y políticamente impresentables al margen de que sean ilegales o no, el enchufe del «hermanísimo» o las corruptelas de Ábalos que salpican a varios ministros ?

Muy al contrario, portavoces como Gabriel Rufián, no solo no afea a Sánchez el hedor que se desprende de su muladar sino que le advierte sobre un imaginario «golpe de Estado blando» del que está siendo víctima por parte de jueces, policías y medios para que les ponga firmes. Cosa que dice todo sobre las nulas convicciones democráticas del ridículo portavoz de ERC con vocación de monologuista de «todo a cien». Nada extraño, por demás, tratándose de rufianes de la política como Pedro, jefe de la Banda del Galgo, y Gabriel, el bufón del independentismo y del sanchismo, que comparten los mismos tics autocráticos e iliberales, incompatibles con la división de poderes, la independencia de la justicia y la libertad de información.