Javier Fernández Arribas-El Correo
- Queda demostrada la operatividad israelí y la grieta enorme de seguridad interna de los iraníes.
Era un secreto a voces y llegó. Israel ataca Irán para detener el programa nuclear secreto del régimen de los ayatolás. No era un momento de especial tensión y amenazas. Incluso los iraníes y los norteamericanos del imprevisible Donald Trump negociaban una salida para el programa nuclear que Teherán siempre ha reivindicado para asegurar el suministro de energía. Sin embargo, el objetivo del régimen iraní de lograr armas nucleares ha significado siempre una grave amenaza. No solo para Israel y su aliado Estados Unidos y países europeos, los vecinos árabes han sido siempre las piezas más ansiadas por la ambición expansionista de la revolución islámica que centraba su propaganda en la destrucción del Estado de Israel mientras incrementaba su influencia regional financiando y armando grupos afines como Hamás en Gaza, Hezbolá en Líbano, los hutíes en Yemen y varias milicias en Siria y en Irak.
En poco más de 48 horas conocimos la primera resolución en 20 años del Organismo Internacional de Energía Atómica contra Irán por no cumplir sus obligaciones de no proliferación nuclear. Al tiempo, Estados Unidos evacuaba efectivos diplomáticos de la región y la Guardia Revolucionaria de Irán advertía que estaba preparada para una guerra a cualquier nivel. Esta vez no se trató de una escaramuza como hace unos meses, Irán había acelerado en secreto su programa nuclear y se encontraba casi al 90% lo que le permitía ensamblar nueve bombas nucleares, al tiempo que se conocía el plan para la destrucción de Israel que los ayatolás habían preparado desde hacía años y que fue desbaratado por la indisciplina de Hamás de atacar por su cuenta el 7 de octubre de 2023.
Impresionan los detalles de las tres fases del primer ataque contra objetivos militares y la muerte del jefe de la Guardia Revolucionaria iraní. Muchos meses de preparación, infiltración del Mossad en territorio iraní con armamento, camiones con drones y sistemas para neutralizar las defensas antiaéreas de misiles rusos SAM demuestran una gran operatividad israelí y una grieta enorme de seguridad interna de los iraníes. Las Fuerzas de Defensa de Israel ofrecen todo tipo de información para explicar y justificar la operación denominada León Ascendente, que continúa, y aseguran que van a llegar hasta el final para neutralizar la amenaza iraní y son conscientes de los daños que pueden sufrir por las represalias de un régimen en muchas dificultades. Otra cuestión será comprobar si interesa o no acabar con el enemigo en la región. Estados Unidos y Arabia Saudí también deciden.