Jesús Cacho-Vozpópuli
- «El prodigio del electricista de Milagro, un especialista en enchufes, es haber hecho a Sánchez presidente del Gobierno»
“Si los catalanes tenemos memoria y somos justos, algún día, en algún pueblo o ciudad catalana podremos transitar por la calle de Santos Cerdán. Este político, hasta hace nada casi desconocido para el gran público, ha sido la revelación de la negociación que, si nada se tuerce (no lo descarten), la semana que viene volverá a hacer presidente a Pedro Sánchez”. Esto escribía hace año y medio un tal Jordi Évole en La Vanguardia ex Española, exactamente en diciembre de 2023. Y, en efecto, como dice Évole, uno de los más conspicuos felpudos del nacionalismo catalán, Cerdán volvió a hacer presidente a Sánchez. Nacido en el pueblo navarro de Milagro hace 56 años, hijo y nieto de militantes socialistas, Santos nunca destacó con los libros, que el niño era más bien romo, de modo que una FP de Electrónica vino a solucionarle la vida como electricista, “técnico de mantenimiento” en una fábrica de congelados, aunque el destino le tenía reservados mayores metas a la sombra del partido del puño y la rosa. El prodigio del electricista de Milagro, un especialista en enchufes, en efecto, es haber hecho a Sánchez presidente del Gobierno de España. A cambio Sánchez le hizo secretario de organización del PSOE y uno de sus hombres de máxima confianza, un miembro de la famosa “banda de los cuatro”, también conocida como “la banda del Peugeot”.
Pedro finge asombro cuando se entera de que su querido Santos es un chorizo
No es extraño que con tan extraordinario currículum académico Santos contactara de forma tan íntima, tan intensa, con el yerno de Sabiniano Gómez, dueño de unas saunas gay cuya hija lleva la contabilidad, hija que se enamora de un apuesto mocetón con una carrera política prometedora en ese cul de sac en que se ha convertido el PSOE tras el apocalíptico final de Felipe, el fiasco de Almunia y Rubalcaba y la salida por la puerta de atrás de un miserable apellidado Zapatero. Y el dueño de las saunas decide, amor de padre, patrocinar la carrera de su futuro yerno. Un negocio algo sórdido, cierto, pero que da de comer, y muy bien, a la familia, que de algo hay que vivir. Y ese padre solícito apuesta por el novio pintón de su niña, y ese novio guapo toma nota, se entera del business, lo apura. Es un caso parecido al de Iñaki Urdangarin, el balonmanista del Barça que, casado con una infanta de España, pronto empezará a hacer por su cuenta y riesgo las mismas cosas que ha visto hacer en casa, en el domicilio de Cristina de Borbón, el manejo de las mercaderías que en Palacio se transaban, la gente muy principal que por allí desfilaba trayendo regalos, pidiendo favores, trasegando pasta. Urdangarin alucina cuando lo detienen. Yo no he hecho nada que no haya visto hacer mil veces y gratis total, sin jueces ni policías de por medio. Con total impunidad. Y Pedro finge asombro cuando se entera de que su querido Santos es un chorizo. Es el espíritu de la sauna. La norma de esta España desvencijada y reñida con cualquier tipo de valores morales. Pedro pone cara de cordero degollado para impostar inocencia y probablemente Pedro se echará a llorar, consumado cínico, el día que la Guardia Civil le conduzca esposado al calabozo.
El escuadrón de la Opinión Sincronizada no ha podido por menos de rendirse a la evidencia, pero ahora la consigna versa de que el Gran Capo no sabía nada, ergo es inocente, el virtuoso Capo estaba en otras cosas, mayormente en la destrucción del régimen constitucional del 78. Por ahí va Enric Juliana, también en La Vanguardia ex Española, según el cual “El Gobierno no estaba al corriente del alcance de esa investigación. Esta es una de las pocas verdades sobre las que hoy podemos estar seguros”. Los sinvergüenzas de la Sincronizada nos siguen considerando tontos de baba. El muchacho de la sopa boba habla del “shock político del jueves, con comparecencia de Sánchez en la sede del PSOE pidiendo perdón a los españoles por las andanzas de sus dos secretarios de organización. Cariacontecido. Visiblemente tocado”. Y en El País Elordi Cué, fiel escribidor de Moncloa, escribe que “Sánchez ha demostrado un nivel de desinformación impensable para un presidente del Gobierno. En su entorno insisten en que no supo nada concreto del demoledor informe de casi 500 páginas hasta que no lo publicó la prensa. Ni él ni su ministro del Interior, Grande Marlaska, tuvieron ningún tipo de información”. Y a renglón seguido: “Santos me ha mentido en toda la cara, es increíble, me ha engañado durante años”. El jefe de los ladrones no sabía que sus chicos robaban. Sánchez y sus limpiabotas nos creen mermados, disminuidos mentales. Sin embargo, ese mismo Sánchez se dio prisa en enterarse de que el novio de Isabel Díaz Ayuso era un presunto defraudador de Hacienda. Esa asignatura la aprobó con sobresaliente, pero nunca supo nada de la cátedra de su mujer en la Complutense, las idas y venidas de la doña pidiendo pasta a particulares y empresas (cosa que sigue haciendo, la última hace cuatro días, visita a la eléctrica Endesa, quería ver al CEO Pepe Bogas porque yo lo valgo), nada sobre el empleo de su hermano en Badajoz, nada sobre el rescate de Air Europa que él mismo aprobó en Consejo de ministros sin tomarse la molestia siquiera de ausentarse de la sesión, nada, en fin, sobre el escándalo de un Gobierno convertido en una organización criminal cuya historia resumida en medio folio avergonzará a los españoles durante generaciones.
Sánchez y sus limpiabotas nos creen mermados, disminuidos mentales
De la carrera política del yerno de Sabiniano lo sabemos ya casi todo. Que lo echaron del partido después de montar un pucherazo en plena sede social. Que lo mataron pero no lo remataron, no lo enterraron. Que volvió triunfante, sobre las espaldas de una militancia en la frontera de la extrema izquierda, tras recorrer España a bordo de un Peugeot con sus amigos del alma, el portero, el electricista y el putero. Que el chico guapo ganó las primarias (ahora sabemos que también con trampa), que se hizo con el partido, que desde el partido se adueñó del Gobierno “para acabar con la corrupción” y que desde el Gobierno se ha apoderado del Estado. Y mientras el pájaro se dedicaba desde Moncloa a desmontar el régimen del 78 con la ayuda de sus socios, sus tres amigos se afanaban en delinquir. La financiación del PSOE, con muy escasas dudas. Te llevas dos y me quedo una. De los cuatro de la banda del Peugeot, tres están hoy imputados, con un pie en el banquillo y con muchos boletos para acabar entre rejas. Y el cuarto, que casualmente era el Jefe, que es el Jefe, dice que no sabe nada. Y aparece en televisión maquillado como un cadáver para decirnos, con gesto compungido, que lo siente mucho. El jefe de los ladrones pide perdón por el robo, pero nos anuncia lo que ya sabíamos: que no dimite. Que resistirá hasta el final y más allá, porque su horizonte es la cárcel y no le queda otra.
Una gran trama criminal. Estos días hemos sabido que Santos Cerdán pidió a su amigo del alma que le enchufara en Indra. No le pidió Tragsa o Correos o cualquiera de las del sector público. Porque un puesto en el Consejo de Indra es mucha pasta, y porque su amigo acaba de nombrar presidente a un tipo elegante del PSC que jamás se ha manchado las manos de mierda para salvar el culo del Gran Jefe, no ha tenido que ir a Waterloo a chuparle la polla a Puigdemont diez veces, arrodillarse ante Puigdemont cien veces para que tú, Pedro, vuelvas a ser presidente del Gobierno, he tenido que arrastrarme mucho, sufrir mil humillaciones para que sigas en el machito, y ahora resulta que el premio gordo se lo lleva un señor del PSC que va a ganar 2 millones, y no contento con eso le mandas después a Telefónica para ganar 7 millones y yo… ¿yo qué me llevo? Yo tengo que andar trapicheando con baratijas miserables, robos de poca monta, trampas con mascarillas, comisiones de obras a repartir entre cincuenta siempre jugándome el tipo, mientras lo limpio, lo grande, lo vistoso, se lo sirves en bandeja a quienes nunca se han mojado por ti… Y yo, ¿yo qué me llevo? Y Sánchez le dice que no, el psicópata vuelve a sus orígenes, ni siente ni padece, no tiene amigos, en el fondo solo servidores a los de usar y tirar, y Santos, quejumbroso, le dice a Koldo que va a escribir a Pedro para mostrarle su desencanto: “que se lo coman todo ellos…”
La banda de Sánchez se dispone a atrincherarse en Moncloa por tiempo indefinido
Y claro que se lo están comiendo. Pero no a base de hurtos de poca monta, sino a lo grande, mediante el asalto a las fronteras del Ibex. Han tomado al abordaje Telefónica, donde impera un personaje llamado Javier de Paz. Y se han comprado Indra. Pedro Sánchez se ha comprado la gran empresa española de Defensa (80.000 millones año quiere Washington que invirtamos) en la que Manuel de la Rocha, el jefe de la Oficina Económica, el funcionario que despidió en su despacho de Moncloa a José María Álvarez Pallete, ha puesto al frente a un hombre de paja, el dueño de un taller de mecanizados con 20 personas en nómina, un temerario que si nadie lo remedia aprobará el próximo día 26 la compra con deuda de su antiguo taller de piezas mecánicas cuya propiedad comparte con su hermano. Si de la Rocha le deja, claro está, que ya le ha dejado, porque el verdadero presidente de Indra es De la Rocha. El hombre para los negocios de gran porte de Sánchez, os grandes expressos europeus de Sánchez, es De la Rocha. “Yo quise entrar en Indra en 2021”, asegura un emprendedor que factura 300 millones, con mil y pico personas en nómina. Quise comprar el 20%. Me lo financiaba un banco francés. Gente muy importante del PSOE cayó enseguida sobre mí. Tengo sus nombres. “Si quieres entrar tendrá que ser como parte de un grupo de empresarios que estamos montando al servicio del Gobierno. Te vamos a hacer muy rico, pero te va a costar millones”, me aseguraron. “Y hacer lo que se te diga”. A mí eso me sonó enseguida a financiación del PSOE, aunque no tengo pruebas. Y cuando dije que no, que no me gustaba la pinta que tenía aquello, me amenazaron”.
En el fondo, muy en el fondo, los Koldo, Cerdán y compañía no pasan de ser raterillos de poca monta. Personajes del Rinconete y Cortadillo hispano dispuestos a chupar hebra de la pata de la mula muerta. Los grandes capos siguen emboscados sin decir ni mu. Con España precipitándose en el abismo de una espantosa, además de obscena, corrupción, nadie ha salido a alzar la voz. Los Botín, Faine, Galán, Roig, Ortega y demás amos del Ibex 35 siguen callados como muertos. Muchos Florentinos y Entrecanales, demasiados, medrando a la sombra de Moncloa. José Manuel dice que “yo no sabía nada, a mí que me registren”, pero en 2021 pusiste en la calle al hombre de Acciona en Navarra. Nada que hacer. Nuestra sedicente sociedad civil respira aliviada en el cementerio junto a los cipreses. Podían siquiera utilizar a su amanuense en CEOE, pero ni eso. La banda de Sánchez se dispone a atrincherarse en Moncloa por tiempo indefinido, y en los alrededores reina el silencio. Que no se mueva nadie. Todo el mundo quieto. El establishment del 78, o sus herederos, convertidos en estatuas de sal esperando la bajada de Moisés con sus tablas milagrosas. Plumillas de prestigio escriben estos días vistosos artículos sobre el desastre de Cuba, la pérdida de Filipinas y la derrota de Annual, pero nada más. No hay más. Un espeso silencio que alcanza incluso al Jefe del Estado, encargado de “arbitrar y moderar” según el texto constitucional. Un más que alarmante vacío de poder. Y todo a la espera de lo que decida el máximo responsable del caos. Que no podrá decir mucho, porque está rodeado. Víctor de Aldama, el hombre que porta uno de los maletines (hay alguno más) con el botón nuclear, acaba de asegurar a Carlos Herrera en COPE que “hay una denuncia en Fiscalía donde alguien afirma que en algún país, podría ser República Dominicana, hay una cuenta bancaria a nombre de Begoña Gómez con 6 millones de dólares, también otra cuenta de la señora Montero sin especificar, y otra cuenta de la esposa del ex presidente Zapatero”.
—¿Y usted ha visto esa denuncia?
—Sí la he visto, tengo copia y tiene sello de entrada de fecha 13 de enero, pero no me consta que Fiscalía la esté investigando o tramitando.
Aldama es otro sinvergüenza, pero desde que cayó en manos de la Justicia está diciendo algunas verdades importantes. Colaborando. “Te vamos a hacer muy rico, pero te va a costar millones”. Es la España de Sánchez. Esto no se sostiene, señores, porque hay coincidencia general a la hora de intuir que el gordo de esta trágica lotería aún no ha salido del bombo. Imaginar un descalabro como el actual no ya hasta 2027 sino siquiera hasta Navidad, suena a pura quimera. Entramos en tiempo de descuento. Acelerado. Pero es difícil, si no imposible, imaginar cómo y cuándo se producirá la explosión final. Y si esta será pacífica. Solo una revuelta interna dentro del propio PSOE podría abrir las compuertas de la presa permitiendo aliviar el agua pútrida embalsada. ¿Sueño imposible? Lo que es seguro es que aún veremos cosas que nos helarán la sangre.