José Félix Tezanos ha desmentido rotundamente la especie de que él y el CIS que mangonea son la voz de su amo, el sanchismo. Ayer llevó la contraria a todos ellos, que habían expresado su dolor y su vergüenza por lo de Santos Cerdán. Y dice Tezanos que puede que todo sea un montaje. Efectivamente: lo de Cerdán, lo de Ábalos, lo de Koldo, lo de las putas pagadas con derrama nacional, lo de la mujer del presidente, lo del hermano del presidente, lo del fiscal general del Estado, lo de la fontanera Leire Díez, lo de su propia nuera, la de Tezanos, Ainhoa Quiñones que se hizo crear ad hoc una plaza en la Universidad de Cantabria. Todo puede ser un montaje. Bueno, tendrían que ser muchos montajes.
El PP que saldrá del próximo Congreso va a tener a Miguel Tellado como secretario general. Está bien. Mejora evidentemente a su antecesora en el cargo. También me parece bien Ester Muñoz como nueva portavoz parlamentaria. No es Cayetana pero no hay razón para pensar que Feijóo iba a librarse por completo del horror a la excelencia que padece el español medio. Sin embargo Cuca, ese portento que reclamó focos para su salida de la secretaría general del PP mientras Santos Cerdán entraba en Soto del Real va a hacerse cargo de Justicia, Interior y Defensa que antes ocupaba González Pons. La consecuencia más inmediata es que Cayetana Alvarez de Toledo ya no interpelará a Bolaños los miércoles, bien que lo agradecerá este bolo.
Guaje Salvaje citaba una melonada de Pablo Iglesias Turrión: “Al Capone era un demócrata al lado de Ayuso”. Y él apostillaba: Stalin era un demócrata al lado de Pablo Iglesias. Al Capone era honrado al lado de la banda del Peugeot. Un comunista dando lecciones de democracia es un oxímoron. Habría que añadir: especialmente si se ha jactado de que su padre militó en una organización terrorista.
Pablo Haro Urquízar: “Dos ex magistrados del Tribunal Supremo renuncian a la máxima distinción judicial -la Raimunda- tras entregársela el Gobierno a Zapatero”. Cuenta The Objective que los dos ex magistrados del Supremo son Javier Borrego y Antonio Salas. Y que otros dos beneficiarios también habría decidido renunciar a ella, Raimundo Prado y la familia de Luis Portero, el fiscal asesinado por ETA que la recibió a título póstumo en octubre de 2000. Un gesto decente; la condecoración suprema por méritos jurídicos ha perdido todo su prestigio tras habérsela dado a Zapatero.
José Antonio Montano reproducía una cita de Irene Lozano, lo que l provocaba una risa asfixiante: “No se ha explorado suficiente una traición como la de Santo: la que hace naufragar un proyecto político incurriendo en aquello que se venía a combatir, emulando a los peores entre tus adversarios políticos. Como para no reírse.
Sor Sarna: “Si Oscar Puente hubiera sido ministro de Transportes en la Alemania de los años 40, no llega ni un judío a Auschwitz”. El presapiens sigue haciendo gracietas en twitter mientras el caos ferroviario de la víspera se extendía ayer a los trenes a Cataluña por incendios junto a las vías y también a Barajas donde colapsó el control de pasaportes. Antes citabas u titular de Vozpópuli que era el resumen perfecto de la situación: “El gobierno del caos: España en fallo multiorgánico”. Exacto y brillante.
Los vecinos de Sevilla que ya habían recibido a Sánchez con denuestos han sido coherentes a la hora de despedirlo y lo han hecho con insultos entre los que predo minaban los de: Golfo, cobarde, traidor y también gilipollas y mamón.
Juan Luis Cebrián publicaba ayer en The Objective un artículo demoledor contra el sanchsimo, ya desde sus primeras palabras:«El sanchismo está destruyendo la convivencia civil, arruinando la Constitución y amenazando la supervivencia del socialismo democrático en nuestro país». «Sánchez apuntó maneras que anunciaban estaba dispuesto a consumar el mayor crimen social y político que un gobernante democrático puede perpetrar: enfrentar a los ciudadanos y dividir a la población con un discurso guerracivilista». «Lo hacen en nombre de un gobierno autoproclamado progresista que solo se sostiene gracias al apoyo de nacionalismos identitarios, con raíces xenófobas y supremacistas, cuando no herederos de los frutos de la violencia terrorista contra el Estado democrático».
Tiene una consideración especial para la Ley de Amnistía, «Una norma pactada y redactada por sus propios beneficiarios, en complicidad con un sedicente socialista hoy encarcelado, acusado de corrupción y elogiado hace solo unos días públicamente hasta el extremo por el presidente del Gobierno». Todo lo habíamos dicho ya aquí, por ejemplo, pero es una novedad reseñable para Juan Luis Cebrián.