- Los portavoces de PNV, Junts y ERC subieron ya a la tribuna de oradores del Congreso, vestidos de ‘cobradores del Frac’, para recordarle a Sánchez que la bombona de oxígeno con la que le asisten tiene un precio
Ya lo dijo Yolanda Díaz con ese tono de señora indignada por el muladar que cerca al Gobierno erigiéndose a la vez en la fiel escudera de Sánchez: «el mundo es oscuro. Hay pocas luces en él. Y este Gobierno es una de esas luces. Así que no vamos a permitir que esa luz se apague». No calló la fiel sanchista, un remedo cursi de pensamiento Alicia, más simple que el mecanismo de un chupete y con menos sustancia que la nada con sifón, que esa luz del Gobierno de la que ella presume ha devenido ya en un faro de corrupción económica, política y moral, cosa que se atisba también en el resto del mundo como subrayan rotativos y demás medios internacionales. Os han tomado la matrícula Yoli.
Porque esa luminaria inextinguible de Yolanda Díaz también incluye el neón con el que Sabiniano, suegro de su socio, anunciaba sus putiferios de los que se ha beneficiado a título lucrativo Pedro Sánchez como certeramente le espetó Feijóo. Un cínico redomado como Sánchez es merecedor de quedar retratado ante el espejo de sus propias contradicciones. Feijóo no cruzó ninguna línea roja que antes no hubieran traspasado ya el PSOE o sus aliados contra él mismo y contra Ayuso, señalándole al novio y antes al hermano y padre hasta en lonas publicitarias con las dimensiones de una manzana de calle.
La norma no escrita y tácita de no personalizar el debate político con referencias a la familia no vale cuando quien se erige en campeón del progresismo y del feminismo, decidido ahora a penalizar el lenocinio, ha depositado su máxima confianza política en puteros y acosadores y su familia consorte ha vivido del negocio de la prostitución del que él también se ha lucrado y que alguno de sus conmilitones, como Óscar López, uno de sus ministros, pretendió utilizar con Villarejo para arruinarle las primarias a la Secretaría General del PSOE . Qué cosas.
Esa luz, Yolanda Díaz, como canta Antonio Orozco, está alimentada también de pedacitos de ti y de todos los aliados que han decidido convertirse en cómplices y responsables solidarios del cinismo y la corrupción del sanchismo. Nadie esperaba otra cosa de cuantos han decidido mantener con respiración asistida al debilitado Sánchez que no fuera darle unos pellizquitos de monja y dirigirle algún reproche con la boca chica, hipocresía elevada al cubo, para concluir que quieren y prefieren a Sánchez «puto y ladrón», como le cantaban los sindicalistas descamisados peronistas a Juan Domingo Perón, que poner fin al declive de esta situación, abrir las urnas y posibilitar que los españoles decidan por la alternancia política. Antes corruptos que demócratas, faltaría más.
El objetivo compartido es evitar que la derecha vuelva a la Moncloa y en ese sindicato de intereses que conforman socios de Gobierno y aliados parlamentarios liderados por Sánchez, él invita pero pagamos los españoles. Los portavoces de PNV, Junts y ERC subieron ya a la tribuna de oradores del Congreso, vestidos de ‘cobradores del Frac’, para recordarle a Sánchez que la bombona de oxígeno con la que le asisten tiene un precio que el felón de la Moncloa tendrá que pagarles si quiere seguir respirando en su morada de poder. El pago exigido por los chantajistas catalanes «indepes» y los nacionalistas vascos se va a materializar en la ruptura de las cajas únicas y comunes de Hacienda y de la Seguridad Social. Sánchez prolongará sus días en la Moncloa regalándole a Cataluña un cupo catalán para que recaude y gestione todos los impuestos de su territorio, dejando en manos de Junqueras y Puigdemont el porcentaje a devolver al resto del Estado, y al País Vasco la trasferencia de las pensiones no contributivas además de las prestaciones y subsidios por desempleo. Privilegios para Cataluña y País Vasco a cambio de seguir en el poder que el felón concederá sin importarle el golpe mortal y definitivo que esas decisiones conllevarán contra la igualdad de los españoles y la solidaridad interregional que garantiza que las comunidades con más posibles compensen a las que menos tienen.
Se cumple la teoría del exministro García Margallo de que no hará falta que Cataluña y País Vasco se vayan de España, esto es, se independicen. Cada vez queda menos España en esos dos territorios y Sánchez está dispuesto a dar la estocada final para acabar con el último resquicio que quede hasta sacarla definitivamente de ambas comunidades. A efectos prácticos cuando no quede nada del Estado se habrán independizado de España por la puerta de atrás con el apoyo explícito de Sánchez y las bendiciones de Conde-Pumpido y sus secuaces constitucionales.
Considero más grave y censurable la corrupción política que la económica. Ambas son despreciables por inmorales e incompatibles con una democracia seria y respetuosa con sus ciudadanos pero la primera, sustentada en los hechos de cambiar poder por privilegios a quienes te sostienen con sus votos en el Parlamento y de retorcer y modificar leyes redactadas al alimón con los delincuentes a los que quieres beneficiar como se hizo con la amnistía es doblemente reprobable e infame. Sólo un tipo sin escrúpulos ni principios, obseso del poder como quien está al frente del Gobierno, ha sido capaz de perpetrar tanta indignidad. Y así hasta el 27.