Ángel Expósito-ABC
- Ya están pasando los recibos. Una semana después, sin disimulo
Puigdemont (otra cosa no) suele cumplir sus amenazas. Lo mismo te monta un referéndum (de chichinabo) que consigue ser eurodiputado. Igual se asoma por Barcelona (previo pacto con el Gobierno) que nos hace mear sangre. En verdad, el ex ‘molt honorable’ hizo tal advertencia refiriéndose al presidente cuando dijo a los súbditos más próximos: «Pedro Sánchez meará sangre si quiere pactar…».
Pues dicho y hecho. Solo que en sucesivas micciones y con la importante aclaración de que la infección no solo afecta a ‘Su Sanchidad’. Porque los que meamos sangre somos todos nosotros, con tal de que el uno siga pegándose la vidorra padre en Waterloo y el otro continúe en La Moncloa (y en Quintos de Mora o en La Mareta), no vaya a ser que tenga que volver al famoso piso de Pozuelo que compró el suegro (ya tú sabes) y para qué queremos más.
En pocas horas, este lunes, Pedro Sánchez hará oficial lo que todo el mundo sabe: la cesión del IRPF a Cataluña, aunque Oriol Junqueras ha sido muy clarito: «Cataluña podrá cobrar y gestionar todo el IRPF y, también en el futuro, el resto de los impuestos». ¡Qué cosas! El indultado devuelve la humillación amenazando «con consecuencias». Una de dos: o es un farol o consigue el referéndum.
Sea como fuere, el primer paso es esa independencia económica que Sánchez y María Jesús Montero se empeñan en calificar como «financiación singular». ¡Ja!
Eso, el lunes. El martes, el presidente se reunirá con el ‘lehendakari’, Imanol Pradales (casi escribo Ibarretxe) y acordarán el traspaso de un primer bloque de la Seguridad Social al País Vasco. El PNV pide a Sánchez que pierda el miedo porque esperan «acuerdos importantes». Y así habremos pasado una semana más. Con uno en la cárcel de Soto del Real; con el otro que sigue siendo diputado sin dar un palo al agua y metido en casa con alguna; con toda España esperando los siguientes audios y, en efecto, meando sangre gracias no solo a Puigdemont, sino al resto de socios.
Y es que todos y cada uno nos pasan al cobro su recibo, ya sea en forma de transferencia de competencias; de otro, otro y otro asesino etarra suelto; de otra ley tipo amnistía o en forma de sillón en el Consejo de Ministros, en una empresa pública o en cualquier regulador. Y todo, insisto, por seguir anclado al sillón sin vergüenza alguna, sin ningún sentido del ridículo y sin dignidad. A ver quién es el guapo que, algún día, intenta dar la vuelta al calcetín o regresar a la Hacienda y la Tesorería única, sin que se monte la de San Quintín. Otra vez.
PD. Y aún van y hacen como que están enfadaditos (y enfadadita) cuando saben que le van a mantener salvo que reviente por sí mismo. Porque ninguno de los socios está dispuesto a perder el chollo de tener a un presidente tan débil como demacrado. Desde Puigdemont a Otegi (pasando por Junqueras, Yolanda Díaz o el PNV) todos saben que le tienen cogido por los… escaños. Y van a seguir apretando. Y no los van a soltar.