Gorka Maneiro-Vozpópuli
- Es un sálvese quien pueda permanente, con la particularidad de que siempre se salvan los nacionalistas gracias a Sánchez
El reparto desde Canarias hacia el resto de España de cuatro mil menores inmigrantes no acompañados sigue bloqueado. Y sigue bloqueado porque el Gobierno de España no defiende ni el interés general ni el bien común en ninguna de las políticas que desarrolla sino satisfacer a los socios que todavía lo sostienen y de quienes depende para sacar adelante cualquier decisión que tome; y porq
ue sus socios no pretenden sino defender sus propios intereses, independientemente de lo que le ocurra al resto de España o incluso para perjudicar al Estado del que forman parte pero consideran ajeno… salvo para pedir prebendas y exigir nuevos privilegios a costa del resto. Y esto lo condiciona y pervierte todo. Y así no hay manera de que ninguna decisión política camine por las vías del sentido común, el diálogo y la racionalidad política. Y la política migratoria y su plasmación práctica no hace sino reflejar el país que tenemos y que fundamentalmente el PSOE de Sánchez ha generado: un país chantajeado por sus enemigos, como hemos vuelto a ver estos días con la concesión de un concierto económico para Cataluña contra la propia viabilidad de España; este es el camino elegido por los socialistas, principales responsables de todo lo que nos está ocurriendo.
Las comunidades gobernadas por el PP avisaron de que no asistirían a la reunión de la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia y el Gobierno de España decidió desconvocarla. El motivo del PP para no asistir es aquello que está resquebrajando la convivencia y la igualdad en España, es decir, el trato de favor que Sánchez concede a sus socios en cualquier materia que se nos ocurra, y todo para permanecer en la Moncloa el mayor tiempo posible, hasta que el edificio constitucional se venga definitivamente abajo: Sánchez no gobierna pero al menos evita que gobiernen quienes ganarían las elecciones si las convocara, muestra mayúscula del talante democrático de quien nos desgobierna.
A la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, la decisión del PP le pareció «inaudita» y llamó «racistas» no a quienes se niegan a acoger a menores inmigrantes sino a quienes se niegan a aceptar un reparto viciado que facilita que otros no los acojan
En el caso del reparto de menores no acompañados, Sánchez aceptó como condición previa que Euskadi y Cataluña no acogieran más inmigrantes, exigencia de quienes sólo forman parte de España y se consideran progresistas para lo que les interesa: los primeros, en lugar de para acoger a los menores y prestarles los servicios que merecen y a los que la ley obliga, para seguir beneficiándose del concierto económico que ya tienen; y los segundos, para poder tenerlo pronto. Y, observando los antecedentes, el PP decidió no asistir para denunciar el enésimo agravio producto de otro chantaje. A la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, la decisión del PP le pareció «inaudita» y llamó «racistas» no a quienes se niegan a acoger a menores inmigrantes sino a quienes se niegan a aceptar un reparto viciado que facilita que otros no los acojan, y no porque no tengan recursos, sino porque Sánchez necesita sus votos para seguir siendo presidente del Gobierno de España.
Será el Supremo
Y el Gobierno de España espera ahora que una resolución judicial pueda obligar a las comunidades autónomas a aceptar el reparto acordado con nocturnidad y alevosía para que Euskadi y Cataluña queden fuera del mismo. Y todo ello es consecuencia de lo que decíamos al principio: no es que el PSOE haya roto todos los puentes con el principal partido de la oposición y el que supuestamente lo sucederá más o menos en breve, sino que ha convertido todas las instituciones del Estado en organismos inútiles para acordar las políticas consensuadas y comunes que el país necesita. No es que no sirvan las Conferencias Sectoriales sino que tampoco sirve el Congreso de los Diputados. Es un sálvese quien pueda permanente, con la particularidad de que siempre se salvan los nacionalistas gracias a Sánchez. Así que, en lugar de que se acuerde en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia a través de un auténtico diálogo, será el Tribunal Supremo el que tenga la última palabra sobre el reparto de los menas.
A Sira Rego el plantón de Núñez Feijóo le ha parecido «inaudito», pero todo es propaganda. Que el Ministerio haya decidido el reparto sin tener en cuenta la realidad de cada comunidad autónoma sino únicamente sus intereses políticos, es una irresponsabilidad política. Pero al PSOE todo le vale para tratar de detener su sangría de votos y mantenerse en Moncloa. Incluso es capaz de utilizar a menores inmigrantes como mercancía para mantener sus apoyos. El Estado plural que defiende el PSOE no es el del Estado de las Autonomías o el de un Estado racionalmente descentralizado sino el de la plurinacionalidad sobrevenida gracias a la cual deciden unos en su propio beneficio y el resto traga obedientemente, no vaya a ser que se les asemeje con la extrema derecha; lo cual sólo puede ser considerado como un chantaje. Y el PP, en este caso, se ha plantado. Y con buen criterio.
Seres humanos y convivencia
La cuestión de la inmigración no es un asunto local o autonómico sino nacional y europeo. Y es un asunto de extraordinaria importancia que debería mantenerse al margen de las luchas partidarias que pretenden un puñado de votos. Hablamos de seres humanos y de convivencia. Pero el Gobierno de España, atado de pies y manos por sus socios, es incapaz de liderar la política migratoria, una cuestión que exige colaboración sincera entre partidos políticos y visión de Estado. Mientras tanto, quedan a su suerte miles de menores no acompañados, víctimas de un Gobierno incapaz y de unos socios sin más límite moral que seguir obteniendo réditos políticos y económicos. Esta es la España de Sánchez.