Dicen los Wikileaks, que Chávez ayudó a escapar de Venezuela a siete etarras en 2002, en momentos en que la justicia internacional los buscaba por terrorismo. España debe exigir una explicación. El mundo la espera.
La conocida afinidad del presidente Hugo Chávez con los grupos guerrilleros no es nueva, pero sí cada vez más descarada y desafiante.
A sus estrechas relaciones con los hermanos Castro, en Cuba, y los agasajos a varios líderes de las Farc en el Palacio de Miraflores, en Caracas, ahora se conocen los «buenos oficios» del comandante Chávez con miembros del grupo terrorista Eta.
Hace poco se conocieron documentos que implicaban al Gobierno de Venezuela en labores de apoyo y contubernio con miembros de Eta, pero lo que se descubrió en los cables de Wikileaks, la semana pasada, es de suma gravedad y se hace necesario seguir investigando.
Dicen los Wikileaks, que Chávez ayudó a escapar de Venezuela a siete etarras en 2002, en momentos en que la justicia internacional los buscaba por terrorismo. España debe exigir una explicación. El mundo la espera.
EL COLOMBIANO (Medellín), 20/12/2010