M.A. Ruiz Coll-El Español
  • El PP dice que Sánchez ha sumido a España en la «irrelevancia» y ha «dinamitado nuestra credibilidad» por sus desplantes a la OTAN y a EEUU.
  • Albares sí participará este lunes en una videoconferencia con los primeros ministros de la UE para fijar una postura común ante el encuentro de Trump y Putin del viernes en Alaska.

Los principales líderes de la UE dejaron de lado este fin de semana al presidente Pedro Sánchez al pactar una postura común sobre el futuro de Ucrania, con la que pretenden evitar que Donald Trump imponga un plan de paz que implicaría la entrega de una parte de su territorio a Rusia.

Ningún representante del Gobierno español participó en la cumbre celebrada el sábado en Londres con el vicepresidente de EEUU, JD Vance, para conocer las líneas maestras del plan de paz de Trump para Ucrania.

A la reunión celebrada en el domicilio del secretario de Estado de Exteriores británico, David Lammy, fueron invitados altos representantes de Francia, Alemania, Italia, Finlandia y Polonia. Pero no estuvo presente España.

Y la firma del presidente Pedro Sánchez tampoco aparece estampada en la resolución difundida este domingo en defensa de la integridad territorial de Ucrania.

La resolución fue apadrinada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, con el apoyo de los mandatarios del Reino Unido (Keir Starmer), Francia (Emmanuel Macron), Alemania (Friedrich Merz), Italia (Giorgia Meloni), Polonia (Donald Tusk) y Finlandia (Alexander Stubb).

El PP interpreta que todo ello es una muestra de que Pedro Sánchez ha sumido a España en la «irrelevancia» internacional, por desplantes como el de la última cumbre de la OTAN, en la que firmó el compromiso de elevar el gasto militar al 5%, pero a continuación anunció en rueda de prensa que no tiene intención de cumplirlo.

Los populares consideran «grave» que los principales líderes europeos hayan decidido dejar de lado al Gobierno español, al fijar una postura común sobre el futuro de Ucrania.

«Quedar fuera de la mesa donde se decide la paz del continente», señalan fuentes oficiales de la calle Génova, consultadas por EL ESPAÑOL, «es el resultado de aplicar el manual de diplomacia de Zapatero: hostilidad hacia los Estados Unidos y la OTAN, y cercanía al Grupo de Puebla».

Coordinar la presencia de Sánchez a la Cumbre con Vance y su apoyo al pronunciamiento del resto de líderes europeos habría correspondido a los servicios de Presidencia del Gobierno, no al Ministerio de Asuntos Exteriores, aclaran las fuentes consultadas por este diario.

Fuentes de la Moncloa consultadas por EL ESPAÑOL han eludido realizar cualquier comentario sobre la exclusión de España del acuerdo de los líderes de la UE sobre Ucrania.

Lo cierto es que Pedro Sánchez no interrumpió sus vacaciones en La Mareta (Lanzarote), donde este mes de agosto tiene previsto mantener un encuentro con Salvador Illa y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, para definir su estrategia ante los retos del nuevo curso político.

De los cinco grandes países de la UE, España es el único que no ha participado en la resolución sobre Ucrania difundida este domingo. En cambio, sí están presentes los gobiernos de Polonia y Finlandia, dos países especialmente concernidos por la amenaza de Putin sobre Europa.

El documento advierte que el plan de paz que tienen previsto negociar el viernes en Alaska Donald Trump y Vladímir Putin no puede suponer la renuncia de Ucrania a una parte de su territorio. Porque supondría avalar la política de agresión de Putin contra sus naciones vecinas.

«El camino hacia la paz en Ucrania no puede decidirse sin Ucrania«, señalan los principales líderes de la UE, «seguimos comprometidos con el principio de que las fronteras internacionales no deben cambiarse por la fuerza».

Los seis países firmantes y la presidenta de la Comisión Europea reafirman su voluntad de «mantener nuestro importante apoyo militar y financiero a Ucrania«, junto con sanciones a Rusia, que han de combinarse con la labor diplomática para poner fin a la guerra.

Advierten de que las negociaciones de paz sólo serán posibles si parten de un alto el fuego o una «reducción de las hostilidades» y deben incluir «garantías de seguridad sólidas y creíbles que permitan a Ucrania defender eficazmente su soberanía e integridad territorial«.

Y por último se reafirman en que «la invasión ilegal y no provocada de Rusia a Ucrania es una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki, el Memorando de Budapest y los sucesivos compromisos rusos».

«Subrayamos nuestro compromiso inquebrantable con la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Ucrania«, concluye el documento firmado por Von der Leyen, Starmer, Macron, Merz, Meloni, Tusk y Stubb.

Esta postura será ratificada este lunes por los 27, en una reunión que los ministros de Exteriores de la UE mantendrán por videoconferencia, en la que participará José Manuel Albares.

El objetivo es mostrar a Trump que tendrá el firme rechazo de la UE, si en la cumbre del viernes con Putin acepta un acuerdo de paz que obligue a Ucrania a ceder el territorio que le ha arrebatado Rusia.

Para lograr esta posición común, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, mantuvo el viernes una ronda de contactos con los principales mandatarios europeos, que sí incluyó una llamada telefónica a Pedro Sánchez («Nada de Ucrania sin Ucrania«, escribió el presidente español en las redes sociales).

El PP lamenta «la pérdida de peso e influencia de España en un momento clave para la seguridad europea», que se ha puesto en evidencia este fin de semana.

Algo que los populares atribuyen a que Pedro Sánchez «ha confrontado con Europa y con la OTAN, negándose a cumplir con los objetivos de inversión en defensa, y ha tomado decisiones tecnológicas —comoadjudicar contratos críticos a Huawei— que inquietan muchísimo a quienes comparten con nosotros información sensible».

El resultado de todo ello, señala la dirección de la calle Génova, es que en Occidente «nos ven como un socio poco fiable y -por tanto- prescindible».

Los populares garantizan que cuando Feijóo esté al frente del Gobierno «España volverá a ser un socio respetado, fiable y presente en todas las mesas donde se decide el futuro de Europa».

«Necesitamos reconstruir urgentemente la credibilidad internacional», señala la dirección del PP, «cumplir con nuestros compromisos en inversión en defensa, apoyar una paz justa y duradera para Ucrania y reforzar la relación con Estados Unidos y, especialmente, con nuestros socios europeos».