Pablo Sebastián-Vozpópuli

  • Trump no tardará en encontrar alguna manera de castigar a Sánchez, dañando con ello los intereses de España

La portada de Financial Times en la que se destaca que la esposa de Pedro SánchezBegoña Gómez, está siendo investigada por un presunto delito de malversación de fondos públicos constituye una importante pérdida de la ya dañada reputación internacional de presidente del Gobierno y de España.

La que se suma a otros recientes acontecimientos como la exclusión de España de la reciente cumbre de Washington con el presidente Donald Trump para debatir la posible negociación con Vladimir Putin de un ‘alto el fuego’ en la guerra de Ucrania. Como lo reclaman tanto Volodimir Zelenski como los primeros dirigentes europeos de la llamada ‘Coalición de Voluntarios’ en la que participan los primeros gobernantes de Alemania, Francia, Inglaterra, Italia e incluso Finlandia.

Y en la que se ha dejado fuera a España. Y especialmente a Sánchez al que Trump no quiere ver ni en pintura, desde que el presidente español anunció que España no aceptaría un incremento sustancial de los gastos de Defensa (solo hasta el 2,1 %, dijo Sánchez) mientras el resto de ‘aliados’ de la OTAN anunciaban su compromiso para alcanzar el 3,5%.

Y aunque de momento y en la guerra de los aranceles con USA que están al15% España se protege de Trump con el parapeto de la Unión Aduanera de la UE. Asimismo, el gobierno americano también está investigando el acuerdo de España con el operador tecnológico chino Huawei, vetado en el resto de Europa. Y conoce el apoyo de Sánchez a la dictadura venezolana de Nicolás Maduro, por lo que Trump no tardará en encontrar alguna manera de castigar a Sánchez, dañando a España.

Las bases de Rota y Morón

Lo que el presidente Sánchez cree que no ocurrirá por la cooperación de ambos países en el marco del Tratado bilateral de Defensa en el que España aporta las bases militares, naval y aérea, de Rota y Morón. Las que son esenciales para albergar el ‘Escudo anti-misiles’ de los Estados Unidos en Europa, en el que se integran seis de las más modernas fragatas de las fuerzas navales USA. Un ‘escudo anti misiles’ que tiene especial relevancia en este tiempo de alta tensión internacional en el que, por ejemplo, Trump anunció el envío de dos submarinos nucleares a aguas cercanas a Rusia.

Pero puede que pronto esa portada del FT, precedida de otros artículos similares en The Economist, Le Monde, Il Corriere, etc, no sea la última que sobre España, veamos en las próximas semanas en la prensa europea. Porque el anunciado encuentro de Pedro Sánchez (se dice que en Suiza por si el juez Llarena reactiva la euroorden de caza y captura de Puigdemont) con el prófugo y golpista catalán Carles Puigdemont ofrecerá pronto otra fotografía bochornosa para nuestro país en la UE, donde ya saben que estos disparates los promueve Sánchez solo para permanecer en el poder.

Para tapar con ello el fracaso de su Gobierno en la lucha contra los incendios que asolaron este país, y en los que ya han muerto cuatro personas y se han destruido más de 350.000 hectáreas

Desde donde, rodeado de casos de corrupción familiares y del PSOE, el presidente ha tenido la ocurrencia de proponerle al PP, que lidera con su natural parsimonia Alberto Núñez Feijóo, un ¡pacto de Estado! sobre el cambio climático. Para tapar con ello el fracaso de su Gobierno en la lucha contra los incendios que asolaron este país, y en los que ya han muerto cuatro personas y se han destruido más de 350.000 hectáreas.

Como tarde y mal gestionó el Gobierno sanchista la epidemia del COVID 19, la Dana de Valencia, el apagón nacional y el desastre ferroviario y de RENFE cuyo máximo responsable es el inefable ministro Oscar Puente.

Pero Sánchez sigue en el poder y se niega a convocar elecciones porque sabe que las va a perder con el hundimiento incluido del PSOE, confiado en los apoyos de la extrema izquierda de Sumar y Podemos y los nacionalistas de ERC, Junts y PNV. Los que por el momento parecen que no tumbarán el Gobierno hasta los comicios generales de 2027.

Sánchez quiere un ‘pacto de Estado’ para avanzar en la destrucción del Estado que practica desde que llegó al poder para permanecer ahora otros dos años más en la presidencia del Ejecutivo, haciendo equilibrios con sus aliados parlamentarios. A los que les compra sus votos en el Congreso con políticas anti OTAN para la extrema izquierda (la que avaló el abandono por el Gobierno del pueblo saharaui) y con cesiones de soberanía nacional, en fiscalidad ‘singular’ y competencia de Seguridad Social a los nacionalistas catalanes y vascos.

El presidente insiste en pedalear mientras pueda para continuar por más que sabe que el final de su régimen autocrático de poder y su agonía política personal no tienen escapatoria

Y además espera Sánchez, desde su acuartelamiento en la residencia de La Mareta (cuyas aguas colindantes han sido declaradas prohibidas a posibles bañistas y navegantes para proteger su intimidad), lograr unos PGE para el ejercicio de 2026 (de momento siguen en vigor los PGE de 2023) lo que no será fácil y tendrá costes añadidos en los chantajes de sus socios. Como se ve en la advertencia de Oriol Junqueras desde ERC, quien ha declarado que la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no puede ser (sic) la negociadora de unos nuevos PGE.

Pero el presidente insiste en pedalear mientras pueda para continuar por más que sabe que el final de su régimen autocrático de poder y su agonía política personal no tienen escapatoria y tendrán un pésimo final. Al que el Sanchez se resiste como un gato panza arriba pero que con toda seguridad llegará poniendo fin a su escapada y a esta pesadilla nacional.