Gabriel Sanz-Vozpópuli
- Aguantar contra todos, si no saca los presupuestos, convertirá el resto de legislatura en algo insufrible para el partido y le aboca a una dura derrota en 2027
Repetía el premio Nóbel de Literatura Camilo José Cela aquella frase que hizo fortuna: «En España, el que resiste gana», mucho antes de que el alumno más aventajado, Pedro Sánchez, escribiera su ya famoso Manual de Resistencia (2019) del que éste lunes, en entrevista con Pepa Bueno en TVE, volvió a echar mano para «dejar claro» (sic), a nosotros, humildes contribuyentes, pero, sobre todo, a los grupos parlamentarios con los que va a negociar los Presupuestos Generales del Estado 2026, que no piensen/pensemos que si se le tumban las cuentas públicas en el Parlamento eso va a hacer mella en su determinación de seguir en La Moncloa hasta 2027… ¡Quia!.
Tal y como se nos ha presentado el «capitán de la nave» (sic) a la vuelta de las vacaciones, con renovados bríos para continuar, rechacen lo que le rechacen Congreso y Senado, matiz importante donde los haya, diríase que ha convertido su permanencia al timón de España en la medida de todas las cosas; por supuesto del PSOE, aunque me atrevería a decir a estas alturas de la legislatura que del país entero. Dicho de otra manera: Pedro Sánchez cree que su legitimidad proviene de encarnar un proyecto salvífico de una democracia amenazada por Vox y por ese PP que ya gobierna en doce comunidades autónomas y en una mayoría de ayuntamientos sin que el agua corriente haya dejado de salir del grifo.
Soy hijo de marino y hasta la metáfora náutica me resulta cuestionable porque la convivencia en un barco no se rige por las reglas de la democracia, como sabe cualquier marino. Durante una singladura manda el capitán y los demás, la tripulación y el pasaje, obedecen sin rechistar… por la cuenta que les trae; Máxima autoridad, en calidad de juez provisional puede, desde casarte en medio de océano hasta ordenar tu arresto en el camarote si lo considera imprescindible para mantener el orden público a la espera de entregarte a las autoridades al llegar a puerto… Espero que ninguna de estas opciones se le esté pasando por la cabeza a nuestro presidente -y menos que ninguna celebrar bodas en La Moncloa- y todo sea fruto de una desafortunada metáfora veraniega.
Confieso que tras escuchar a todo un presidente reconocer que no disuelve las Cortes porque, aunque no haya presupuestos, si hay elecciones, las pierde a manos de la suma PP y Vox, pensé «se le ido la cabeza»… ¿Y? ¿Que hicieron el canciller alemán, Olaf SChölz, y el primer ministro británico Risi Shunak, a sabiendas de que no seguirían al frente de sus Ejecutivos?
Vam al turrón: Sánchez sabe que solo un milagro le salvará de a volver a quedar segundo en las próximas elecciones, las convoque cuando las convoque, y que, a diferencia de lo que ocurrió en 2023, esta vez no habrá carambola parlamentaria que le permita seguir gobernando si es cierto que Vox sube de los 40 diputados. Esa y no otra, ganar tiempo es la verdadera razón por la que no convoca a las urnas este otoño, a pesar de que hace muchos meses que perdió cualquier atisbo de mayoría parlamentaria digna de tal nombre.
Los socios parlamentarios se limitan a mantener la ficción de que la mayoría de investidura sigue viva, aprobando al Gobierno unos reales decretos y tumbando otros, porque comparten con él que mejor tenerle de cuerpo presente en La Moncloa que abrir las puertas a un triunfo de la derecha. Eso se llama resistir, sí, con o sin manual, prolongar la agonía, pero de ninguna manera puede considerarse gobernar ni afrontar las reformas que se necesitan para recuperar productividad de una vez por todas y elevar el poder adquisitivo de esta España pluriempleada para sobrevivir.
Confieso que tras escuchar el lunes a todo un presidente del Gobierno reconocer en horario televisivo de máxima audiencia que no disuelve las Cortes porque, si hay elecciones, las pierde a manos de la suma PP y Vox, pensé «no puede ser, se le ido la cabeza»… ¿Y? ¿Que hicieron el anterior canciller alemán, el socialdemócrata Olaf SChölz, el anterior primer ministro británico Risi Shunak, o, sin ir más lejos, el anterior presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cuando perdieron la mayoría en sus Parlamentos y, a sabiendas, de que no seguirían al frente de sus Ejecutivos y de que la ultraderecha en sus territorios iba a subir?… Ir a elecciones, preguntar a sus ciudadanías, que es lo que toca cuando de resolver un bloqueo se trata; Lo demás son excusas de mal pagador.
Sánchez está metiendo al PSOE en un callejón sin salida si antes los barones y alcaldes socialistas no se le amotinan espantados ante la tesitura de verse abocados a un ‘superdomingo electoral’ a finales de mayo de 2027. Temen que el castigo a este Gobierno por la corrupción de los Abalos, Cerdán y Koldo les salpique y harán lo posible y lo imposible para evitarlo
Porque la democracia no son sólo las normas escritas sino un conjunto de usos y costumbres asentadas. Es cierto, como dice el presidente y repiten sus ministros y altos cargos del PSOE que, en ningún título ni artículo de la Constitución de 1978 se obliga al presidente del Gobierno a disolver las Cortes si no tiene presupuestos, como exige Alberto Núñez Feijóo; es más, son varios Gobiernos autonómicos -del PP- que no tienen cuentas pñublicas y ahí siguen…
Sí, pero España es la cuarta economía del euro, por tanto, su economía es sistémica en la UE para bien y para mal, y no puede sostenerse sin reformas impulsadas desde el Gobierno; no puede sostenerse solo en base a los fondos Next Generation que nos llegan de Bruselas, presentando las graves disfunciones que hay en productividad y poder adquisitivo real de los españoles -descontada la inflaciòn solo ha subido un 2,7% en los últimos 30 años, según la OCDE-.
Y, además, con esa resistencia numantina basada en aguantar haya o no presupuesto, Pedro Sánchez se está metiendo y está metiendo a su partido en un callejón político sin salida cuyo final llegará en junio de 2027, si antes los barones, candidatos y alcaldes socialistas no se le han amotinado espantados ante la tesitura de verse abocados a un superdomingo electoral a finales de mayo de ese año. Temen que el castigo a este Gobierno por la corrupción de los Ábalos, Cerdán y Koldo o los escándalos de la familia presidencial les salpique a ellos sin comerlo ni beberlo, y harán lo posible y lo imposible para evitarlo, no lo dude estimado lector. Así que el presidente del Gobierno hará bien en vadear el riesgo que teme todo capitán: un motín de la tripulación en alta mar.