José Ángel Sande Cortizo-El Debate
  • Ciudadanía… cuyos individuos, libres e iguales ante la Ley, imbuidos de respeto a sí mismos (que a crecer en conocimiento y humanidad impulsa) y al prójimo, de lealtad a sus principios, ejercen su libertad de pensamiento y crítica, esperando que Estado/Gobierno le sirvan

Autocracias, que, contrarias a la sociedad abierta, y so capa de servir al ciudadano, Sancho-Pueblo, de él se sirven, y sobre cuya surgencia reputados autores advirtieron ayer… y sobre las que hoy, con verso, prosa y óptica/método/carencias de hombre de mar y guerra, me permitirán reflexionar.

Sancho-bueno, Sancho-arcilla, Sancho-pueblo,

tu lealtad se supone,

tu aguante parece fácil,

tu valor tan obligado como en La Mancha lo eterno. Gabriel Celaya

Sancho-Pueblo… cuya transformación de súbdito a ciudadano, iniciada en el Occidente Euroasiático del XVI, parece haber culminado en la sociedad abierta de hoy, pluralista y tolerante, con sistemas políticos y gobiernos transparentes y flexibles (democracias liberales) que, respondiendo a los deseos e inquietudes de la ciudadanía, Sancho-Pueblo, le sirven.

Ciudadanía… cuyos individuos, libres e iguales ante la Ley, imbuidos de respeto a sí mismos (que a crecer en conocimiento y humanidad impulsa) y al prójimo, de lealtad a sus principios, ejercen su libertad de pensamiento y crítica, esperando que Estado/Gobierno le sirvan.

Mas… no son pocos los obstáculos que esa sociedad abierta en su desarrollo, desde bien temprano y hoy (¿bajo «progresista» máscara en nuestra España?) se ha encontrado, como pensadores diversos apuntan.

Desde Spencer, quien (El individuo contra el Estado) ya en 1884 advertía: A menos que se adopten las debidas precauciones, el incremento de la libertad en teoría, será seguido por un decrecimiento de la libertad en los hechos.

La tendencia de la legislación desde entonces ha sido…

–Reglamentaciones en número anualmente creciente.

–Pesadas cargas públicas sobre el ciudadano que, disminuyendo la parte de su salario que puede emplear como estime, se le recauda para que dispongan de capital los gobernantes.

Pasando por Laclau y Mouffe, quienes (Hegemonía y estrategia del socialismo) en 1985, buscando alianza entre democracia y autoritarismo (¿autocracia?), abogan por…

–El control de la cultura, apartando y debilitando a la familia.

–Nuevas «clases» con sus correspondientes nuevos derechos.

–Nuevos retos (¿ecología?) y conflictos crecientes, aparato del Estado e impuestos.

–Nuevos métodos que al individuo limitan, y en los cuales el éxito pasa por la inoculación del «relato» interesado, que a la verdad sustituye.

Hasta Ziblat, quien (Como mueren las democracias) en 2018, tras el acceso de Trump en 2016 a la Presidencia de los EE.UU., haciendo una semblanza del pasado en ese Occidente, expone como imprescindibles en la sociedad abierta…

–Tolerancia mutua (los adversarios tienen el mismo derecho a existir, competir y gobernar).

–Contención institucional (nada de acciones que, respetando la ley escrita, vulneran su espíritu).

–Abstenerse de llenar de afines el Tribunal Supremo, de gobernar mediante decretos, etc..

–Recordar el camino/razones que a la Enmienda 22 de la Constitución EE.UU., que limita los mandatos presidenciales, llevó.

En todos ellos… afán o vaho de autocrático poder, de burocratización y crecimiento del Estado, cuya primera medida ante cualquier problema siempre es nuevo impuesto e incremento de asesores.

Menos general, pero evidente hoy… adoctrinamiento y fragmentación de la ciudadanía, primacía del hoy sobre el futuro (resultado: natalidad decreciente, deuda creciente), opacidad e inundación de datos que a la inanidad/ceguera/sumisión conducen.

Poder y Estado que, lejos de servirle, diríase que de Sancho-Pueblo se sirven.

Hoy como ayer, con alarde

los señoritos Quijano (¿políticos?) siguen viviendo del cuento,

y tú, Sancho, los toleras y hasta les sigues el sueño

por instinto, por respeto, porque creer siempre es bueno. G. Celaya

Respeto… que solo Sancho-Pueblo ofrece.

Fe… que al votante lleva a confiar en que lo prometido en campaña electoral se cumplirá; votante al que, cuando tal no sucede, en este Occidente y con el eco de la descalificación e insulto mutuo constantes en el Parlamento, a la lealtad al Partido se conmina.

Lealtad que, omitiendo su esencia, lealtad con uno mismo (el propio respeto y estima, juez inapelable de nuestros actos), a la ausencia de análisis y crítica interna conduce; lealtad mutilada que al ombliguismo lleva y al fanatismo aboca.

Ante ello, quienes, en esa sociedad abierta, en la democracia liberal que propicia el crecimiento y autorrespeto del individuo, creemos… ¿En quién y en qué meta poner nuestra esperanza?

Gabriel Celaya apunta en quién hacerlo:

Sancho-claro, Sancho-recio, Sancho-vulgo, Sancho-ibero…

En ti pongo mi esperanza…

Raquel Lanseros la meta señala:

Mantente vivo, Ulises (Sancho-Pueblo),

no importa lo que ocurra ……

quiero que solo pienses en mantenerte vivo.

Más allá del olvido y más allá de la vida también.

Hasta la próxima conjunción de astros… hasta que seamos Ítaca.

¿Podrá la ciudadanía (Sancho-Pueblo-Ulises) hoy, desterrando adoctrinamientos… remando mar adentro, como Pedro en el de Galilea… podrá perseguir y alcanzar el sueño de Ítaca?

En un esperanzado román paladino:

Será el pueblo español quien, buscando tenazmente la prosperidad material y espiritual para él y sus descendientes (¡el futuro!), hará que la amenazante autocracia se desvanezca.

  • José Ángel Sande Cortizo es almirante retirado