- Si eran capaces de llamar «fascista» a una mayoría de PP y Ciudadanos en Andalucía, ¿qué no harán contra una mayoría de PP y Vox? Este es el escenario al que nos enfrentamos. Van a ir a por la confrontación violenta, buscan el derramamiento de sangre y la culpa siempre será de «la ultraderecha»
Fue a José Luis Rodríguez Zapatero al primero que le escuchamos decir que hacía falta más tensión. Que eso le favorecía. Lo captó un micrófono abierto durante una conversación con Iñaki Gabilondo. Y su estrategia a lo largo de sus años en el poder fue la de fomentar la confrontación permanentemente. Unos españoles contra otros. Revivir la Guerra Civil. Y ése mal espíritu se ha aplicado con mayor virulencia con Sánchez.
Lo que vivimos el pasado domingo fue algo inconcebible en una democracia. El jefe del Gobierno y máximo responsable del orden público animando a salir a manifestarse. Eso sólo se da en contextos prerrevolucionarios. En sí mismo se podría aceptar que hubiera manifestaciones. No puede ser de otra forma en una democracia. Pero desde que la Vuelta pasó por Bilbao sabemos que el objetivo de esos manifestantes no es nada pacífico. Era profundamente violento y peligroso para los que participan en la carrera. Un tipo que circula a 60 kilómetros por hora y se encuentra chinchetas o cristales en la carretera se juega la vida. Pues nada, Sánchez se declaró orgulloso de ellos.
Viendo la deriva violenta del sanchismo me ratifico en lo que ya he comentado aquí en alguna ocasión: Sánchez hará lo que sea para mantenerse en el poder, aunque pierda las elecciones. Ya comentamos en su momento que el control que está dando al Gobierno sobre tantas instituciones, colocando a ex ministros en la Fiscalía General del Estado –en su momento– o en el Tribunal Constitucional entre otros, sólo tiene sentido si piensa quedarse en La Moncloa a cualquier precio. No tendría sentido abrir las puertas para que pueda tener un control igual el partido que pueda ser la alternativa.
Cuando el PSOE fue desalojado de la Junta de Andalucía por una coalición de PP y Ciudadanos, organizaron manifestaciones contra «un Gobierno fascista». A mí no se me ocurre nada más antidemocrático que manifestarse contra el resultado de unas elecciones. Gane quien gane. Pero si eran capaces de llamar «fascista» a una mayoría de PP y Ciudadanos, ¿qué no harán contra una mayoría de PP y Vox? Este es el escenario al que nos enfrentamos. Van a ir a por la confrontación violenta, buscan el derramamiento de sangre y la culpa siempre será de «la ultraderecha». Porque si hay choques callejeros entre la izquierda más radical y violenta y «la ultraderecha» la culpa sólo puede ser de estos últimos por el mero hecho de que el Equipo Nacional de Opinión Sincronizada así lo decrete. Sánchez está dinamitando nuestra democracia. Y el que no quiera verlo, que se lo haga mirar.