“You’ve gone too far because you know it doesn’t matter anyway”. Daryl Hall.
El Estado del bienestar se ha convertido en el Estado del empobrecimiento para los jóvenes.
El socialismo promete una quimera de derechos que nunca aparecen y solo da deuda y miseria. Los jóvenes españoles son cada vez más pobres, cada vez pagan más y reciben menos, y además saben que el sistema es insostenible.
Los jóvenes de España son víctimas de un sistema político de expolio e intervencionismo que se ocupa solo de recaudar y engrandar el Estado y olvida la creación de riqueza. Por ello, relega a los jóvenes a ser una subclase empobrecida y dependiente.
Los gobiernos, en vez de reformar de manera solida el sistema de pensiones, lo hacen cada vez más insostenible disparando la deuda y los impuestos. Los jóvenes son los grandes perjudicados.
El socialismo promete derechos y acude a la represión fiscal y el intervencionismo. Los impuestos son cada vez más elevados y llegan a ser confiscatorios, cae el número de empresas cotizando, la inversión privada se estanca, la productividad no crece y el salario bruto es fagocitado por el Estado que te promete “derechos contingentes”.
La gigantesca transferencia de riqueza del sector privado al Estado ha llevado a que ser mileurista, algo que se consideraba una lacra, sea hoy un privilegio. Mientras, la prensa afín al socialismo te dice que no te quejes porque vives en el cohete y si ganas 21.000 euros eres rico.
El Instituto Juan de Mariana ha publicado un informe esencial, como es habitual, sobre la brecha de riqueza entre jóvenes y mayores. La brecha generacional que no hace más que crecer.
En 2002, los menores de 35 años poseían el 7,5% de la riqueza nacional. En 2022, sólo el 2%
En 2002, los menores de 35 años poseían el 7,5% de la riqueza nacional. En 2022, solo el 2%. En contraste, los mayores de 75 años han aumentado su cuota del 8% al 20%.
Por supuesto, esto no es culpa de los jubilados, sino de un sistema de expolio generalizado que hunde las oportunidades para los jóvenes al atacar a los que crean riqueza y empleo.
El expolio a empresas y autónomos empobrece a los jóvenes y los mayores solo aumentan su riqueza porque el estado se endeuda. En los últimos siete años el Gobierno ha multiplicado la deuda de la Seguridad Social por cuatro.
Entre 2008 y 2024, el ingreso real de los trabajadores de 18 a 29 años ha caído un 3%, frente al 18% que han vivido los mayores de 65 años. Sin embargo, ese aumento a los jubilados es artificial, ya que se ha pagado con más deuda. Los jubilados y los jóvenes son víctimas de un sistema socialista depredador que erosiona la capacidad de aumentar la productividad y cercena la capacidad de aumentar el tamaño empresarial y, con ello, empobrece y estanca a todos.
Paro juvenil
No sorprende que España tenga la mayor tasa de paro juvenil de la eurozona y que los salarios reales netos hayan caído en veinte años.
A ello se añade un sistema socialista que ahoga la oferta y encarece la vivienda. El 81% de los nacidos entre 1945 y 1965 eran propietarios a los 42 años. Hoy, menos del 50% de los nacidos después de 1985 es propietario. Solo un 20% de los menores de 35 años tienen hipoteca.
Las consecuencias de este desastre son múltiples: una sociedad envejecida donde ser padres es casi imposible y tener vivienda inasequible, y está hecho por diseño.
Lo triste de todo esto es que los moderados, los que se reúnen en el Pacto de Toledo y los del consenso solo empeoran el sistema porque hay un claro interés electoral. Nadie se atreve a reformar un sistema que ahoga a empresas y autónomos y empobrece a los jóvenes mientras endeuda a los jubilados.
El problema de España es muy parecido al de Francia. Nadie quiere
Me dirán ustedes que se han llevado a cabo reformas, pero todas van en el mismo sentido: fingir y extender el problema.
El problema de España es muy parecido al de Francia. Nadie quiere hacer reformas liberales porque piensan que tendrán coste electoral. Es falso.
Los jubilados de España no son avariciosos ni malvados Son víctimas de un esquema insostenible que solo genera más impuestos y más deuda. La izquierda pretende solventar todo expoliando a los que crean riqueza. Los moderados, con parches que siguen erosionando nuestra competitividad y mantienen impuestos inasumibles porque hay déficit.
Es peor, en el consenso socialdemócrata existe un deseo oculto de que la inflación y la creación artificial de dinero disfrace estos problemas, cuando solo los empeora y nos lleva al estancamiento secular.
España no tiene problema de emprendimiento ni de capital humano, tiene un problema de incentivos equivocados. Crear riqueza está penalizado y extraerla está premiado.
Necesitamos cambiar radicalmente la fiscalidad y la normativa, avanzar hacia un sistema mixto de capitalización y reparto como tienen los países líderes, centrar la política fiscal y social hacia la creación de riqueza, atracción de capital, crear muchas y más grandes empresas, crear muchísimo más empleo en vez de maquillarlo, eliminar regulaciones absurdas y limitaciones estatales a la actividad empresarial.
España no se merece un sistema socialista que empobrece a los jóvenes y encima les exige que aplaudan y lo celebren.