Luis Ventoso-El Debate
  • La peligrosa chapuza ministerial con las pulseras que protegen a las mujeres amenazadas se suma a otros éxitos de un Gobierno que ni asfalta las carreteras

Nuevo hito del Gobierno más feminista del orbe, el que alivió las penas de casi mil violadores con su burramia legislativa, el de los ministros y cargos del PSOE putañeros, el del presidente (Sánchez) y el vicepresidente (Iglesias) que promocionaron digitalmente a sus mujeres de la manera más rancia y machistoide. El nuevo logro consiste en que durante varios meses -se cree que ocho, aunque el Gobierno no lo aclara- fallaron las pulseras que protegen a las mujeres amenazadas de sus maltratadores.

Desde 2009, se han colocado por orden judicial 21.036 pulseras con geolocalización en los tobillos de sospechosos de maltrato. Las mujeres amenazadas reciben un aviso cuando se aproximan a ellas incumpliendo las órdenes de alejamiento, lo que permite alertar a la policía. En la actualidad hay 4.515 de estos dispositivos activados. El sistema funciona y las autoridades aseguran que no ha muerto ninguna mujer beneficiaria del programa. Por eso resulta especialmente grave que una chapuza del Ministerio de Igualdad suspendiese durante meses el correcto funcionamiento de las pulseras, dejando a las posibles víctimas desprotegidas.

Una vez más, el despropósito comenzó en la jovial etapa en que Irene Montero y sus coleguis convirtieron el Ministerio de Igualdad en una especie de loquilandia, un centro de promoción de la homosexualidad y los delirios «de género», odio a los hombres y viajes de cuchipandi en el Falcon. La hacendada de Galapagar cambió en su día la concesionaria privada que gestionaba las pulseras. Pero lo hizo sin tener en cuenta que en el concurso la firma elegida por ella había sido puntuada como «deficiente» en lo referente al plan de transición (es decir, que podían producirse fallos severos del servicio en el periodo de cambio de compañía).

El asunto ha saltado a la luz porque lo ha recogido la Memoria de la Fiscalía, que reconoce además que el año pasado hubo varias absoluciones de maltratadores porque no funcionaban las pulseras que podía probar el incumplimiento del alejamiento. La nueva ministra de Igualdad, que es del PSOE, por supuesto ha restado toda importancia al asunto. No pasa na. Todo ok. Una anecdotilla exagerada por la diabólica fachosfera.

Una vez más se repite un patrón conocido: tenemos un Gobierno de aficionados y aficionadas, que cuando tienen que lidiar con cuestiones concretas del mundo real no saben hacer la o con un canuto.

La ministra de Seguridad Social y Migraciones sudó tinta en agosto solo para enviar a una docena de menores inmigrantes de Canarias a Gijón, simplemente porque esta señora desconoce cómo funciona la maquinaria de la Administración. Los trenes eran no hace mucho un orgullo nacional. Ahora la noticia es que lleguen en hora (y el culpable del desaguisado pasa sus jornadas soltando exabruptos en las redes sociales). Las carreteras y autovías que dependen del Estado están sin asfaltar, tachonadas de baches y con el consiguiente peligro, por obra también de idéntico energúmeno.

Los fondos europeos van a velocidad de tortuga y se dilapidan en fruslerías que no ayudan a la conquista del futuro. Contactar con la Seguridad Social se ha convertido en una aventura para masoquistas. Las ayudas gubernamentales por el volcán de la Palma siguen sin completarse cuatro años después. Sánchez viajó allí diez veces para componer pucheritos compungidos ante las cámaras mirando a la lava, pero según el Gobierno canario tiene todavía pendientes de envío de más de 200 millones. Otro tanto ocurre con la dana valenciana, donde el galgo de Paiporta tiene retrasado el envío del 62% de las ayudas que prometió.

Pero no se preocupen, que este presidente y estos ministros, que casi no saben atarse los zapatos, van a arreglar desde un país de 49 millones «la emergencia climática», la guerra de Gaza y el catalán en la UE y las empresas, que son los temas a los que se dedican.

Hay que repetirlo. No tenemos Gobierno. Lo que tenemos es un instituto de propaganda e ingeniería social dirigido por su simulador que solo aspira a atornillarse. El poder es lo único que colma su ego hipertrofiado. Pero además, ahora es un instrumento para intentar blindarse contra un horizonte judicial que sin interferencias gubernamentales podría acabar con algún miembro de la saga disfrutando gratis de las hospederías del Estado en parajes tan salutíferos como Soto del Real.

(PD: y mucha atención a que no intente apartar a los miembros más eficaces de la Guardia Civil en la lucha contra la corrupción del PSOE y la familia con la vieja añagaza de promocionarlos, la clásica patada hacia arriba).