- No hay caso, David y Begoña consiguieron sus puestos en la Complutense y la Diputación de Badajoz por su pura y enorme valía, resulta evidente
Don Pedro ha tenido a bien rebajarse al nivel de los mortales y ha respondido a algunas preguntas desde Nueva York, donde se ha tirado una semana para acabar con él solo con el «genocidio» de Gaza y la «emergencia climática».
A pesar de que la mayoría de los periodistas que han viajado con él son de su corte y cuerda, alguno incurrió en el feo detalle de preguntarle por las situaciones de su hermano, que está en el banquillo, y su mujer, que tiene ya media posadera en él. Con su grato talante y su proverbial bonhomía, Don Pedro ofreció unas prolijas explicaciones, que disipan cualquier duda.
Es decir, se limitó a decir lo siguiente: «La verdad acabará imponiéndose. Mi hermano y mi mujer son inocentes. El tiempo pondrá las cosas en su sitio, y espero que cuando la justicia lo dictamine tenga la misma repercusión mediática que ahora mismo todo lo que está planteando el juez Peinado».
Diga que sí, Don Pedro. Totalmente inocentes. Consiguieron sus bicocas en la Complutense y en la Diputación por su descollante valía. Nada han tenido que ver en su promoción digital los insignes cargos que desempeña su excelencia.
Lo de Begoña es lo más natural. Cada dos por tres, la Complutense busca a señoras sin título universitario ni trayectoria de relieve alguno para ponerles una cátedra extraordinaria y un máster. Y por supuesto, las grandes empresas se desviven por regalarles pasta por la cara. En cuanto a eso de que una funcionaria de Moncloa, que pagamos todos, le ayudase en sus negocietes particulares, ¿qué importancia tiene? Como bien ha explicado desde el banquillo la propia catedrática extraordinaria, fue «puntual». Begoña Gómez, una suerte de Cesare Beccaria con mechas, ha renovado el Derecho con la figura del Delito Puntual. Si delinques solo un pelín ya no existe acción punible. Delicioso.
También es inocente el entrañable David. Y nada tiene que ver con su fichaje por la Diputación socialista el hecho de que su hermano fuese el secretario general del PSOE y mantuviese una estrecha relación con la agrupación pacense. Los socialistas de Badajoz sintieron de repente una necesidad imperiosa de fomentar el bel canto. Así que buscaron en el mercado y se toparon con un mirlo blanco, un soberbio director de orquesta (en paro, un poco friki y llegado de Rusia). El tío era tan brillante que forzaron un pelín el concurso. Bueno, le dieron el puesto a dedazo. ¿Pero no vale la pena si a cambio los pacenses pueden contar con los servicios del coautor de La danza de las chirimoyas?
¿Qué problema hay en que David no se presentase a currar? ¿Qué tiene de malo que viviendo de la sopa boba en la Moncloa declarase que residía en Portugal y pagase impuestos allí? ¿Por qué a algunos les parece mal que Marisu, que te cruje si no declaras un salchichón de una rifa, en este caso no investigue na de na? David es inocente. Y el que diga que lo enchufó su hermano mayor, un miserable.
Durante las primarias, Don Pedro se tiró semanas compartiendo andanzas por España con la llamada Banda del Peugeot. Por supuesto, jamás sospechó sobre su vida disipada y su machismo salaz. Cada noche, al llegar al hotel, Koldo, Ábalos y Cerdán se retiraban a sus humildes aposentos para leer a Simone de Beauvoir y a Gloria Steinem, como buenos feministas y progresistas que eran.
¿Cómo podía imaginar el honrado Don Pedro que se apoyaba en una panda de corruptos y putañeros? Abusaron de su inocencia. Como Don Pedro solo lee «el periódico global» y pasa de los malvados «digitales de los bulos», el pobre no se enteró de nada hasta que salió el informe de la UCO (aunque curiosamente había fulminado a Ábalos en julio de 2021).
Todos inocentes, y el que más, Don Pedro. Por eso nos alegra infinito que haya anunciado desde Nueva York que «tras consultar con la familia y el partido» -a los que no habrá dicho ni mu-, va a sacrificarse por todos nosotros y se volverá a presentar.
Ayer a Sarkozy le cayeron cinco años de trena y Don Pedro sabe que la mejor manera de blindarse para esquivar las hospederías del Estado es montar un sistema bananero, donde todos los jueces sean del PSOE, la policía solo investigue a los de derechas y los medios sean universalmente un mitin sanchista, como TVE.
Está claro: cacería intolerable de la derecha y la ultraderecha contra uno de los políticos más honorables y bienhechores. Un dirigente forjado en los más altos valores morales, incluso beneficiario directo de la laboriosidad de un suegro emprendedor en el mundo de las saunas de alterne homo y los clubes de luces rojas. ¿Cabe mejor escuela?
¡Avanti, Don Pedro! Y a ver si cuando quede de segundo en 2027 puede volver a montar su tómbola con los post etarras, los comunistas y los golpistas catalanes y armamos de una vez una dictadura socialista en toda regla, que es lo que necesita España. Perdón, la «nación de naciones confederal, plural y diversa».