Mikel Ayestaran-El Correo

Enviado especial. Jerusalén

  • El presidente de EE UU asegura que esta primera fase del plan de paz para Gaza incluye el repliegue del ejército hebreo

Donald Trump anunció ayer que Israel y Hamás ha aprobado ya la primera fase de la propuesta realizada por el presidente estadounidense para el futuro de la Franja de Gaza. «Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro plan de paz», afirmó Trump en una publicación en su red social, Truth Social, donde defendió que «todas las partes recibirán un trato justo».

Donald Trump

«Este es un gran día para el mundo árabe y musulmán, para Israel, para todas las naciones vecinas y para EE.UU.»

La firma de esta etapa inicial supondrá «que todos los rehenes serán liberados muy pronto y que Israel retirará sus tropas hasta una línea acordada como primer paso hacia una paz sólida, duradera y eterna», explicó Trump. «Este es un gran día para el mundo árabe y musulmán, Israel, todas las naciones vecinas y Estados Unidos», destacó el mandatario norteamericano antes de agradecer «a los mediadores de Catar, Egipto y Turquía, que han trabajado con nosotros para hacer realidad este acontecimiento histórico y sin precedentes».

Minutos después de que el presidente de Estados Unidos anunciase el acuerdo, el primer ministro Benjamín Netanyahu emitió su propio comunicado: «Un gran día para Israel. Convocaré al Gobierno para aprobar el acuerdo y traer de vuelta a casa a todos nuestros queridos cautivos. Agradezco a los heroicos soldados de las FDI y a todas las fuerzas de seguridad que, gracias a su coraje y sacrificio, nos han traído hasta este día. Agradezco sinceramente al presidente Trump y a su equipo por su dedicación a esta sagrada misión de liberar a nuestros cautivos. Con la ayuda de Dios, juntos seguiremos logrando todos nuestros objetivos y ampliando la paz con nuestros vecinos».

Por su parte, Hamás confirmaba la información con otro breve comunicado. «Anunciamos un acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza». Según el diario The Times of Israel, los rehenes que siguen en su poder serán liberados este mismo sábado.

En las redes sociales no tardaron en aparecer vídeos de celebraciones de la población palestina de Cisjordania. Muchos se mostraban convencidos que tras dos años de infierno, la guerra ha terminado.

Netanyahu

«Con la ayuda de Dios, juntos seguiremos logrando todos nuestros objetivos y ampliando la paz con nuestros vecinos»

Los medios israelíes habían asegurado con anterioridad que Hamás había proporcionado información sobre los rehenes vivos, que son unos veinte en total, y busca los cuerpos de los fallecidos, aunque no puede garantizar la entrega de todos porque algunos no los tiene localizados. Informes de la Inteligencia hebrea y estadounidense calculan que entre nueve y quince cuerpos no podrán ser rescatados. El intercambio se realizaría a comienzos de la próxima semana. Eso sí, el Estado hebreo no excarcelará a ninguno de los terroristas de la Fuerza Nukhba de Hamás que participaron directamente en la masacre del 7 de octubre y asesinaron a 1.200 personas en los kibutz.

Por lo demás, «Israel se compromete a retirar sus tropas hasta los límites marcados por Trump, lo que le permitirá permanecer en el 57% de la Franja. El Gobierno de Netanyahu ya ha comenzado a redactar una propuesta que se someterá a votación ante los ministros lo antes posible», adelantó el periodista israelí Amit Segal, experto en temas de seguridad.

El inquilino de la Casa Blanca ha dejado a un lado su marcado unilateralismo para abrazar el multilateralismo a la hora de gestionar este conflicto: su alianza con los países árabes e islámicos ha resultado clave para presionar a Hamás. Su intención es que Gaza sea un primer paso para nuevos acuerdos a lo largo de todo Oriente Medio.

Izzat Al Rishq, alto cargo de Hamás, mostró la «satisfacción» de su organización por la presencia de Catar y Turquía en la mediación ya que «su participación impulsa firmemente las negociaciones para lograr resultados positivos que permitan poner fin a la guerra y facilitar el intercambio de prisioneros». A la vez, Al-Rishq señaló que la asistencia de ambas naciones «reduce el margen de maniobra de Netanyahu para continuar la agresión y sabotear las negociaciones».

Hamás

«Anunciamos un acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza»

Aunque no hay concreciones del acuerdo alcanzado, los islamistas exigían garantías por escrito de que Israel no volverá a la guerra cuando ellos liberen a todos los rehenes y de que se completarán las siguientes fases del acuerdo. La presencia de turcos y cataríes da confianza a Hamás y por ello muestra mayor flexibilidad que antes, pero el proceso que queda por delante tras el intercambio es largo. Existen temas clave como el desarme de su brazo armado, la transición de poder en la Franja o el futuro que espera a los líderes islamistas.

El caso del desarme era uno de los mayores escollos. Algunos mediadores árabes creen estar en condiciones de convencer a los milicianos de un desarme parcial, pero poco más y siempre que la Casa Blanca les garantice que las Fuerzas de Defensa no atacarán de nuevo, según ‘The New York Times’. La división interna es clara en una organización que ha hecho de las armas un símbolo de su poder. Así, mientras un sector considera que desarmarse equivale a una rendición, otra parte cree que es la mejor fórmula en estos momentos.

Bombardeos

Los israelíes han negociado con la presión añadida a Hamás de los bombardeos en Gaza y el avance de las tropas en Ciudad de Gaza. El ministro de Defensa, Israel Katz, visitó a las tropas en el barrio de Sabra, y dijo que gracias a las acciones de las tropas se han creado «las condiciones para las negociaciones destinadas a asegurar la liberación de todos los rehenes y el logro de los objetivos de la guerra». Unas declaraciones criticadas por la oposición ya que, pasados dos años, Israel no ha acabado con Hamás, ni ha logrado liberar a los cautivos con el uso máximo de la fuerza, sus dos grandes objetivos.

Eran momentos de gran expectación porque por primera vez desde marzo las armas pueden volver a callar en Gaza. La gran incógnita es saber lo que durará esa pausa y cómo será el día después en una Franja devastada. En ruinas. Porque, según un informe difundido ayer por la ONU en base a inspecciones por satélite, el 83% de todos los edificios de Gaza City han sido destruidos. Los combates para ocupar la capital de la Franja han sido tan intensos hasta el momento que 81.000 viviendas han quedado reducidas a escombros.