Rosa Belmonte-El Correo
- Se lo han dado a María Corina, una mujer valiente que parece no haber hecho nada por la paz-paz, pero sí se ha plantado frente a la tiranía de Maduro
Nunca he visto más atención en una redacción para escuchar la concesión de un Nobel que la de este viernes. El de la Paz, claro. Ahí estábamos arremolinados frente a los monitores. Ya saben, María Corina Machado. Desde luego que en España, quizá en Japón no, la noticia era que se lo habían dado a María Corina, pero también era que no se lo habían dado a Donald Trump, una posibilidad que, al menos fuera de las interioridades de Oslo, llegó a parecer razonable pese a la precariedad de la incipiente paz que ha estallado. Precaria, pero paz.
Y sí, se lo han dado a María Corina, una mujer valiente que parece no haber hecho nada por la paz-paz, pero sí se ha plantado frente a la tiranía de Maduro. Y ha permanecido en Venezuela. Escondida. Recuerda Cayetana Álvarez de Toledo que Zapatero, el amigo de Maduro, lleva años repitiendo que la firmeza de María Corina amenazaba la paz civil. Ahí tienes, Premio Nobel de la Paz (civil). Nobel contra Zapatero.