- Juntos por Extremadura, Levanta y Cáceres Viva aspiran a romper el umbral del 5% que les daría escaños suficientes para sumar con el PP.
La coalición que presentarán oficialmente este jueves Juntos por Extremadura, Levanta y Cáceres Viva abre una puerta de escape a María Guardiola. La presidenta popular de Extremadura siempre quiso tener una alternativa que le permita gobernar sin necesidad de pactar con Vox. Esta unión de fuerzas regionalistas podría ser precisamente esa llave.
El panorama electoral en Extremadura de hace dos años dejó un PP y un PSOE igualados a 28 escaños cada uno. Y a Guardiola no le quedó más remedio que desdecirse de todo su mensaje de campaña, en la que pidió el voto rechazando «cualquier alianza» con los de Santiago Abascal.
Y esa decisión no sólo le causó dolor político, sino que le costó mucho a Alberto Núñez Feijóo en las elecciones generales, adelantadas de inmediato por Pedro Sánchez, en julio de 2023.
Por eso, en el último congreso nacional del PP, celebrado en Madrid, Feijóo se comprometió públicamente a no incluir a Vox en en un eventual Gobierno. «Haré un Consejo de Ministros sólo del PP, y buscaré pactos con quien quiera hacerlos, con todos menos con Bildu», dijo.
El mensaje sigue vigente: la dependencia de la formación de Abascal es un lastre para los populares del que, ahora, María Guardiola podría desembarazarse.
Las cuentas
Las proyecciones de los sondeos apuntan a que el PP podría tocar los 30 escaños en los comicios del 21 de diciembre. Faltarían sólo tres para la mayoría absoluta en una Asamblea de 65 diputados. Y esa brecha podría cerrarse con los regionalistas sin necesidad de acudir a Vox.
Las tres formaciones extremeñas que se presentarán unidas obtuvieron en 2023 un resultado, para cada una de ellas, testimonial.
Juntos por Extremadura logró 15.502 votos. Levanta alcanzó 4.661 sufragios. Cáceres Viva reunió 2.014 papeletas. La suma total fue de 22.177 votos, apenas un 3,65% del total regional, cuando el umbral mínimo para acceder a la representación parlamentaria es del 5%.
Pero aquella fotografía engañaba. La verdadera fuerza de estos partidos no ha residido hasta ahora en el nivel regional. Su implantación en los municipios es mucho mayor. Juntos cuentan con tres veces más concejales que Vox en la región. Y casi el doble que Podemos.
Esa red territorial es su verdadero capital político. Y es por eso por lo que sus dirigentes creen que, unidos en una candidatura única, pueden romper el umbral del 5% que las puertas de la Asamblea exigen.
Las claves
La clave está en el PSOE debilitado, liderado por el procesado Miguel Ángel Gallardo. El candidato socialista se sentará en el banquillo en el caso del enchufe a David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno. El voto socialista decepcionado es uno de los caladeros donde buscarán el apoyo estas opciones regionalistas.
Además, está la herencia de Ciudadanos, que llegó a pesar mucho en Extremadura, aunque desapareció en los últimos comicios. Pasó de 47.000 votos y 7 escaños a apenas 5.407 votos.
Pero esa bolsa de votos no se fue completa al PP y sigue, en parte, esperando a ser recogida. La coalición regionalista cree que puede hacerse con una parte importante de ese electorado. Para ello fichó a sus mejores cartas.
Fernando Baselga, exdiputado de Cs en la Asamblea, ocuparía el número dos de la lista por Badajoz. José María Casares, otro exdirigente naranja, forma parte del comité ejecutivo.
Raúl González, presidente de Juntos por Extremadura, será el cabeza de lista de toda la coalición, que se presenta este jueves en Cáceres.
Si la coalición logra captar ese voto perdido centrista, superaría el 5% y entraría en la Asamblea con entre 2 y 4 escaños. Eso sería suficiente para ofrecerse como alternativa de gobierno al PP.
Y, crucialmente, sería suficiente para que Guardiola no tuviera que volver a pactar con Vox. Los dirigentes regionalistas ya han transmitido mensajes privados de disposición. Y que el PP, con su apoyo, podría gobernar sin la carga política que le supone depender de la derecha extrema.