Pablo Sebastián-Vozpópuli

  • Sorprende que el Rey Felipe VI, temeroso de la deriva republicana de Sánchez, se haya prestado a excluir a su padre

El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han pactado la exclusión del Rey Juan Carlos I de los actos conmemorativos, en Palacio Real y el Congreso (los días 21 y 22 de noviembre), del 50 aniversario de la restauración de la Monarquía en España, la reconciliación nacional, la recuperación de las libertades (a la muerte del dictador Franco) y del inicio de la transición hacia la democracia española. Todo esto de lo que fue el principal protagonista y autor el Rey Juan Carlos, con la colaboración del presidente Adolfo Suárez. Lo que ahora se pretende ignorar y falsear en sendas ceremonias que serán presididas por el Rey Felipe VI y el presidente Pedro Sánchez, como si ellos dos hubieran sido los autores de la Transición y no el Rey Juan Carlos I y el presidente Adolfo Suárez, como en realidad ocurrió.

Que Sánchez impulse semejante atropello a la verdad e Historia de España se entiende desde su actual y desesperada situación política e institucional, sin mayoría parlamentaria, sin Presupuestos y rodeado de múltiples casos de la corrupción de dirigentes de su partido y de su entorno político (véase el Fiscal General, García Ortiz), familiar (su esposa Begoña y su hermano David) y de la banda golfa del Peugot (los Ábalos, Santos y Koldo).

Abusos y corrupciones

Lo que Sánchez quiere es festejar el 50 aniversario de la muerte de Franco, para tapar sus actuales desafueros y escándalos políticos. Pero sorprende que el Rey Felipe VI, temeroso de la deriva republicana de Sánchez, se haya prestado a excluir a su padre, el Rey emérito, y protagonista principal de los momentos históricos que ahora celebran su 50 aniversario. Y que lo haya hecho con el falso argumento de que don Juan Carlos I ahora ya no tiene ‘responsabilidades institucionales’. Ya sabemos que don Juan Carlos (y ‘consentidas’ con la vista gorda de los presidentes Felipe González y José María Aznar) cometió ciertos abusos e irregularidades por las que ha pedido perdón e hizo regularizaciones fiscales ante Hacienda. Pero ¿están hoy Felipe González, José María Aznar, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en condiciones de lanzar una primera piedra sobre la corrupción española?

Si piensa el Rey Felipe VI que, con este 50 aniversario falseado, defiende así la Monarquía frente a la tentación republicana de Pedro Sánchez se equivoca. A la vez que abunda en el deterioro institucional de este país en un tiempo político convulso en España y en la escena internacional. Un tiempo en el que el actual monarca sí que supo hacer frente con firmeza al golpismo catalán del año 2017. Pero también cuando el Rey Felipe VI calló sobre la presencia del Fiscal General en la apertura del año judicial, sobre el Nobel de la Paz de Corina Machado, o sobre la petición de disculpas a Méjico por la Historia de España en América, como lo acaba de hacer el Gobierno de Sánchez.

Un tardío gesto de ayuda

Y todo ello cuando el Gobierno de Sánchez está rodeado en los tribunales por sus casos de corrupción y cuando el líder de la Oposición Alberto Núñez Feijóo se ha mostrado incapaz de gestionar, como debió, la crisis valenciana de Carlos Mazón. El que finalmente ha anunciado su dimisión en mala coincidencia con el inicio del juicio en el Tribunal Supremo del Fiscal General, Álvaro García Ortiz, un tardío gesto que ayuda al PSOE en plena batalla política, mediática y judicial. Lo que coloca a una gran mayoría de ciudadanos en situación el desamparo y en la orfandad bajo un pésimo Gobierno, que espera agotar la legislatura que Junst dice acabada retirando su apoyo a los proyectos de ley de Sánchez, y una débil Oposición. A la que le crece la extrema derecha de Vox, dueña de la inestabilidad valenciana. Como el prófugo Carles Puigdemont es aún el amo de la estabilidad política personal de Sánchez al que le resta apoyos pero sin quererlo derribar, por más que diga lo contrario.

Y este PP, ¿no tiene nada que decir de la exclusión del Rey Juan Carlos I? Pues si no lo hace sí que lo hará Santiago Abascal desde Vox con doble crítica a Sánchez y a Felipe VI, en línea con otras recientes actitudes de Vox criticas con el actual monarca. El que pretende paliar esta difícil situación con un almuerzo ‘familiar’ en el Palacio del Pardo -para evitar así que don Juan Carlos pise el Palacio La Zarzuela, donde no se le deja pernoctar cuando visita Madrid- a pesar de que tiene derecho a ello por su condición de Rey ‘emérito’. Una comida familiar a cuya invitación aún no ha respondido don Juan Carlos, dolido como está de su injusta exclusión de unas conmemoraciiones de hechos históricos de los que fue el principal protagonista y que en la reciente Historia de España ya están.

Un reinado del que don Juan Carlos I ha querido dar su versión con su libro de memorias titulado Reconciliación que ya está en venta en Francia. Con lo que el su mal intencionado retraso de llegada a las librerías españolas (para que no se conociera antes de este impostado 50 aniversario de la Transición) no les sirvió para nada a La Moncloa y a La Zarzuela salvo para aumentar su expectación con las crónicas que desde Francia ya han llegado a nuestro país sobre las citadas memorias que certifican el protagonismo del Rey Juan Carlos I, el excluido, en la recuperación de las libertades y de la democracia al inicio de la Transición.