- ¿Qué esperas de una organización de amigos de lo ajeno que no hace ascos a ningún delito ni a ningún compinche? Acabamos de saber que cuando el gran mentiroso, el traidor máximo, repetía y repetía que jamás pactaría con Bildu, ya había reunido a sus propios en un caserío, antes de su moción de censura, con el etarra que Zapatero designó un día «hombre de paz»
¿Y qué si el autócrata critica una sentencia, la lamenta, la juzga? ¿A quién le importa a estas alturas? No te puedes pasar seis años boquiabierto, pues a lo más insólito y aberrante se acostumbra el ser humano. Por eso no acabo de entender los gemidos, los suspiros de damisela, las indignaciones diarias, los desmayos ni las perplejidades. Vamos a ver, ¿cuántas veces más tiene que escupir la banda de Sánchez sobre leyes y sentencias, cuántas violar la Constitución, cuántas amañarlo todo con Cándido, perder las formas, acostarse con terroristas, amenazar a disidentes, colonizar las instituciones, tomar las empresas públicas, entrar con antifaz y saco en las privadas? Nadie tiene peor concepto de Sánchez que el firmante. Pero no me pidas que me sulfure cada día. Es hora de hacer cada cual lo que debe, no de perder el tiempo. Así que vale ya.
Vale ya de quejas impotentes. ¿Qué esperas de una organización de amigos de lo ajeno que no hace ascos a ningún delito ni a ningún compinche? Acabamos de saber que cuando el gran mentiroso, el traidor máximo, repetía y repetía que jamás pactaría con Bildu, ya había reunido a sus propios en un caserío, antes de su moción de censura, con el etarra que Zapatero designó un día «hombre de paz». Este Zapatero, mira lo que te digo, da el perfil perfecto del satanista. Presenta la realidad cabeza abajo para levantar un sistema de valores inverso. Por eso dio la mano izquierda al Papa simulando una lesión; por eso formuló al revés la palabra de Nuestro Señor, algo equivalente a invertir la Cruz: «No es la verdad la que os hará libres, sino la libertad la que os hará verdaderos», dijo. Son guiños propios de magufos peligrosos, como los vecinos de Mia Farrow en ‘La semilla del Diablo’. Dejo el tema de su satanismo, lo he tocado antes, pero analicen los protocolos, las geometrías, los saludos y las marcianadas que se gastan los poderosos en la España de hoy cuando se ponen a organizar ‘funerales civiles’ por víctimas de catástrofes, o a impulsar proyectos de resignificación que exigen arrancar una Piedad.
No habrá Piedad. Que quede claro. Ni para la banda de Sánchez ni para Zapatero. Puede viajar cabeza abajo a Guantánamo, si quiere, en mono naranja, como permiten adivinar los noticiarios de EE.UU. Pensé en ello viendo un triste espectáculo para provocar a viejas: un intelectual salió del hemiciclo caminando sobre sus manos. Otro símbolo para la historia. Propongo que organicen concentraciones de charos en cada provincia, al modo de Jubiularnosk gritando «prevaricadores» ante el TS. Que insulten todas a Franco haciendo la vertical. Dijo Gil Robles que media España no se resignaba a morir. Tenía razón. Tampoco ahora se resigna; ni a morir ni a quedarse quieta, condenada a charlar y dar manotazos sobre la barra en los festivales populares de jeremiadas espontáneas que se montan. Acción es la palabra. No mezclarse nunca con el sanchismo, pues mancha, es la omisión.