Miquel Giménez-Vozpópuli
- El caricato monclovita ha seguido con el tema diciendo que hacía una rendición de cuentas porque había que explicar el buen gobierno
Tras escuchar a Pedro Sánchez el soliloquio que nos endiñó éste lunes no me cabe la menor duda: es el mejor monologuista de España y debería presentar las Campanadas junto con Begoña ya que, ¡ay!, Buenafuente y su partenaire no podrán hacerlo debido a razones racionalmente razonables. Esto, amén de evitarnos que vuelvan a encargárselo a Broncano y a Lalachus, Jesús, gracias, de nada, nos daría la oportunidad de volver a escuchar el despliegue hilarante de chascarrillos que ese mago del humor sabe encadenar como nadie.
Y para que vean que no exagero juzguen ustedes si no hay que tener arte para, ante la corrupción desbocada y los casos de acoso sexual, salir levantando la barbilla hablando de fango y de los nuevos Torquemada. Ole, ole y ole. Con un par. Humor transgresor y audaz, sí señor.
El caricato monclovita ha seguido con el tema diciendo que hacía una rendición de cuentas porque había que explicar el buen gobierno. Miren, aquí la urgencia mingitoria ha estado a punto de costarme una desgracia, porque aquello era para mear y no echar gota. Pero, oigan, que el chiquillo se crece y ha cogido altura en ese estilo tan suyo tipo Buster Keaton, ya saben, hacer un humor desopilante sin mover un solo músculo de la cara. Y dijo que nadie como la pìchoe para combatir los casos de acoso – y derribo, añadimos nosotros sin pretender ser tan graciosos como Pedro –, y ha tratado al PP como el Comandante Lara trata en sus célebres chistes a su cuñado Ramiro, del que dice que es tan tonto, tan tonto, que se sacó la Primera Comunión a la tercera.
Llegados aquí, y con todos los españoles revolcándonos por el suelo, bien por la colosal hilaridad que despide el personaje, bien por tremebundos ataques cardíacos por no poderlo soportar un minuto más, Pedro ha insistido en su ya conocidísimo gag de las políticas progresistas, que no por empleado causa menos impacto en el público. Y ha dicho que ya si eso, cuando se pueda, encontrará con quién aplicarlas porque ahora no tiene votos suficientes ni para invitar a nadie a jamón. Bueno, eso lo digo yo, que no en vano me he dedicado a escribir guiones de humor muchos años.
Ahora, debo reconocerlo e inclinarme humildemente, como los discursos del presi, no he escrito ninguno. No han faltado los clásicos como lo de agotar la legislatura, buscar apoyo hasta debajo de las piedras y el mejor de todos: jamás se han creado tantos puestos de trabajo como ahora. Finalizando con los esperadísimos “Somos la nación más próspera de Europa” y los cinco puntos esos que suelta siempre, la actuación ha finalizado. Yo sugeriría que, ahora que tanto le conviene estar a bien con Junts, se vista de negro, se ponga peluca, barba postiza y gafas de sol y la próxima vez, encaramado a un taburete y con gin tónic en la mano y un pitillo en la otra, diga “¿Saben aquell que diu?” antes de anunciar cualquier gilipolluá de las suyas. Para anunciar lo del referéndum de independencia vendría pintiparado.