
Veníamos contando durante toda la semana el abandono del barco sanchista por el sector opinatriz de PRISA, El País y la cadena SER, por ejemplo. Es la soledad del corredor de fondo. A Pedro Sánchez ya solo le quedan como apoyos firmes: Nacho Escolar en su papelito y Antonio Lucas en El Mundo. Este último movía a perplejidad a Alejo Vidal-Quadras: “No se entiende que Antonio Lucas sea columnista de El Mundo. Su apoyo a Pedro Sánchez -su último artículo provoca arcadas- choca frontalmente con la línea editorial del periódico e irrita a los lectores y suscriptores entre los que me cuento. Un misterio.”
Quizá no lo sea tanto. Mi primer director en El Correo, Antonio Barrena Ballarín, un gran tipo, aunque algo golfo, me llamó y cuando me tuvo frente a él, en su despacho, me dijo: “Te he llamado para ofrecerte una colaboración, porque yo no sé escribir, pero sí sé leer”. Me pareció una explicación muy razonable, pero no todos los directores pueden decir lo mismo.
Lucía Méndez replicaba: “Alejo Vidal-Quadras e un intelectual liberal que reclama a los periodistas obediencia ciega a la línea editorial del periódico. Se esperaría de alguien como él un defensa de la libertad de expresión del periodista”. ¿Obediencia ciega? No, querida Lucía, entre la obediencia ciega y el chocar frontalmente con la línea editorial, que es lo que dice Alejo, hay una vaguada enorme.
Antonio Papell se solidarizaba, Dios los cría: “Querida Lucía: llamar a este individuo intelectual liberal es muy osado”. Más osado sería llamarle a él intelectual o liberal o individuo a secas.
Fátima Martínez saca una declaración de Ernesto Ekaizer :”La UCO, la UDEF y los jueces están dando un golpe de Estado”. Este señor debería jubilarse e irse con el IMSERSO a bailar los pajaritos en Benidorm, a ver si deja de decir idioteces”.
Nuestra querida Maite Rico dedica un tuit al Chirimoyo errante y al candidato de Sánchez en Extremadura: “Gallardo prestó al hermano de Sánchez un piso oficial para que se escondiera en Badajoz mientras lo buscaba la Guardia Civil”.
Y hablando de este tema. Se ha descubierto que Miguel Ángel Gallardo ordenó una reforma por valor de 43.000 euros en la cocina de ese piso oficial a petición del Chirimoyo, porque el usufructuario la encontraba demasiado antigua.
Garry Kasparov: “Venezuela no es lo que pasa cuando el socialismo fracasa. Es lo que pasa cuando el socialismo triunfa”. Trata de rebatirlo un tal Daniel que quiere encaramarse al podio a toda costa: “Y cuando el socialismo triunfa, EEUU bombardea, invade y asesina. Lo siento, pero yo me quedo con el socialismo”. Pero tiene mucha competencia. Por ejemplo la de un tal Antiliberal que viene a poner los puntos: “En Venezuela no existe ningún socialismo y Kasparov es un burdo traidor de Rusia”.
Pedro Otamendi se fijaba en Diana Morant dice que el PSOE ha actuado con contundencia con Francisco Salazar: Cinco meses sin hacer nada. Borraron las denuncias. Se niegan a ir a la Fiscalía. Tratan a sus votantes como auténticos idiotas mientras se ríen del resto d ellos españoles”.
El reparto del fango para quitárselo de encima al PSOE o, cuando menos, de camuflarlo. Público daba la noticia: “La Policía remite al juzgado la denuncia de una mujer contra Adolfo Suárez puesta el pasado 9 de diciembre por agresión sexual cuando era menor”. Naturalmente era una ocasión que la discapacitada mayor de Podemos no podía desaprovechar esta ocasión y ha emitido su rebuznito: “Exigimos retirar todos los reconocimientos institucionales a Adolfo Suárez tras conocerse un grave testimonio de agresión sexual continuada. ¿A cuántos hombres nos han hecho admirar como “padres de la democracia”, dándoles así impunidad para ejercer violencias machistas?” Mujer, no sé, probablemente a tu novio que soñaba con azotar a una periodista hasta hacerla sangrar.
Roberto se sorprendía e interpelaba a Pablo Iglesias: “No me jodas que Adolfo Suárez le decía a esa chica que iba al baño a refrescarse y que la esperaba allí. Hay que ser un machista de mierda para hacer eso, Pablo. A ti nunca se te ocurriría”. Él, el azotador imaginario. se sumaba al alboroto con la desfachatez que es estilo de la casa y calificaba la denuncia de ‘sobrecogedora’. ¿Cómo puede esta tipa encabezar estas denuncias y cómo puede este impresentable secundarlas sin el menor apuro, cuando más le valdría estar callado? Lo que uno ha echado más en falta en esta tarada es un último arrebato de dignidad, que al tener noticia de los sueños húmedos de su galán no le pusiera freno: “Escucha, imbécil. Tú no le azotas a nadie más que a mí”.
Federico Navarro recordaba al autoproclamado hijo del terrorista frapero el caso de Antonio Machado con Leonor Izquierdo, una adolescente soriana de la que se enamoró. Ella tenía 15 años y él 34 cuando se casaron hace 116 años. En Soria hay un hotel de 4 estrellas con su nombre.