Eduardo de Rivas-El Español
  • Ningún partido en su sano juicio habría postulado a una persona procesada, pero impedirle presentarse a Gallardo habría sido un doble castigo, porque es la víctima colateral de un bulo

Hoy se celebran las primeras elecciones de todas las que viene por delante. Después de Extremadura, irán, como mínimo, Aragón, Castilla y León y Andalucía. Quién sabe si también unas generales que Sánchez se saque de la manga si se le abre una ventana de oportunidad en cualquier momento que pueda aprovechar.

Extremadura concurre a las urnas y lo hace con el hecho histórico de que por primera vez uno de los candidatos a la presidencia está procesado de un delito y será juzgado a los pocos meses de celebrarse las elecciones. Ningún partido en su sano juicio habría postulado a una persona en sus circunstancias, pero rechazar la candidatura de Gallardo habría sido reconocer de alguna manera que los actos cometidos en favor del hermano del presidente del Gobierno existieron, algo que va en contra del relato de Moncloa. Y el relato tiene que mantenerse, por mucho daño que pueda hacer al PSOE en las urnas. El sanchismo, por delante del partido.

Gallardo llevó bien aprendida la lección al debate electoral. Sí, él está procesado, pero todo forma parte de «una denuncia falsa realizada por un sindicato falso, a partir de artículos falsos que aprovecharon partidos falsos». Es el mantra del socialismo que se repite en cada proceso judicial: todo forma parte de un bulo generado por la ultraderecha para dinamitar la presidencia de Sánchez. Y el pobre Gallardo es, simplemente, una víctima colateral del daño que se le pretende infligir a Pedro Sánchez. Por lo que impedirle presentarse a las elecciones sería un doble castigo inmerecido.

¿De verdad no hay nadie dentro del PSOE que se levante contra semejante desfachatez? ¿De verdad nadie se da cuenta de que quien pierde hoy presentando a unas elecciones a un candidato procesado es el PSOE y no Pedro Sánchez? ¿O es que no nay nadie dentro del partido capaz de levantar la voz contra el sumo líder? El «sí, bwana» que se ha impuesto en Ferraz a toda orden que llegue de Moncloa será lo que haga saltar por los aires el partido. Eso, y los procesos judiciales que hay en marcha.