ETA se quita la careta y dice que hay que negociar el desarme

LA RAZÓN, 12/11/11

Dos miembros de la banda responden en su entrevista de doce folios concedida a Gara y plantean su desarme en el marco de una negociación directa con el Estado en la que se deben abordar el acercamiento de los presos, el regreso de los terroristas huidos y la salida de las fuerzas de seguridad del País Vasco y Navarra.

Se refiere al «proceso» que ha conducido, tras el anuncio de alto el fuego, a la legalización de Bildu y su implantación en ayuntamientos y otras instituciones. Y  al comunicado del 20 de octubre, en el que la banda anunciaba el cese armado, supeditado al cumplimiento de una serie de condiciones.

Expertos antiterroristas consultados ayer por este periódico  recordaron que, a lo largo de su siniestra historia, siempre ha reaccionado de la misma manera a lo que  llamaba «situaciones de bloqueo».  Lo que está claro, agregaron, es que los pistoleros se «quitan la careta» y supeditan el supuesto «cese armado» a una negociación «técnica» y «política».

Después de Rubalcaba
Al día siguiente de que el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, introdujera el asunto de ETA en la campaña electoral, durante un mitin celebrado en Vitoria, y planteara que ellos pueden gestionar mejor el final del terrorismo, la banda se descuelga con una entrevista en la que, entre otras cosas, va a «explicar cuál es su posición actual ante el Estado español y, más en concreto, ante la probable llegada del PP a La Moncloa», según el avance del diario «Gara».

El nuevo pronunciamiento de ETA había sido anticipado por LA RAZÓN en su edición del pasado miércoles; y que podía hacer alguna referencia al desmantelamiento de las estructuras «militares». En la entrevista, señala que «el desarme está en la agenda y ETA está dispuesta a adoptar compromisos».

Según explicaba ayer «Gara», «ha entrevistado en profundidad y en exclusiva a dos portavoces de ETA. El resultado ha sido hoy en la edición escrita de este periódico, tanto en euskera –idioma en que se realizó– como en la traducción íntegra al castellano. La entrevista ocupa doce páginas».

En la entrevista, la banda terrorista ETA asegura que «la principal víctima del conflicto ha sido Euskal Herria» y, aunque dice no ser «insensible» y admite que sus acciones «han causado mucho sufrimiento», rechaza «ese propósito de condenar la lucha por la libertad».

«En este tema existe una gran utilización política y manipulación. La principal víctima del conflicto es Euskal Herria, un pueblo que han pretendido hacer desaparecer y que ha sido continuamente agredido. Las principales víctimas han sido las vascas y los vascos», dicen los terroristas en el cuestionario recogido por Europa Press.

«La confrontación armada de las últimas décadas ha causado mucho   sufrimiento, sin duda. También las acciones de ETA. No somos   insensibles», añaden los terroristas que, sin embargo, dicen no poder   «estar de acuerdo con esa lectura que pretende hacer olvidar las   claves del conflicto». «No podemos estar de acuerdo con ese propósito   de condenar la lucha por la libertad. Sabemos lo que es perder   compañeros de lucha, qué es el dolor, qué supone no tener al lado a   los seres queridos», apuntan.

Insisten en que «se habla mucho del reconocimiento del sufrimiento y de las víctimas», algo que consideran «importante», pero matizan que «hay múltiples víctimas y sufrimientos generados por la violencia de los estados que siguen sin ser reconocidos: el terrorismo de   estado, la tortura, los asesinatos de militantes de ETA, la violencia de las fuerzas policiales…».

Proceso de reflexión
«Los portavoces de la organización armada vasca responden a todos los interrogantes planteados sobre su decisión–agrega–, que explican que es el resultado de un proceso de reflexión iniciado hace al menos una década, pero que no ha sido “estructurado y lineal”».
«La decisión sobre la lucha armada “no era sencilla”, admiten, antes de remarcar el “gran sentimiento de responsabilidad” que les provoca la declaración del 20 de octubre (el comunicado con el cese armado), que por su nivel ven equiparable sólo a dos momentos anteriores: la propia creación de ETA y la decisión de continuar con la lucha armada tras la muerte de Franco».

ETA , según «Gara», habla también de su relación con los agentes internacionales, arrojando más luz sobre la Declaración de Aiete (Conferencia Internacional celebrada en San Sebastián). Pero por encima de ello subraya su convicción de que la clave de los avances está en la sociedad vasca. En este punto, concreta que “no estará sentada en la mesa de la negociación política”».

Dos niveles
Es decir, que se reserva la negociación de las «consecuencias del conflicto» con los gobiernos de España y Francia, mientras que asuntos como la independencia del País Vasco, con la anexión de Navarra, se los deja a la llamada «mesa de partidos políticos».
Se trata de la misma estructura que fracasó durante el «proceso» de 2006-2007.

Por otra parte, ETA asegura que «la cuestión de las armas está incluida en la agenda de la   negociación entre ETA y el Estado, y estamos dispuestos a hablar de ello y también a adoptar compromisos, en la lógica de la solución de todas las consecuencias del conflicto», dice la banda en la entrevista recogida por Europa Press.

Explican que su modelo de negociación estaría basado en «tres temas principales: la vuelta a casa de todos los presos y exiliados políticos vascos, la inutilización de las armas de ETA y la desmilitarización de Euskal Herria».

En este último punto, los terroristas se refieren en concreto a la salida de la Policía y la Guardia Civil del País Vasco y Navarra. «El final de la confrontación armada no podría entenderse si Euskal Herria permanece llena de fuerzas armadas», dicen los etarras que   consideran este aspecto como «fundamental». «Las páginas más oscuras de ese relato que hemos mencionado las ha escrito la Guardia Civil», añaden.

Preguntados los terroristas acerca de la posibilidad de que ni España ni Francia acepten esa negociación, contestan que «eso dificultaría la situación, en la medida en que el proceso requiere de la participación de los estados», pero defienden «actuar con paciencia, sin resignarse, prosiguiendo con la lucha y el trabajo diario, agrupando nuevas fuerzas, dando mayor eficacia a las ya existentes… El proceso no se va a desarrollar sólo en la mesa   negociadora. La reivindicación y la presión popular tienen una función decisiva».

En otro punto de la entrevista, la banda llega a decir que «nunca será una amenaza para ese proceso». «Nunca lo ha sido. ETA tiene su opinión y hace sus reflexiones. Eso es lo que estamos haciendo. Pero ETA no estará sentada en la mesa de la negociación política. La que   represente en esa mesa a la izquierda abertzale en su conjunto será la unidad popular, principal referencia política de la izquierda abertzale», explica.

En concreto, la banda se refiere a una segunda negociación que deben abordar los agentes políticos y sociales vascos en base al «derecho a decidir» y de esa manera, «todos los proyectos políticos   serían materializables, incluida la independencia». «El acuerdo   democrático debería recibir el respaldo legitimador de la ciudadanía vasca, en forma de ratificación en una consulta popular», dicen.

Preguntados acerca de cuáles son las cualidades que hacen esta situación diferente de los anteriores procesos fracasados, ETA dice   que «no se puede saber cómo será en esta ocasión» porque «el final está sin escribir». «Se puede tener la tentación de pensar que todo   está atado, que se resolverá no se sabe en qué mesa. No», advierten los terroristas al tiempo que asumen que «el proceso se puede alargar en el tiempo, en función del comportamiento de los estados y de la madurez de las fuerzas políticas. Pero no hay otra alternativa que no sea el propio proceso».

Admiten por primera vez que hubo «diferencias» cuando la izquierda abertzale inicio el debate que derivó en su apuesta por las vías políticas y dicen haber hecho «autocrítica, porque en ese momento no cumplió debidamente la función que le correspondía hacia la izquierda abertzale», que, según zanjan, «acertó de pleno».

Rajoy y el nuevo Gobierno
Sobre el papel desempeñado por el líder del PP, Mariano Rajoy, tras el comunicado de cese definitivo de la violencia del pasado 20 de octubre ETA dice que «es verdad que su reacción rompe con el   discurso negativo, agresivo y sin sentido de hasta ahora». «Ante esta coyuntura histórica, quien tiene muchas posibilidades de ser presidente de España debe actuar con responsabilidad, y es de suponer que Rajoy lo ha entendido así».

Sobre el Gobierno de Patxi López dice que «ha andado despistado»: «está bien abrir una ronda de diálogo con los diversos agentes, pero   resulta bastante vergonzoso que una iniciativa emprendida con   urgencia tenga como objetivo decir que no hay urgencia».

Aseguran haber tenido «relación» y haber adoptado compromisos con los mediadores que impulsaron la declaración del Palacio de Aiete (tres días antes del último comunicado) y al ser preguntados sobre contactos con el Ejecutivo dicen que «no se ha producido ninguna reunión directa entre ETA y el Gobierno de España». «Sin embargo, podemos decir que, en los últimos meses, hemos tenido un conocimiento mutuo y, que nosotros sepamos, el PP está al corriente», añaden.

«Sea cual sea el color que tenga el Gobierno de España a partir del 20 de noviembre, tendrá sobre la mesa el conflicto que mantiene con Euskal Herria», advierten.

LA RAZÓN, 12/11/11