De cómo el Gobierno se beneficia del final de un alto el fuego controvertido.
How the government benefits from the collapse of a controversial ceasefire
THE Spanish prime minister, José Luis Rodríguez Zapatero, has bounced back with remarkable speed. In May, his Socialist Party narrowly lost municipal elections to the People’s Party (PP). But with a general election due early next year, recent polls give the Socialists a renewed lead of 3.5-6.5 percentage points.
What explains the turnaround? Surprisingly, perhaps, the reason appears to be terrorism
In the renewed fight against ETA, the government has, moreover, been doing rather well.
The latest arrests on July 26th, of ETA’s alleged head of logistics and two helpers, brought to at least 18 the number of ETA members rounded up in the past two months.
The end of the ceasefire has robbed the PP of its strongest weapon
Mr Zapatero has learned the hard way that dealing with terrorists is an unpredictable business.
Mr Zapatero knows, too, that a successful terrorist attack can provoke a sharp change of mood in the electorate. His own election in 2004 came immediately after the killing of 191 people on Madrid’s commuter trains by Islamist radicals.
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha reaccionado con velocidad notable.
En mayo, el Partido Socialista perdió elecciones municipales en favor del PP.
Pero con elecciones generales a principios del próximo año, recientes sondeos dan a los Socialistas una nueva ventaja de 3.5-6.5 puntos.
¿Cómo se explica esto? Sorprendentemente la razón parece ser el terrorismo En la lucha renovada contra ETA, el gobierno lo ha estado haciendo bien
Las últimas detenciones el 26 de julio, del presunto jefe de logística de ETA y dos colaboradores, elevan a 18 el número de detenciones en los dos meses pasados.
El final del alto el fuego ha privado al PP de su arma más fuerte
Zapatero ha aprendido a fuerza de sinsabores que tratar con terroristas es un negocio imprevisible.
Sr. Zapatero sabe también, que un ataque terrorista puede provocar un cambioen el electorado. Su propia elección en 2004 vino inmediatamente después de la matanza de 191 personas en los trenes de cercanías de Madrid por radicales Islamistas.
The Economist, 2/8/2007