Maite Pagazaurtundua no quiso más presencia nacionalista en la capilla ardiente que las de Ardanza, Arregui y Guevara. Arenas y Zapatero escucharon juntos la reclamación de mayores medidas de seguridad para los constitucionalistas, que el Pacto Antiterrorista abordará esta misma semana
VITORIA. «Ya era hora de empezar a poner las cosas claras y Maite lo ha hecho». Estas palabras y otras muy similares fueron las empleadas a la hora de valorar el veto público que la familia Pagazaurtundua había hecho a los firmantes del Pacto de Lizarra, para que se abstuvieran de acudir a la capilla ardiente instalada en el tanatorio de Zorroaga. El veto a la presencia de los actuales gobernantes ha sido un veto sin precedentes, el aliviadero no sólo de los directamente amenazados, sino de buena parte de la sociedad que contempla con estupor cómo el presidente del partido mayoritario, el PNV, declara su «apoyo moral» a Batasuna.
El veto de los Pagazaurtundua tuvo su réplica, en términos más políticos, en el durísimo comunicado de la Ejecutiva de los socialistas vascos y, ayer mismo, en las declaraciones de Rodríguez Zapatero, que a no muchos metros de distancia de Ibarretxe recordaba que no hay más proyecto político que acabar con ETA.
Con este asesinato se ha dado un salto que se veía venir. Por eso, porque hay mucho estupor acallado, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Jon Imaz, pasó un auténtico trago en el pleno municipal del sábado por la tarde en Andoain. Allí se recordó al PNV que Batasuna gobernaba con su apoyo. Tampoco le resultó fácil al portavoz del Ejecutivo de Ibarretxe sortear la circunstancia de tener que tragarse el abrazo que quiso dar a un concejal socialista y que este, educadamente, rechazó; el encuentro se selló con un escueto apretón de manos.
Banderas españolas
Como han advertido que no se van a parar, hoy, a las siete de la tarde en Andoain se va a celebrar un acto público de homenaje y despedida al que es la ultima víctima de ETA. Van a intervenir la propia Maite Pagazaurtundua, Ignacio Latierro y Rosa Díez. Advierten los organizadores que «va a haber banderas españolas, ikurriñas…. Todas, pero también la española».
Rosa Díez estuvo en Vitoria con «Basta ya», pero antes y por encargo expreso de Maite Pagazaurtundua, que en la tarde del sábado recibió la llamada de José María Aznar, telefoneó a Joseba Arregui para decirle de parte de la hermana de la víctima que él no estaba vetado, que le gustaría verle en el tanatorio. Fue Arregui quien le facilitó el teléfono de Ardanza, cuya presencia también fue expresamente reclamada por Maite Pagazaurtundua. Fue Ardanza el que, con ocasión del asesinato de Miguel Angel Blanco, dijo a la entonces HB que sus manos estaban manchadas de sangre y es Joseba Arregui el que desde posiciones nacionalistas denuncia el olvido de las víctimas y rechaza abiertamente el Plan Ibarretxe.
Ambos nacionalistas, Ardanza y Arregui, coincidieron en el tanatorio con Emilio Guevara. La hermana de la víctima se encargó de ser ella quien les recibiera. Arregui y Guevara hablaron un buen rato . La coincidencia en el diagnóstico es meridiana: «no hay nada que hacer mientras el nacionalismo no cambie».
«Para que esto tenga arreglo-indica Arregui- la reflexión tendría que llegar a la dirección del PNV y me temo que eso no va a ocurrir. Así no hay nada que hacer. Me temo que la actual línea que sigue el nacionalismo no se va a modificar y es lo que hay. Así perdemos todos», comentaba un apesadumbrado Arregui, que añadía «¿Sabes lo terrible?. Pues que el comentario general en Andoain era que va a haber otro. Lo que no saben es quien».
Emilio Guevara, ya en la candidatura socialista por Alava, se miraba a sí mismo con cierta tranquilidad de conciencia. «Cada vez estoy más convencido -aseguraba a media tarde de ayer- que he hecho lo que tenía que hacer, pero si hubiera tenido alguna duda, lo que ha ocurrido en Andoain me la hubiera despejado del todo».
Como su amigo Arregui, Emilio Guevara no puede menos que ser pesimista. «Aquí no hay más trabajo que hacer que restablecer la normalidad y todo lo que no sea trabajar por derrotar a ETA es obsceno… Pero no sé…. Ya vale de condenas huecas, debería haber más movilización… Lo digo de verdad, el verdadero problema es este nacionalismo en concreto. La solución es ganarles, no hay otra». El tono de voz era distinto cuando, con satisfacción, afirmaba «hoy Patxi López ha estado perfecto y creo que a algunos se les está cayendo la venda de los ojos». Arregui matizaba:«hoy Patxi López ha estado como Nicolás Redondo y es que no hay otro margen. Todo es muy lamentable, pero no hay otra».
De momento, lo que hay es una inmensa preocupación. Una enorme sensación de agobio, porque la impresión que se tiene es que «nos viene una muy mala racha».«Necesitamos más seguridad y así es imposible hacer política, es imposible vivir». Por ello, el segundo de a bordo de los socialistas vascos Rodolfo Ares mantuvo una conversación con Javier Arenas y José Luis Rodríguez Zapatero para hacerles ver la necesidad urgente de reforzar la seguridad de personas, locales y viviendas.
Piden los socialistas vascos rapidez en la toma de decisiones y que se adopten todas las medidas posibles. No creo -afirma Ares- que ningún ciudadano español vaya a poner pegas porque con dinero público, el que sea necesario, se garantice la seguridad de los que están en primera línea». «Que en cuanto te descuides, te maten… A la menor, caemos como ratas», comentaba un aturdido socialista.
Será esta semana cuando el Pacto Antiterrorista se reúna para, entre otras cuestiones, abordar el reforzamiento de la seguridad de los constitucionalistas y, sobre todo, de aquellas personas especialmente sometidas a la presión de los violentos. «Que no busquen muy lejos, porque el que vio a Joseba entrar en el bar fue uno de aquí», aseguraba un vecino de Andoain.
Silencio nacionalista
Al menos hasta anoche no había habido pronunciamiento del nacionalismo en torno a lo ocurrido. Nada han dicho todavía del veto de la familia Pagazaortundua ni de las reclamaciones de responsabilidad. Sin embargo, tanto PNV como EA han tomado nota de lo ocurrido y es probable que en las próximas horas se produzcan declaraciones.
Lo que no va a ocurrir es que Ibarretxe retire su Plan, como se le reclama desde las opciones no nacionalistas y se descarta que «en esta ocasión hablen del CESID, porque los que hemos estado somos conocidos». Quien probablemente tenga que dar alguna explicación es el Departamento de Interior. A no tardar, y aseguran que de manera documentada, la opinión pública tendrá conocimiento de cómo el departamento de Balza no permitió que la víctima permaneciera en servicios especiales en la comisaría de Laguardia, en donde, incluso, consciente de su situación, se había comprado un terreno con idea de instalarse allí. Cuando se inició la tregua-no a su término, como se indico ayer- se le trasladó de nuevo a Andoain, después de constatar serias diferencias con los mandos.
Durante la tarde de ayer numerosas personas visitaron la capilla ardiente. Maite, entera como un huso, ha permanecido a pie firme todas estas horas. Iñaki, que «miraba por los ojos de Joseba», se ha dedicado de manera prioritaria a estar con su madre. Él, Iñaki, también es policía municipal en Andoain.
Charo Zarzalejos, ABC, 10/2/2003