Acerca del apoyo tácito del Secretario General a las propuestas de sus juventudes en el País Vasco.
José Luis Rodríguez Zapatero ha pasado por el País Vasco decidido a cerrar los ojos al particular Plan Ibarretxe de sus propias juventudes. Rodríguez Zapatero tiene en el seno mismo de su partido un proyecto anticonstitucional de defensa del referéndum de autodeterminación, pero no ha dado el más mínimo signo de haberse enterado. Ni una sola referencia ni crítica en su discurso pronunciado ayer en Bilbao.
El asunto es muy grave porque las Juventudes Socialistas de Euskadi no sólo defienden un referéndum de ruptura de la unidad de España, sino que plantean un «diálogo político», con el que sugieren vendrá la paz o, lo que es lo mismo, se acabará con ETA. Es decir, referéndum y diálogo, la misma fórmula que Ibarretxe. Y no estamos ante eso de la deseable pluralidad de ideas en el seno de un partido. Porque se trata de la posición ante principios fundamentales, el de la unidad de España y el de las actitudes ante el terrorismo.
El PSOE y su secretario general deben explicar a los españoles si su clamoroso silencio de este fin de semana significa una admisión de las propuestas de sus juventudes en el País Vasco. Porque, mientras no lo desmientan, tendremos que pensar que sí. Y, desde luego, añadiremos nuevos y preocupantes datos a las interrogantes sobre el modelo real de articulación territorial del Estado de este partido y sobre las posiciones «dialogantes» respecto al terrorismo.
Edurne URIARTE, ABC 16/12/2002